Freno de Alpaca para Tomás Berrutti y Llovizna de la Nativa.

Agro > HISTORIAS DE CAMPO

La historia de uno de los jinetes que llegó a la final de la mayor prueba para caballos Criollos

Desde niño siguió la competencia de caballos Criollos más importante a nivel mundial por televisión, y hoy el uruguayo es uno de los finalistas
Tiempo de lectura: -'
05 de agosto de 2020 a las 05:02

“La final del Freno de Oro la sigo por televisión e Internet desde que era chico. Miraba los caballos y los jinetes que participaban todos los años. Un sueño que tenía era poder llegar algún día. No me esperaba hacerlo en tan poco tiempo. Con solo poder imaginarme competir con todos los cracks que participan en la final para mí ya gané, solo con poder ir a Esteio”, señaló el riverense Tomás Berrutti, uno de los jinetes que representarán a Uruguay en la final del Freno de Oro, la competencia criollista más importante a nivel mundial.

Cinco caballos Criollos uruguayos (cuatro yeguas y un padrillo) clasificaron a la final del Freno de Oro 2020 –se desarrollará del viernes 25 al domingo 27 de setiembre en Esteio, Brasil–, en una instancia realizada en las instalaciones de la Asociación Agropecuaria de Salto (AAS) del viernes 31 de julio al domingo 2 de agosto, coordinada por la Sociedad de Criadores de Caballos Criollos del Uruguay (SCCCU), con un protocolo especial dada la emergencia sanitaria por covid-19 y sin público.

Montado en la yegua de cinco años Llovizna de la Nativa (de cabaña La Luz, de Francisco Calvelo), Berrutti obtuvo el cuarto lugar (Freno de Alpaca) con una media de 18,232. “¡Llegar a la final del Freno es un sueño! Es muy difícil llegar, en cada ciclo del Freno de oro participan más de 4.000 caballos y solo llegan 48 hembras y 48 machos”, destacó en diálogo con El Observador.

Tomás Berrutti tiene 29 años y es de Rivera.

Berrutti (29 años) contó que su vínculo con los Criollos "proviene de la sangre": su familia cría la raza desde hace muchos años, y siguió los pasos de su padre quien dedicó su vida a la doma de caballos.

A los 19 años empezó a realizar sus primeras domas. A los 20 corrió su primera credenciadora al Freno de Oro, aunque no de forma profesional sino más bien como hobby: “Tanto es así que la primera yegua con la que participé obviamente que no cobraba nada por mi trabajo, y yo mismo me hice cargo de su alimentación”, contó.

Ya siendo domador comenzó a participar en diversas pruebas, principalmente en concursos de doma y algunas credenciadoras, pero “siempre lo hacía más para darme un gusto que como un trabajo, como lo hago ahora”, agregó.  

Por primera vez, en 2014, llegó a una semifinal de Freno de Oro con una yegua de la cabaña de su tío, Cerro de los Cardos. La felicidad se repitió en 2017, con otra yegua del mismo origen.

Los años y la experiencia en competencias lo impulsaron, en 2019, a abrir su propio centro de entrenamiento de Criollos en Tres Puentes, Rivera, y adoptar lo que hasta ese momento fue un pasatiempo como una profesión.

Participó en el ciclo del Freno de Oro con dos caballos –Llovizna de la Nativa y Mañanero Diamante– que lo llevaron a la final de la competencia Criolla más importante del mundo.

“Gracias a Dios tuve la suerte de credenciar los dos en Rivera y así pude llegar a esta clasificatoria con los dos animales que tenía”, dijo.

Ya ganó

Sobre las expectativas de cara a la final, Berrutti sostuvo que lo principal es disfrutar de la oportunidad “con fe y humildad como siempre”, dijo. Está comprometido con dar lo mejor para que las cosas salgan bien, pero es consciente de que participará en el mundial del caballo Criollo y competirá con los mejores. “Como dije antes, solo el hecho de poder participar ya es un triunfo”, señaló.

Finalmente, el jinete agradeció a todo su equipo porque este logro responde a todos los integrantes: desde el cabañero que se encarga de la comida y las camas, el herrero, el veterinario (Fabio Prates), a Francisco Calvelo (el propietario del animal) que depositó la confianza en su trabajo y brindó todas las condiciones para obtener este resultado. “Pero especialmente le agradezco a mi padre, mi maestro y amigo que fue el que me puso en este camino tan lindo que es el del caballo Criollo. Sin él no hubiera llegado nunca a donde estoy ahora”, concluyó.

Sobre la yegua

La yegua Llovizna de la Nativa tiene “una historia interesante”, según Berrutti, porque apareció en un momento de su vida en la que no estaba muy seguro de si seguir, o no, con los caballos. “Prácticamente ya tenía decidido dejar la doma, pero aparecieron unos amigos con esta yegua invitándome a participar en la Copa Volkswagen 2019”, recordó.
Solamente faltaban dos meses para esa competencia, pero Berrutti no tenía muchas ganas, según confesó, de seguir compitiendo. Sin embargo, como la yegua era de un amigo y los gastos corrían por parte de otra persona, se arriesgaron y compitieron, aunque solamente para divertirse y sin compromisos.
A pesar del poco tiempo de entrenamiento, la yegua tuvo “una buena actuación”, y por eso lo convencieron para seguir entrenándola para que compita en el Freno de Oro. Precisamente, contó, a raíz del buen desempeño fue que tomó la decisión de abrir su centro de entrenamiento.
En noviembre de 2019 la yegua fue adquirida por la cabaña La Luz, de Francisco Calvelo, que tiene como encargado a Anibal Berrutti, padre de Tomás.
Desde diciembre de 2019 hasta hoy continúan preparando a la yegua para esta clasificatoria que, afortunadamente, pudo clasificar al Freno de Oro en Esteio.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...