Inés Guimaraens

La hora de infectólogos y epidemiólogos: cómo trabaja el equipo que asesora al MSP

Dos de los expertos cuentan a qué países miran, cuántas veces se reúnen y cómo ven el avance de la pandemia

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26 de abril de 2020 a las 05:03

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Ramiro Pisabarro

Al cabo de una semana de declarada la emergencia sanitaria en el país, se barajó la posibilidad de aplicar una cuarentena general. Al final, la medida nunca fue tomada y el gobierno apeló, en cambio, a la "responsabilidad social". Dos semanas más tarde, cambió el protocolo del Ministerio de Salud Pública para realizar tests diagnósticos: entre otras aclaraciones, la fiebre dejó de ser un requisito excluyente para hacer las pruebas, y solo con tener tos, dolor de garganta o falta de aire, el médico puede indicar la realización del diagnóstico. Pocos días después, el MSP se embarcó en una nueva estrategia: un modelo on/off, regulando entre aflojes y ajustes en las medidas, para modular la expansión del virus.

Cada paso fue meditado con cautela. Detrás de cada pronunciamiento hubo aportes de mentes especialistas en la materia. Desde el 19 de marzo el MSP cuenta con un Comité de Expertos Científicos en Gestión de Crisis, entendiendo "imprescindible contar con su opinión” para la toma de decisiones. Fue así que siete epidemiólogos e infectólogos pasaron a asesorar cada resolución de la cartera.

Uno de ellos es Henry Albornoz, profesor adjunto de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Udelar, quien contó a El Observador que el grupo se reúne dos o tres veces por semana. En algunos casos se juntan en la sede del MSP sobre 18 de Julio y Brandzen, y en otros se ven las caras por videollamada a través de la plataforma Zoom.

El comité también está integrado por José Pedro Arcos de la Academia Nacional de Medicina; Roberto Salvatella, asesor en Enfermedades Infecciosas de la OMS; Julio Medina, director de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas; Julio Vignolo, director de la Cátedra de Medicina Familiar y Comunitaria; Jorge Facal, director de la Clínica Médica 1 del Hospital Maciel; y Lilián Porta, del Departamento de Epidemiología de Sanidad Militar.

La revisión de bibliografía es uno de los desvelos del grupo de científicos. Los informes de la Organización Mundial de la Salud, las informaciones públicas de los países y el análisis de las decisiones que han tomado, están a la orden del día. “Muchos países tienen lo que se llama CDC (Centros de Control de Enfermedades en su traducción al español) o agencias similares”, explicó Albornoz.

Un ejemplo es el caso europeo, con una organización que centraliza la observación para todos los países miembro de la Unión Europea. La agencia de Estados Unidos también es de las más consultadas, así como las pertenecientes a Australia y Nueva Zelanda. Es por esto que la mayor parte de las lecturas son en inglés.

Diego Battiste

Respecto a los temas más hablados en las esferas de la salud uruguaya, el comité tiene a su cargo elaborar informes. Para hacerlo debe estar en constante diálogo con los materiales producidos por distintas áreas del MSP, así como con los aportes de sociedades y cátedras de medicina.

El vínculo con la academia es estrecho, dado que todos los integrantes están vinculados con la comunidad o son profesores de la Facultad de Medicina.  “Este último mes y medio estamos prácticamente todo el tiempo sobre los mismos temas”, declaró el infectólogo.

Desde el asesoramiento al MSP, hasta la labor cotidiana en hospitales y las horas docentes, todo se ve trastocado por el nuevo coronavirus que tiene al mundo en vilo. Las jornadas son más largas, aparte de ajetreadas. “La lectura y comentario de documentos muchas veces se prolonga, y te llevás tarea para manejar en tu casa”.

Inés Guimaraens

"Situación estable"

Facal dijo a El Observador que en base al trabajo que viene realizando considera que la situación actual es "estable", dado el bajo porcentaje de casos positivos en relación al número de tests realizados. Evaluó que aún es "muy pronto" para afirmar que el modelo on/off del gobierno esté funcionando".

De todos modos ,cree que hay que mantener una "cauta vigilancia porque pueden aumentar los casos en cualquier momento", sobre todo con "la disminución de las medidas de contención y con el aumento del público circulante".

El profesor valoró el hecho de que habiendo pasado más de diez días desde Semana Santa, no se haya verificado un aumento de los casos confirmados. Quiere decir que "si hubo personas que fueron al interior y salieron de sus hogares en ese tiempo, lo hicieron respetando las medidas de distanciamiento físico, uso de tapabocas e higiene de manos", comentó.

Un poco de perspectiva histórica

El estado de emergencia sanitaria que rige en el país desde el 13 de marzo no tiene precedentes en la historia uruguaya. Los brotes epidémicos y los esfuerzos por comprenderlos tienen, en cambio, larga data.  Ya desde el Montevideo colonial de 1805 hay registro de la creación de una Junta de Sanidad Marítima, una especie de policía médica. Esta podía aislar a todo aquel recién arribado a la ciudad portuaria que pudiera representar un “peligro para el orden natural”, según recopila José Portillo en Historia de la medicina estatal en Uruguay. 
Cuando hoy la consigna es "quedate en casa", en el pasado podía recurrirse al aislamiento de pasajeros y tripulaciones en la Isla de Ratas de la bahía de Montevideo, o en la Isla de Flores. Aquella "policía sanitaria" de antaño podía tachar con "patentes sucias" a los barcos que habían pasado por puertos en los que existían enfermedades contagiosas o que traían un enfermo a bordo, condenándolos así a la cuarentena.
Ya en aquellos tiempos las medidas preventivas repercutían en materia económica: aislar una embarcación podía significar no recibir las mercancías que estas transportaran. Así lo explicó Ricardo Pou Ferrari, profesor de Historia de la medicina en la Universidad de la República, a El Observador.
Según expuso Pou Ferrari, tales empeños sanitarios tenían lugar incluso antes de conocerse la existencia de gérmenes con capacidades infecciosas, hallazgo que se atribuye a respectivos estudios de Louis Pasteur y Robert Koch durante la década de 1880 en Europa. Antes, la contagiosidad de las enfermedades solo podía ser intuida. Se hablaba de "miasmas, que se desprendían de enfermos o sustancias, y contagiaban a personas sanas”, contó el profesor. 
Sostuvo que desde el punto de vista sanitario Uruguay fue "un adelantado", al comenzar a realizar hacia fines del siglo XIX un registro de muertes por enfermedades infecto-contagiosas. Tanto la infectología como la epidemiología son hoy dos especialidades que pueden obtener los médicos al cursar estudios de posgrado.
Cuando en Montevideo fue fundada por decreto la Facultad de Medicina en 1875, comenzó con solo dos cátedras: Anatomía y Fisiología. Sin embargo, Pou Ferrari explicó que con el correr de los años se fueron diversificando las disciplinas según se necesitaba, y fue así que se inauguró el Instituto de Higiene en 1896.
En aquella ocasión, tomó la palabra el director designado José Sanarelli, cuyo discurso recoge Fernando Mañé Garzón en una publicación de la Revista Médica del Uruguay: "Se ha llegado a conocer que los microbios pueden emigrar del mísero tugurio del pobre al suntuoso palacio del rico (...) la higiene individual se transformó poco a poco en higiene colectiva". Aquella creación acontecida hace más de cien años es el antecedente directo de las especialidades que hoy, en plena pandemia por Covid 19, juegan un rol protagónico.
 

 

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