La imputación del jefe de gobierno israelí Benjamín Netanyahu por cohecho, fraude y ruptura en varios casos de corrupción a solo 40 días de las elecciones pone en duda su futuro político y la conformación del Parlamento.
Según una encuesta difundida este jueves por el digital Times of Israel, realizada antes de difundirse la decisión de la Fiscalía General, este paso del fiscal general, Avijai Mandelblit, tendría consecuencias para los resultados electorales del Likud, partido que encabeza Netanyahu, quien gobierna el país desde marzo de 2009.
La encuesta ya reducía la estimación del voto a Netanyahu —que de todas formas sigue liderando—, y muestra varios cambios que esto genera en las otras agrupaciones, en especial en el posible aumento de escaños de su principal rival.
De todas formas, si se concretara la inculpación, esta no sucedería durante varios meses. Por lo tanto, Netanyahu no sería formalmente acusado antes de las elecciones, el 9 de abril, y tampoco estaría obligado legalmente a dimitir si es acusado tras haber regresado eventualmente a su cargo.
Pero una decisión como ésta por parte del fiscal general sume a la campaña en la incertidumbre.
Después de haber investigado desde fines de 2016, interrogado a Netanyahu en varias ocasiones y escuchado a testigos y sospechosos, la policía recomendó en 2018 la inculpación del primer ministro en tres casos sobre connivencia entre el gobierno y directores de empresas, que incluyeron supuestos regalos de champán y cigarros, o un intento de colusión con la prensa.
A pesar de esto Netanyahu sigue proclamando su inocencia y denuncia un complot de sus rivales y medios de comunicación. Para insistir en este concepto, el Likud colgó en las redes sociales una animación que muestra los expedientes contra Netanyahu derrumbándose como un "castillo de naipes".
"Seguiré sirviendo como primer ministro muchos, muchos años", dijo Netanyahu y prometió que probará que todas las acusaciones son falsas. Aseguró que todo esto se trata de una "caza de brujas" contra él.
Netanyahu intentó hasta el final, con un recurso presentado en la mañana de este jueves, que el fiscal esperara a después de las elecciones para resolver, ya que considera que esto distorsionaría las reglas del juego. Según su entorno, se trata de una "interferencia sin precedentes".
La encuesta mencionada prevé un importante aumento del voto para la nueva coalición centrista Azul y Blanco, la principal rival del Likud en estos comicios y que representa una alianza de facciones con la participación de exjefes del Estado Mayor en la reserva.
El Ministerio de Justicia, sin embargo, emitió un comunicado este jueves en el que señaló que "no hay causas legales que impidan la publicación".
Además de tratar de retrasar el anuncio, la defensa de Netanyahu también pidió medidas para el caso de que este saliese adelante, y envió una carta a Mandelblit solicitando que, de haber una imputación, los resultados de la investigación, testimonios y otro material documental no sean entregados a las partes, como se hace habitualmente, hasta después de los comicios, para impedir que se filtren a los medios y sean utilizados por otros partidos.
El Observador con EFE y AFP
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