Camilo dos Santos

¿La oposición votará el crédito a Cosse?

La carta de la intendenta dio una oportunidad a la oposición de mostrar altura política y ganar una partida ante la opinión pública, que fue desaprovechada pero no cerrada totalmente

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08 de enero de 2022 a las 05:00

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La normativa constitucional y legal es sabia, porque exige mayorías especiales para determinadas cuestiones que superan el período de gobierno, por lo que cada intendente tiene mayoría de su partido para ejercer el cargo y la gestión, pero cuando quiere tomar deuda que será herencia para el que sigue, debe tener una mayoría superior al 50%.

Así, la oposición tiene una llave para negociar y dar el aval.

Pero a veces se confunde la llave con “un palo en la rueda”.

No es bueno que la deuda crezca sin pausa porque eso es malo para todos, y es injusto con las generaciones siguientes, pero está claro que determinados planes de inversión requieren un crédito que no puede ser corto.

La Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) logró un acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para un plan de mejora de la limpieza, de expansión de saneamiento y de mejora de gestión, que implica un préstamo de 70 millones de dólares, con un complemento local de poco más de 12 millones.

La intendenta Carolina Cosse precisa votos de la oposición para llegar al mínimo requerido, 21 ediles en un total de 31, y como la bancada del Frente Amplio tiene 18 miembros, precisa al menos 3 de los 13 de oposición.

¿Por qué no se llegó a un acuerdo inicial? Las repuestas variarán según el color político del que responda, pero lo cierto es que la negociación del proyecto con un organismo internacional lleva mucho tiempo, que se logró un acuerdo y que en ese proceso trabajaron representantes de la Intendencia pero también del gobierno nacional.

¿Los ediles de la oposición están obligados a votar y bajar la cabeza y aceptar que no se los escuche?

Obviamente tienen derecho a hacer valer sus votos, pero hay que recordar algo importante.

La que fue elegida para gobernar fue Cosse, y debe hacerlo.

Los que perdieron, no desaparecieron, sino que están en un rol vigilante y es bueno que lo hagan.

¿No hay espacio para acuerdo?

Es raro que no prevalezca aquello de “primero el país, luego el partido, después el sector, después el dirigente …”. Primero la ciudad, en este caso.

***

La intendenta tuvo un gesto político, que la oposición no supo aprovechar.

Podía haberlo hecho distinto, llamar a conversar, buscar un intermediario, y no necesariamente hacerlo por carta pública, en redes. 

No encontró la mejor manera.

Pero la oposición recibió una chance de salir mostrando una victoria, que no era personal, ni sectorial, sino para Montevideo. 

Y no supo o no quiso hacerlo: entonces todo quedó trabado.

Veamos el proyecto:
1: Mejora de gestión de residuos sólidos: USD 41,7 millones
2:  Saneamiento y drenaje pluvial: USD 22,5 millones
3: Apoyo a la mejora de la gestión: USD 5 millones
Costos concurrentes, Ingeniería y administración: USD 763 mil
Total USD 70 millones

Aporte local
Apoyo a la mejora de la gestión USD 4,2 milllones
Costos concurrentes USD 347 mil
Ingeniería y administración USD 7,8 millones
Total: USD 12,350,000

Total del proyecto USD 82,350,000 (el desarrollo del proyecto es muy interesante, con sistema de recolección de reciclables, de vidrio, de fracción, con centro de gestión de datos, infraestructura, planta semiautomática y manuales: Ecocentros de reparación, saneamiento de Casabó norte Rincón del cerro; Colector de refuerzo para la cuenca del Arroyo Mataperros, Sistema Arteaga rehabilitado, entre otros).

***

Frente a eso, ediles de la oposición reclamaron más saneamiento, protestaron porque no se aprovechaba la ocasión para expandir la red.
Visto que no conseguía los votos, Cosse se movió en reuniones con el presidente Luis Lacalle Pou y aceptó condiciones, públicamente: “Luego de un minucioso análisis de las posibilidades presupuestales, les comunicamos que aceptamos realizar las obras propuestas utilizando fondos propios, durante el periodo de ejecución del préstamo BID”.

Los ediles de la oposición pudieron usar esa carta y anunciar a los vecinos de esos barrios, que el saneamiento les llegará porque ellos no permitieron que se los excluyera. Y advertir públicamente a la intendenta y a su equipo, que estarán vigilantes del cumplimiento del compromiso, y además de la ejecución del crédito del BID. Decir que le darán los votos para mejorar de una buena vez la limpieza de la ciudad, y que estarán atentos a los resultados.

De esa forma, mostraban su fuerza, demostraban altura para habilitar las obras y remarcaban un objetivo complejo para la actual administración.

La vocera de los ediles blancos, Laura Raffo, y los ediles colorados declararon que se mantenía la decisión de no votar y protestaron porque en un plan de saneamiento había más dinero destinado a limpieza, y se incluían compras que no eran para financiar con créditos largos.

Está claro que si uno vive en un barrio sin saneamiento, su prioridad es esa; pero también es claro que si se mira la ciudad en su conjunto, el principal problema es la limpieza. El mayor problema de Montevideo es que siendo una ciudad linda, es una ciudad mugrienta, permanentemente sucia. Ver limpia esta ciudad parece una utopía.

¿Podrá hacerlo Cosse?

La oposición puede darle las herramientas que reclama y condicionarla a resultados. Y además, mostrar a los que no iban a tener saneamiento, que lo tendrán gracias a ellos. La carta de la intendenta facilitaba el acuerdo, pero fue rechazada.

Lo de “abrir” el proyecto con el BID y rediscutir todo, rompe la barrera del sentido común.

Dado el caso, parecería probable que en algún momento haya acuerdo sobre esto mismo, y se habrá perdido tiempo, tiempo para el empleo que genera, tiempo para lo que mueve en la economía y tiempo para ver las obras hechas.

Con una respuesta positiva a la carta, era “ganar-ganar”. Prefirieron “perder-perder”.

Así, pierde la intendenta, pierde la oposición, pero sobre todo, pierde la ciudad. Pierde la gente.

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