La seca no pudo con los granos y habrá una cosecha récord

La colza puede repetir y aún superar un promedio de 1.813 kilos por hectárea, el trigo puede mantener los 3.985 kg y la cebada puede superar los 4.102 kg.

En cualquier caso, serán rendimientos parejos con los muy buenos de los dos años anteriores y eso es una muy buena noticia.

La productividad supera lo que se esperaba un mes atrás, antes de cosechar. Las últimas lluvias revitalizaron a los cultivos que contaban con la persistencia de un frío parejo a lo largo del ciclo que permitió un muy buen desarrollo. Aunque en algunas chacras se apreciaron daños importantes por falta de agua en momentos clave y heladas tardías, la mayoría sorprende favorablemente.

Una expectativa razonable es que se repitan los rendimientos de la cosecha anterior, o aumentan levemente. Si el buen resultado se confirma, puede ser la primera cosecha de invierno de más de 2,5 millones de toneladas y por el aumento en el área puede estar 10% a 15% por encima de la del año pasado.

El récord se logró en 2012

El récord anterior de producción de invierno fue de 2,34 millones de toneladas en 2012, año de precios récord en el que se cosecharon 2 millones de toneladas de trigo y algo más de 300 mil toneladas de cebada. La colza en aquel entonces no era significativa.

En 2022 se cosechará en el eje de 1,15 millones de toneladas trigo, 750 mil de cebada y 500 mil de colza, aunque con buen tiempo para la trilla y lluvias que ayudan a las siembras tardías, se pueden superar esas referencias.

Se confirma el efecto favorable de La Niña sobre los cultivos de invierno. Será el tercer año consecutivo de alta productividad, algo que en años donde ocurren veranillos en invierno o lluvias excesivas no se logra.

En lo comercial el panorama es de fluidez en la colocación. La crisis del trigo en Argentina, la fluidez y el piso de precios de la cebada forrajera y la colocación también fluida para exportar de la colza completan un balance complicado de costos, pero que permite a la agricultura seguir adelante y cada vez más diversificada. Esta semana la cebada forrajera incluso superó en precio a la destinada a malteo.

“Es óptimo para el sistema que se reparta en tres tercios entre trigo cebada y colza”, dijo Carlos Dalmás, productor y consultor agrícola vinculado a la firma Greissig y Elizarzú.

Se sembró como nunca

El área récord de cultivos de invierno de esta zafra se reparte en 38% para trigo, 35% para colza y 24% cebada. Hace 10 años el 85% era trigo y 15% cebada.

Con base en datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), este año el área de cultivos de invierno es récord, con 287.710 hectáreas de trigo, 267.253 hectáreas de colza y 182.606 hectáreas de cebada.

Después de una siembra en fechas óptimas y con muy buen potencial, las expectativas de mantener los buenos rendimientos de las últimas dos campañas se redujeron entrada la primavera.

En noviembre comenzaron a levantarse las primeras chacras sembradas en mayo. “En el sur arrancamos con rendimientos por encima de lo que esperábamos; los cultivos se veían bien, pero con lo escaso de las lluvias que habían tenido pensábamos que iban a rendir bastante menos”, admitió Dalmás.

Son frecuentes las chacras con rendimientos por encima de los promedios del año pasado: trigos por encima de 5.000 kg/ha, cebadas que van de 4.500 a algunas de 6.000 kg/ha y colzas que llegan a 2.000 y 2.200 kg/ha.

“En esta zona esperamos un rendimiento igual o un poquito mejor que el año pasado; es una buena noticia porque los números de invierno están muy ajustados este año”, apuntó.

Sobre los márgenes, Nazar Rodríguez, director agrícola ganadero de Fucrea, sostiene que “primariamente los márgenes de colza son positivos, en cebada esperamos algo de margen, de trigo no hay mucho dato, pero con la lógica ajustada de la cebada también con costos mucho más altos que otros años”.

El escenario es más positivo respecto a lo esperado, dijo: “Cuando iniciamos los cultivos de invierno los costos eran altos pero los precios también”. Esos precios no lograron mantenerse y el clima expuso a los cultivos a perjuicios.

En Paysandú y Río Negro productores informan de chacras de cebada maltera de entre 3.300 y 4.200 kilos y forrajera de la variedad Attika hasta 6.000 kg/ha.

Por su parte, Pablo Engelhardt, director de cultivos de invierno de Nuevo Surco, señaló que los primeros datos de trigo muestran rendimientos en el entorno de 5.000 kilos y cebadas de 5.800 con rechazo de 50% considerando el ajuste de los niveles de calidad de las malterías. En el norte la cebada está rindiendo de 3.000 a 3.500 kg/ha sin rechazo, de acuerdo a los datos del 20% de la cosecha. Son cifras “más optimistas que un mes atrás”, informó.

Fluidez comercial

Las perspectivas comerciales son de fluidez en los negocios. En trigo, por las perspectivas de Argentina del fracaso del 40% de la cosecha, se coloca grano a US$ 310. “Va a faltar trigo en la región y la expectativa es de que el precio va a subir, no en el corto plazo en el mercado pero sería lógico que el precio suba”, dijo Dalmás.

En colza los mercados del Reino Unido y la Unión Europea absorben la demanda a precios interesantes, aunque las dudas sobre el rendimiento llevaron a que muchos productores no tomaran posición cuando los precios estaban encima de US$ 700 la tonelada.

“El productor no sabía cuánto iba a producir y era difícil cerrar el precio; no se colocó anticipadamente tanto porcentaje como otros años y va a ir vendiendo a medida que vaya entregando, con un mercado volátil”, mencionó.

La colza se ha sostenido sobre los US$ 500 a la cosecha.

Los primeros números de Fucrea muestran rendimientos en cebada de 4.200 a 4.400 kg/ha y “ajustados bastante en calidad a parámetros de maltería cuando pensábamos que iba a ser un problema”, apuntó Rodríguez. Las colzas superan los previsiones con rindes de 2.200 a 2.300 kg/ha, bastante por encima de los 1.800 kilos de la zafra anterior.

Los productores coinciden que las chacras más atrasadas, el último tercio de la cosecha, va a llevar un poco los promedios hacia abajo, pero los rendimientos generales serán buenos.

Aún así puede ser por primera vez en la historia que ocurran tres cosechas consecutivas por encima de 4.000 kg/ha de cebada, tres consecutivas de más de 3.800 kg en trigo y la colza puede mantenerse pareja con la productividad muy alta del año pasado.

Eso debe generar una inercia de crecimiento de área de invierno interesante. Los precios del trigo en Chicago para diciembre de 2023 se sostienen por encima de los US$ 300 por tonelada, lo que lleva a suponer que junto al aumento en la capacidad instalada llevará a una recuperación de área de cebada, donde además la exportación del grano funciona con fluidez y precios similares a los de la cebada para malteo.

Los rendimientos que logra la colza invitarán a los productores a persistir en la apuesta y ya se sabe que aumentará el área de su variante la carinata, destinada a sustituir combustibles fósiles en la aviación.

Estamos ante la tercera cosecha consecutiva de buenos rendimientos, algo que ha pasado muy pocas veces en la historia. Y ante una siembra de cultivos de verano con aceptable agua en el suelo, aunque con cierta demora. La zafra de verano está en carrera.

Tras un período de mucha preocupación, el resultado de esta zafra de invierno hace pensar que habrá a un área récord de invierno en el próximo otoño. La zafra que se está cosechando es la primera que superó las 750 mil hectáreas. La próxima puede ser la primera que supere las 800 mil.