Muchas veces me avergonzaba simplemente ser, por la condena del otro, por leer cosas y compartirlas, por escuchar música, etc, pero nunca me venció del todo ese sentimiento, siempre hubo compromiso conmigo mismo”. Esto lo escribía uno de los alumnos de “Gestión humana” en la reflexión final con la que concluye el curso.
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