La vía subterránea, "vibraciones" y una feria afectada en la ruta del tren de UPM

En Las Piedras se construye un túnel sin techo por donde pasará el ferrocarril central con celulosa de la pastera

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01 de noviembre de 2020 a las 05:00

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El obrero tiene los pies hundidos en el agua con su mameluco azul lleno de barro, y espera que la perforadora vuelva a hundirse 14 metros dentro de la tierra. La máquina saca agua y piedras, que luego una retrocargadora subirá a un camión. El proceso se repetirá una, dos, tres, diez, cuatro mil veces y tiene como meta final hacer un túnel sin techo que recorra por debajo la ciudad de Las Piedras. Por allí pasará el tren que transportará celulosa desde la planta de UPM –en Paso de los Toros– al puerto de Montevideo.

Los carteles advierten que es un lugar de entrada y salida de camiones, e indican que es mejor estar alejado. El ruido a golpes en la obra es constante y los movimientos de los vehículos también.

Valerín Arévalo vende ropa para niños y en su puesto de la feria permanente de Las Piedras –apenas delante de las obras del tren– abundan las remeras de Spiderman, de Bart Simpson, de Mickey. Cuando la construcción estaba justo detrás de su local, sentía que el suelo vibraba por los trabajos que se hacían.

Carla Colman

Ahora está más alejada y ella no siente esas vibraciones, pero sí sonidos molestos. “Como vecina digo que lo que molesta es el ruido que es todo el día y constante. Todo el día. Eso es lo molesto”, se queja. 

El consorcio Grupo Vía Central está a cargo de la construcción del tren de UPM y estima que para los 4.044 pilotes que se fabricarán, se necesitarán 38.500 metros cúbicos de hormigón.

La construcción se realiza por debajo de Las Piedras para que tenga un “menor impacto” en la parte urbana de la ciudad.

“Si no había que subir las calles y hacer otro tipo de estructuras elevadas. Entonces se prefirió bajar la vía para que la ciudad pase por arriba, como se hace en todas partes del mundo”, explica Alejandro Ruibal, vocero de Grupo Vía Central. Por encima de esta gran zanja que se construye para dar paso al tren habrá puentes que permitirán los cruces en 10 calles de Las Piedras. Este túnel de 1.650 metros cruza esta ciudad de Canelones por abajo y sale a la superficie cerca de La Paz.

Por la obra, 22 de los 52 puestos de la feria se hicieron de nuevo y fueron movidos tres metros porque la constructora precisaba el lugar. Los comerciantes estuvieron 18 días sin trabajo mientras les construían los nuevos locales.

Carla Colman
Feria permanente de Las Piedras, Canelones

Entre crocs y chinelas está el puesto de Lourdes Rodríguez, que tiene 42 años y hace 27 trabaja como feriante. “Quedó lindo y se ve todo”, destaca sobre su nuevo lugar. Lo que no cambiaron fueron las ventas, aunque en esto el tren no tiene nada que ver. “Está todo quieto, también por la pandemia. La gente se cuida”, dice.

Plazos y expropiaciones

Son 273 los kilómetros de vía que están previstos en el proyecto del Ferrocarril Central, que adoptó rápido el nombre del tren de UPM. Las obras de la construcción se desarrollan a “muy buen ritmo”, a varios frentes simultáneos y con trabajos a doble turnos en algunos tramos, dice Ruibal, director de la constructora Saceem.

La empresa uruguaya tiene el 27% de Grupo Vía Central, consorcio que también está integrado por la española Sacyr (40%), la francesa NGE  (27%) y la uruguaya Berkes (6%).

Carla Colman
Alejandro Ruibal, director de la constructora Saceem, en las obras del tren en Las Piedras

“No tenemos dividido por lotes. Se gerencia como una empresa y luego se subcontratan muchas empresas, inclusive internacionales. También tiene recursos propios contratados para el consorcio y ejecutamos obra directa nosotros”, explica Ruibal sobre el trabajo con los socios.

La construcción puede tener algunas dificultades en los plazos porque estaban previstas 256 expropiaciones, pero finalmente son necesarias 1.004, según informó el ministro de Trasporte y Obras Públicas, Luis Alberto Heber. Ruibal dice que pueden haber “dificultades en los plazos” y están “ajustando el cronograma”, aunque está “conforme con el ritmo” de las obras.

 En la construcción trabajan de forma directa cerca de dos mil personas. En algunas tareas específicas en las que en Uruguay no hay tanto conocimiento –como los trabajos ferroviarios, de ingeniería, de diseño, los pilotajes especiales y las técnicas en el movimiento de tierras– la mano de obra es extranjera, pero estos casos son menos el 5% del total, acota el empresario.

Patrimonio

En el portón de entrada un cartel aclara que en este taller –a 500 metros de dónde se construye el túnel– no se reciben currículums. Se escucha ruido de soldaduras, y de los camiones y motos que pasan por la vieja ruta 5. En frente, Mary tiene su carro para vender comida.

Este galpón sin terminar es el lugar donde una empresa subcontratada fabrica las armaduras para las cinco trincheras que se construirán en la ruta del tren: en Capurro, Ruta 102, Las Piedras, Borrazas y Florida, y para todas las estructuras.

Carla Colman
Taller donde se fabrican las armaduras de toda la obra del ferrocarril central

Las armaduras luego se pondrán en un pilote, que se rellenará de hormigón y se pondrán uno al lado del otro para formar dos muros de 14 metros. Después se excavará dentro de estas dos paredes para luego comenzar con los trabxajos de losa inferior, paquetes para la vía y durmientes. Luego se colocarán los rieles que formarán una vía “silenciosa” y “liviana”, aseguran desde la empresa.

Un contenedor sostiene el viejo cartel de la estación de trenes de Las Piedras, que es lo único que se preservará de los viejos ferrocarriles uruguayos en este lugar. La clásica terminal de la Asociación de Ferrocarriles del Estado (AFE) volverá a funcionar y tendrá tránsito de personas, aunque el tren pase ocho metros por debajo.

Desde que la estación está cerrada, el kiosco de Carlos Tejera –un hombre que vive en Las Piedras desde que nació, hace 56 años– tiene menos movimiento. Las obras, dice, lo afectaron para mal porque se cortó el pasaje de personas y, con eso, las ventas.

Desde que el tren de pasajeros dejó de funcionar por las obras del Ferrocarril Central en 2019, las ventas de Tejera tuvieron un impacto: bajaron entre 30% y 40%.

Carla Colman

En el kiosco tiene golosinas, hace quinielas y vende agua caliente. Ya le anunciaron que es probable que, cuando las obras de la trinchera de Las Piedras lleguen a esa zona, tenga que trasladarse 20 metros para no afectar el movimiento de los camiones y las máquinas, dice.

Desde su lugar, cuando el tren de UPM funcione, Tejera escuchará pasar entre 20 y 50 frecuencias todos los días. Pero, por ahora, la histórica estación de AFE está rodeada de chapas, tiene tierra apilada, agua estancada y una casilla abandonada.

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