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Esto es Peñarol: ocho candidatos, divisiones, negativas y vicepresidencias sin definir
A un mes de las elecciones en Peñarol, que se realizarán el 5 de diciembre, el oficialismo sigue sin presentar candidato y Juan Pedro Damiani, que desde el sábado está dando vueltas para oficializar su postulación, se encontró, este jueves, con la negativa de Armando Castaingdebat para la vicepresidencia.
Antes, Alejandro Ruibal ya había rechazado el mismo cargo, ofrecido por Damiani. Quien fuera un hombre clave en el proyecto del Estadio Campeón del Siglo, y un dirigente de mucho peso en la interna del club, le respondió que no era momento para sumarse a su lista.
El problema que tiene Damiani para nombrar al vicepresidente, es una dificultad que también se le planteó a otro de los candidatos que arrastra votos en esta elección, Evaristo González.
El actual secretario del club recibió, este miércoles, la negativa de Gastón Tealdi, actual vicepresidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).
El único de los aspirantes a la presidencia con posibilidad de ganar en las urnas y que ya resolvió la fórmula es Ignacio Ruglio, que irá acompañado por Eduardo Zaidensztat.
Ruibal, Tealdi y Edgardo Novick, a quien quisieron acercar como candidato de unidad, se encontraron con que no existe intención de llegar a un punto de acuerdo en Peñarol. No existe unidad, y, frente a ese escenario, prefirieron dar un paso al costado.
La realidad política del club es que está dividido, tiene siete candidatos confirmados (Guillermo Varela, Evaristo González, Ignacio Ruglio, Alejandro González, Mario Acle, Julio Trostchanky y Mario Colla); y espera por la confirmación de Damiani, quien sería el octavo nombre que tendrán los 23.500 socios de Peñarol que están habilitados para elegir al próximo presidente. Este escenario refleja la forma en que se desarrolla la agitada interna política de la institución.
Después de tres años de gestión como presidente, Jorge Barrera, un dirigente que se caracterizó en su mandato por unir, por dar participación a todos en el consejo directivo (excepto en estos tres últimos meses cuando, sobre el tema del entrenador, dijo que iba a resolver él y nombró a Mario Saralegui) y procurar consensos, desemboca en esta realidad que expresa la fragmentación de un club que atraviesa sus peores días a todo nivel.
Los resultados deportivos de estas últimas semanas lo expusieron al peor lugar: perdió el título del Apertura, está a 10 puntos del líder Nacional en la Tabla Anual, fue eliminado de la Copa Libertadores, fue desacoplado por Vélez Sarsfield en el reenganche que propuso la Copa Sudamericana, cambió de técnico sin explicación más que el deseo del presidente de poner a su amigo, e interrumpió el proyecto que le había entregado a Diego Forlán en diciembre de 2019.
Económicamente, cierra estos tres años cubriendo los contratos que firmó con ingresos por las ventas de más de US$ 30 millones, pero el club sigue arrastrando deudas y tiene un presupuesto que duplica al de Nacional solo en su plantel principal y con contratos que están fuera de la realidad del fútbol uruguayo.
Peñarol paga salarios mensuales de US$ 65 mil. Nacional topeó sus salarios en US$ 30 mil y Rentistas, el campeón del Apertura, tiene como tope salarial US$ 3.000.
Las negativas de Ruibal y Tealdi
A la decisión de Castaingdebat de bajarse de la vicepresidencia del oficialismo, se agregaron otros hombres de peso en la vida política del club que expresaron su negativa.
Ruibal confirmó a Referí que no va a participar en estas elecciones, “en nada”.
De todas formas, explicó: “Siempre voy a estar para dar una mano al club. No me voy a retirar, voy a estar cerca, pero no están las condiciones para meterme en una campaña”.
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Dijo que varios grupos le ofrecieron espacio para participar en los primeros lugares, y entendió que no era momento.
Damiani primero impulsó la candidatura de Ruibal como presidente, luego, ante la negativa, le planteó los primeros lugares de la lista. Evaristo González le ofreció la vicepresidencia. A ambos les dijo que no.
Tealdi estuvo ante una situación similar. Lo propusieron como candidato para una lista de unidad de la oposición. La aspiración del vicepresidente de la AUF era generar una lista única, uniendo oficialismo y oposición, pero no lo consiguió y decidió seguir en su lugar en la Asociación.
El 20 de noviembre vence el plazo para presentar las listas y, según expresaron a Referí quienes tienen experiencias en estos temas, deberán resolver no más allá del 12 o 13 de noviembre, en una semana, cómo se conforman las planchas porque tienen que imprimirlas, corroborar que no tengan errores, y presentarlas a la comisión electoral.
