Diego Battiste

Lacalle hace su juego con el FA dividido por su rol opositor

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03 de abril de 2020 a las 14:32

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Mi nombre es Gonzalo Charquero, soy editor de Actualidad de El Observador y por esta semana sustituyo a Gonzalo Ferreira, que cada viernes acerca a tu correo los apuntes para interpretar la realidad política. En la newsletter EnClave de este viernes comparto La Semana Traducida, con un análisis sobre el posicionamiento político del gobierno y la oposición a través de los hechos más destacados de los últimos siete días.

La semana traducida

Diego Battiste

El juego político

→ La semana que pasó, Luis Lacalle Pou cumplió su primer mes como presidente. Alejado de todos los planes que anunció durante la campaña electoral, el presidente pasó tres de las cinco semanas dedicado casi por completo a la emergencia sanitaria decretada el viernes 13, tras la propagación del coronavirus SARS-CoV-2 —como  lo llamó el Comité Internacional de Taxonomía de Virus— en Uruguay.

La anunciada ley de urgente consideración fue pospuesta, algunos planes de ahorro pasaron a segundo plano ante los envíos masivos al seguro de paro en el sector privado y los trabajadores informales que quedaron sin ingresos.  Ministros que aparecían en la primera línea, como Jorge Larrañaga (Interior), debieron reperfilar sus apariciones, mientras otros, como Daniel Salinas (Salud), que entraron al gabinete bastante más en silencio, quedaron en la picadora de carne.

Diego Battiste

→ Tras varios anuncios en días consecutivos desde el viernes 13 de marzo sobre medidas sanitarias y herramientas para paliar la pérdida de puestos de trabajo y la caída en la actividad económica, Lacalle Pou y su gobierno dedicaron esta semana también a algunos necesarios movimientos sobre el tablero político. El presidente abrió el diálogo con el Frente Amplio, pero marcó la cancha. La oposición, que se había mostrado crítica con el gobierno, bajó varios cambios. Primero, la tensión había sido por el ajuste de las tarifas públicas. Luego otros actores de la izquierda se sumaron al reclamo de una cuarentena general. Más adelante hubo chisporroteo por las cifras de informalidad y también generó molestias que Lacalle aceptara reunirse pero solo para una semana después del pedido. El presidente adelantó del viernes para el martes la reunión con referentes frenteamplistas y el Frente Amplio celebró el gesto y entregó varias propuestas al gobierno. Sin embargo, de la reunión de poco más de una hora la oposición no se llevó ningún “sí” sobre sus iniciativas. Así y todo, a la salida del encuentro el tono de los voceros fue conciliador.

El encuentro le permitió al gobierno establecer un diálogo con la oposición pero al mismo tiempo dar señales. Es que, después de escuchar los planteos, quedó en analizarlos, pero de momento ninguno prosperó. Los integrantes del Poder Ejecutivo repiten en sus conversaciones informales que gobierna el gobierno y ubican los planteos del Frente Amplio como un aporte dentro de las decenas de insumos que estudia el gabinete. Consideran, por tanto, que la lucha por el escenario público y la agenda es una de las primeras batallas a dominar en la confrontación política.

En la reunión acordaron, sí, los puntos para la creación del Fondo Coronavirus, que entre miércoles y jueves fue votado en el Parlamento, no sin antes chicanearse y pasarse facturas¿Acaso no está también para eso el Parlamento?.

Primeras encuestas

Leonardo Carreño

→ El primer mes del gobierno trajo también la publicación de una encuesta sobre la aprobación de la gestión de Lacalle Pou con valores que le dieron un espaldarazo en medio de la emergencia sanitaria. El 65% de los uruguayos aprueba la gestión del mandatario, mientras que 20% la desaprueba y 15% "tiene juicios intermedios o no opina", según una encuesta realizada por Equipos Consultores entre el 27 y el 29 de marzo.

"La forma en que el presidente y el gobierno se han desempeñado y han reaccionado frente a la llegada del coronavirus, también ha concitado un fuerte apoyo de los ciudadanos", dice el estudio de Equipos. Esa consultora y también Factum y Cifra presentaron sondeos que registran una amplia aprobación de las medidas tomadas por el gobierno. Aunque está claro que todavía faltan varios tramos claves de esta peripecia infecciosa, de momento el presidente goza de buena salud en términos de opinión pública.

Un tema central será ver cómo avanza la propagación de la enfermedad, algo que el gobierno analiza día a día. El sábado se registró la primera muerte porcoronavirus  de un paciente en Uruguay esta semana otras tres.

¿Hasta cuándo crece el número de infectados? ¿Cuál será la respuesta del sistema de salud? Esas incógnitas serán claves para el desempeño del Poder Ejecutivo.

El FA a dos velocidades: ¿qué traje se pone en la oposición?

→ El diálogo entre el gobierno y la oposición no tiene todavía un canal ni un tono definido, y eso lleva a una puja también dentro del Frente Amplio por qué lugar asumirá como oposición y acerca de quién será el interlocutor con el oficialismo.

Leonardo Carreño

 

Esta semana el expresidente Tabaré Vázquez volvió a aparecer en escena, y se mostró muy cercano a Javier Miranda, titular de la fuerza política, con quien tiene un diálogo permanente. Así, en un “tuya y mía”, anunciaron que el oncólogo encabezará un “plan nacional estratégico” para combatir al coronavirus. Vázquez quiso mostrar que está a la orden y sigue enviando señales para la interna. En el MPP eso hizo ruido.

Miranda estableció por su parte un vínculo directo con el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, con quien mantiene contactos vía telefónica. Mientras Delgado confirma a diario su rol de mano derecha del presidente, Miranda hace equilibrio en medio de la tensión interna de su partido.

En la coalición de izquierda hay quienes advierten que como oposición todavía no han encontrado qué traje calzar. La discusión es hasta dónde disputar al gobierno su discurso en medio de una emergencia sanitaria.

Días atrás, Lacalle había rechazado la cuarentena obligatoria, un reclamo de varios actores de la izquierda incluido Vázquez. Su argumento central fue defender la circulación de los trabajadores que ganan el peso a diario. Luego, impulsó el recorte transitorio de los salarios públicos más altos, incluidos los políticos. Lacalle dijo este jueves que no se aferra a los caminos ortodoxos en la búsqueda de soluciones y afirmó que ya pensaba en el día después.

“Las herramientas que tengamos a mano van a ser las que usemos para el día después. El mundo ha demostrado que ser ortodoxo en momentos de crisis no es buena cosa. Sin perder los principios vamos a usar todas las herramientas para prender las llaves del país de vuelta”
Luis Lacalle Pou, jueves 2 de abril

Estos y otros temas dejaron expuestos en la última semana posturas diferentes en la interna frenteamplista. No esnovedad, pero parece un aspecto que de momento juega a favor del gobierno.

El exministro de Economía y referente del ala socialdemócrata Danilo Astori aprobó el recorte de los salarios públicos y señaló que el rumbo económico del gobierno iba “en el camino correcto”. En cuanto a las tarifas, hubo sectores que plantearon ir hacia un congelamiento general de las subas.

El MPP fue uno de los que han asumido una postura más combativa. El martes no hubo un representante suyo en la reunión con Lacalle Pou a partir de un nuevo desencuentro con Miranda, luego que el presidente del FA se pegara a Vázquez.

En tanto, el miércoles el mujiquismo salió al cruce del gobierno cuando el proyecto de ley que creaba el Fondo Coronavirus llegó al Parlamento. El senador Charles Carrera (MPP) planteó en una conferencia de prensa una "rebaja permanente” para el salario de políticos. El MPP buscó así un camino para disputar el discurso de la austeridad al gobierno y el tema llevó a un debate en la cámara. El oficialismo lo rechazó y marcó que el punto no había sido discutido en una reunión previa de legisladores, aunque la cuestión tampoco reunía unanimidades en el Frente, que sigue buscando su tono opositor.

Cómo se posiciona el PIT

→ Otro de los brazos opositores es el PIT-CNT. El movimiento sindical abrió marzo con un acercamiento con Lacalle Pou pero viró enseguida tras el ajuste de tarifas anunciado en la segunda semana de gobierno. Con la declaración de la emergencia sanitaria, midió sus fuerzas en un cacerolazo, pero de momento las encuestas legitiman al presidente. 

Esta semana, en medio del récord de envíos al seguro de paro ocurrido en marzo, la tensión bajó por la negociación de la fecha de la próxima ronda de los Consejos de Salarios. El miércoles, tras una reunión entre el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, representantes del PIT-CNT y de las cámaras empresariales, el gobierno obtuvo el aval de empresarios y trabajadores para postergar la ronda salarial.

El próximo 30 de abril vence el convenio de la construcción, que es el primero en caducar. Hay otros 137 que caerán el 30 de junio, de sectores de la alimentación, metalurgia, banca, comercio, salud y transporte. Si sigue el camino de entendimiento, el gobierno comprará al menos un poco más de tiempo para evitar nueva conflictividad sindical en medio de la crisis sanitaria que rompió su luna de miel.

Soy Gonzalo Charquero, editor de Actualidad de El Observador. Podés escribirme a este mail por sugerencias y comentarios. Muchas gracias por llegar hasta acá.
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