Gobierno quiere terminal de pasajeros en Dique Mauá pese a proyecto de Buquebús en Puerto de Montevideo

Pese a que ninguno de los negocios está cerrado a esta altura, en los hechos el Poder Ejecutivo ya puso el pie en el acelerador para concretar el primero, con el anuncio de un llamado a licitación para sustituir la terminal del puerto y que esa zona se use como un área exclusiva para la logística de carga. Para esa concesión de 30 años correrán con ventaja los dos promotores privados: Berkes y Corporación América. 

Según supo El Observador, el segundo actor –hoy responsable de la gestión del aeropuerto internacional de Carrasco y recientemente el beneficiario de una concesión directa para los seis aeropuertos del interior– se incorporó al proyecto original de Berkes en una segunda etapa, cuando las conversaciones ya estaban más avanzadas. 

En caso de ganar la licitación, la compañía estará a cargo tanto de la conectividad comercial aérea como del transporte fluvial de pasajeros en Montevideo, al recibir los desembarcos de ferris y cruceros en la capital. Desde la Corporación América no están haciendo comentarios sobre el proyecto en Mauá, según dijeron a El Observador desde la agencia de comunicación Quatromanos. 

Esta iniciativa deja de lado la última propuesta de Buquebús para el puerto de Montevideo, al trasladar la actual terminal de pasajeros al Dique Mauá. De esta manera la compañía argentina del argentino López Mena vería frustrado su tercer plan consecutivo por este tema en el último quinquenio.

El primero fue durante el último gobierno del Frente Amplio, cuando la administración de Tabaré Vázquez envió al Parlamento un proyecto para enajenar el predio del Dique Mauá ante el interés de López Mena. Tras obtener los votos de la bancadas oficialista y blanca en el Senado, la iniciativa abrió distintas fisuras en la interna de la izquierda y acabó encajonada luego de su pase a Diputados. Socialistas, comunistas, MPP y otros grupos pusieron el grito en el cielo por enajenar la estructura histórica a un privado, incluso cuando el entonces ministro de Transporte, Víctor Rossi, había declarado que ese patrimonio se había tornado en un "nido de ratas". 

"En Uruguay hacen esfuerzos para ser pobres", afirmó López Mena a fines de 2018 ante el bloqueo legislativo. Dos años después, sin embargo, Buquebús volvió a la carga con un proyecto para llevar la terminal a Punta Carretas, zona donde ya estaba consolidada una iniciativa de la constructora Saceem para desarrollar un puerto deportivo por US$ 17 millones.

Desde el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) habían valorado a mediados de 2020 que las reformas en esa zona del faro serían "cuatro o cinco veces menores” que las necesarias en el Dique Mauá, y pusieron sus fichas en esa locación. No obstante, esa apuesta se enfrió, y terminó de apagarse este año cuando el ministro José Luis Falero confirmó a El Observador que López Mena se tomaba revancha con una nueva iniciativa de terminal, esta vez para el puerto de Montevideo, donde está ubicada la actual. 

¿Qué pasó? Fuentes del MTOP dijeron a El Observador que Punta Carretas presentaba dificultades asociadas al dragado, al tiempo que quedaba más alejada del canal fluvial a través del que buques y cruceros acceden al Puerto de Montevideo. Ante la más reciente de las iniciativas de Buquebús, la cartera ya había planteado que para esa zona de Ciudad Vieja debía contemplarse alguna solución para que el flujo de pasajeros no afectara la normal circulación de la carga y del tránsito en el lugar. 

Ya a comienzos de abril, Falero había dicho a El Observador que el planteo de Berkes para Mauá tenía el visto bueno de la Intendencia de Montevideo (IM), mientras que el privado buscaba "la ecuación económica que les sirva a todos". "Una de las dos iniciativas tiene que salir en este período”, había zanjado el ministro. Dos meses más tarde, ya se sabe cuál es la más viable de concretarse. 

Para eso, el grupo inversor está negociando con la IM los predios para la construcción de otros cinco edificios –incluido el viejo cilindro de la compañía del gas–, una actividad que busca dar espalda económica para avanzar en las obras del dique. El costo total de toda la operativa rondaría los US$ 400 millones. 

La nueva infraestructura quedaría a cargo de la Administración Nacional de Puertos (ANP), aunque la operativa correspondería a la concesionaria. "Con Buquebús hablamos permanentemente, tenemos un muy bien contacto porque es de los principales operadores. No tengo claro cuál es su opinión respecto a este proyecto (en el Dique Mauá). Lo que sí, si se quedan en el puerto, tenemos que resolver ese nudo con respecto a los ingresos y egresos de pasajeros de modo que esté separado del flujo de mercaderías", declaró a El Observador el presidente del organismo, Juan Curbelo. 

Desde Buquebús no están haciendo comentarios sobre el tema.