Llega el canciller alemán Olaf Scholz a la Argentina y luego irá a Chile y a Brasil

El primer tramo incluye la llegada al aeropuerto de Ezeiza, donde será recibido por el canciller Santiago Cafiero con quien tiene previsto ir a depositar una ofrenda floral en la plaza que honra a José de San Martín. Luego, en la sede del ministerio de Relaciones Exteriores, se reunirá con Alberto Fernández, tras lo cual hablarán con la prensa.

El domingo, Scholz irá a las sedes de algunas empresas alemanas y hará un recorrido por el Parque de la Memoria en la Costanera Norte del Río de la Plata. El mismo domingo partirá para Santiago de Chile donde continuará con su agenda, antes de cerrar la gira en Brasil. 

La visita del canciller alemán tiene una agenda económica, ya que está acompañado de una veintena de ejecutivos de áreas como energía, alimentos, agroindustria, biotecnología, laboratorios medicionales y minería. 

El objetivo del mandatario de la cuarta potencia económica del mundo –después de los Estados Unidos, China y Japón– es ampliar el comercio, el flujo de inversiones, el financiamiento de proyectos y la consolidación de las relaciones entre la Unión Europea y el Mercosur. 

Alemania es el principal socio comercial de la Argentina en la Unión Europea. En 2022, el intercambio total con ese país superó los US$3.600 millones, con un crecimiento del 8% respecto de 2021. La Argentina exportó por un total de US$883 millones (9% más que en 2021), sobre todo carne bovina, productos químicos inorgánicos, plata en bruto, lana peinada y miel natural. Las importaciones fueron del orden de US$ 2.719 millones, lo que dejó un déficit comercial para la Argentina del orden de US$ 1.835 millones.

Los países de la Unión Europea quieren ganar terreno en esta región de América donde China consolidó posiciones en los últimos 20 años. Días antes de viajar, Scholz contestó por escrito una entrevista del Grupo de Diarios América (que incluyen La Nación, de Argentina; El Mercurio, de Chile, y O Globo, de Brasil, entre otros).

En el plano de la geopolítica se mostró convencido de la necesidad de un mundo que rompa la bipolaridad. “Estoy convencido de que el mundo se volverá multipolar. En el futuro no habrá dos bloques, sino toda una serie de Estados influyentes, en Asia, África y también en América latina. Este mundo debiera estructurarse de forma multilateral, para que el mayor número posible de Estados cooperen entre sí. Abogo por un orden basado en normas, fundamentado en la Carta de las Naciones Unidas, los derechos humanos y el Estado de Derecho”, dijo al respecto. 

A su vez agregó que los desafíos son “superar juntos los retos venideros, como lo son la lucha contra el cambio climático, la transformación social y ecológica y una política sanitaria global”.

Respecto de la integración de los bloques de Europa y el Mercosur, dijo: “Queremos colaborar más estrechamente con nuestros socios de América latina y el Caribe en materia de energías renovables, hidrógeno verde y comercio responsable de materias primas”. 

Se mostró defensor del cambio de la matriz energética al decir: “Nuestro objetivo es fijar conjuntamente los énfasis para la protección global del clima, el medio ambiente y la biodiversidad, para la descarbonización y la transformación ecológica de nuestras industrias”.

Advirtió, sin embargo, que 2023 será un año de uso de energías fósiles, “porque ya no podemos confiar en el suministro energético de Rusia. Transitoriamente, seguimos utilizando carbón y gas. Pero Alemania quiere generar alrededor del 80% de su electricidad a partir de energías renovables para 2030 y alcanzar completamente la neutralidad climática en 2045”. 

Respecto de los intereses en Latinoamérica se mostró interesado “en la producción de hidrógeno verde para un mercado mundial funcional y lograr conjuntamente que una prosperidad carbono neutral sea posible”. 

Remarcó que alienta los esfuerzos de “la Comisión Europea con los socios de Mercosur para alcanzar un acuerdo rápido”.