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Los actuales desafíos de la empresa familiar

A lo largo de los años los negocios vienen y van; pero la única constante es que debemos estar siempre actualizados

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27 de octubre de 2021 a las 05:04

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Una de las mayores preocupaciones de los hombres y mujeres que lideran las empresas familiares es la velocidad con la que el mundo avanza. Predecir o anticiparse a la vorágine resulta el mayor desafío, y si a usted no le quita el sueño el actual escenario, el problema es aun mayor si desea que su empresa y su familia perduren.

El mercado actual no es lo que solía ser 10 años atrás, incluso cinco años atrás. Mirar hacia adelante se ha vuelto una tarea de enorme dificultad, y se asemeja mucho a encontrarnos en medio de una densa neblina en la que no podemos predecir lo que vendrá más allá de pocos metros. Vivimos en un mundo de enorme volatilidad global, un mundo complejo y con una interconexión entre variables económicas y sociales jamás vista.

En este mundo actual ya no estamos tan seguros como lo estábamos 10 años atrás de poder predecir el futuro. Sin embargo, es nuestra responsabilidad hacerlo, y para ello es esencial tener muy claras las bases fundamentales de la familia, pues el tiempo corre y no hay margen de error si queremos adaptarnos con rapidez a las oportunidades que el mercado y la tecnología ofrecen, y sobre todo: resistir a los embates y avances de los competidores cada vez más globales y económicamente poderosos.

A lo largo de los años los negocios vienen y van; pero la única constante es que debemos estar siempre actualizados. A lo largo del tiempo podemos ver cómo cambian los negocios, incluso a través de generaciones y generaciones que van pasando, pero la familia detrás de esos negocios puede estar alrededor de ellos por generaciones, por ello la familia es la entidad que genera y construye valor a lo largo del tiempo; y eso es lo que perdurará si los hombres y mujeres lideres de empresas familiares hacen bien las cosas.

Hacer las cosas bien es desafiante, y uno de los principales retos es el de asegurar la capacidad de adaptación e innovación de generación tras generación. Para lograrlo, uno de los aspectos centrales es el establecimiento de la dirección de la familia; fijar el rumbo comunicando claramente hacia dónde se quiere ir y cómo.  -“Este es el camino, hacia allá es hacia donde vamos, y estas son las cosas que queremos proteger”, son los desafíos que los lideres de la familia empresaria deben afrontar. Los lideres establecen las direcciones, muestran el camino, e incluso en la mayoría de los casos son los primeros en emprenderlo. ¿Pero cómo hacerlo en el actual contexto de volatilidad, incertidumbre y rapidez con la que el mundo avanza?

Una de las formas de llegar a buen puerto es manteniéndose fiel a los principios centrales que han dado identidad a la familia. Estos principios fundamentales involucran tres aspectos claves:

  1. la promoción del carácter emprendedor de los miembros de la familia -el emprendimiento serio, profesional y permanente es el gen que diferencia a las familias exitosas de las que no lo son.
  2. La tolerancia al fracaso y el apoyo incondicional de toda la familia a sus integrantes. Esto solo se logra de la mano de un líder preparado intelectualmente, que les permita prever las adversidades y especialmente reconocer que el fracaso de los miembros de la familia en una aventura empresarial se debe en gran medida al fracaso de aquellos que no brindaron soporte o herramientas necesarias para que no naufragase el heredero o la heredera que emprendió el proyecto.
  3. Finalmente una gestión estratégica de la familia con la misma rigurosidad con la que se gestiona la estrategia en los negocios; para lo cual hay que anticiparse a los pasivos familiares (enfrentamientos, pérdida de valores comunes, rumores, celos, disputas); y en igual medida hay que dedicar esfuerzos para fortalecer los activos familiares (valores compartidos, confianza, transparencia, comunicación, plan de carrera de cada miembro de la familia, protección de los motivos de identidad y orgullo de pertenecer a la familia, cuidado de las comunicaciones, y establecimiento de un canal para que los miembros de la familia puedan expresar sus diferencias y sientan que sus inquietudes son atendidas).

En el actual contexto de volatilidad e incertidumbre, el mercado tal como lo conocíamos se ha transformado en una densa niebla que dificulta la anticipación a los próximos años y se aleja de manera alarmante de lo que hicimos exitosamente diez o cinco años atrás. En este contexto, el mayor desafío de las familias empresarias es desarrollar un liderazgo estratégico de la mano de un sistema de gobierno que le posibilite a la familia proteger sus activos fundamentales: sus valores, su identidad y la promoción de la actitud emprendedora de sus miembros. Solo de ese modo el hombre y la mujer de empresa familiar podrán imaginarse el mundo al 2030, un desafío que muy pocos lograrán anticipar. Quienes lo logren, será porque entendieron que las familias que perduraron en los negocios fueron aquellas que cuidaron sus activos familiares y gestionaron con anticipación los pasivos familiares. ¿Logra usted imaginarse el 2030? ¿Cuál será su próximo paso para adelantarse a su competidor?

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