Pablo y su mamá Elisa

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Los árbitros le mandaban consejos con su madre, el enojo con Beckham y el paso por Peñarol: la vida de Pablo "Bolita" Lima

Ganó tres veces el Campeonato Uruguayo, jugó en la selección con 20 años, recibió una de las rojas más rápidas en Argentina y se radicó en Miami
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02 de septiembre de 2023 a las 05:04

Fue mascota de Progreso, no lo quisieron en Defensor porque era muy chico y levantó tres veces la Copa Uruguaya con Danubio. Se amarga cuando recuerda la razón por la que Ariel Krasouski no lo puso en las finales del Campeonato Uruguayo contra Nacional en 2001. Ese mismo año Pablo "Bolita" Lima marcó el gol que metió a la selección de Uruguay entre las cuatro mejores de América. El día que debutó en Vélez Sarsfield recibió una de las rojas más rápidas del fútbol argentino.

Jugó en Danubio con Diego Forlán y Edinson Cavani. Se hace cargo de su improductivo pasaje por Peñarol y fue despedido de su cargo de director deportivo de Danubio porque no quiso "entrar en el sistema". Luego se radicó en Miami donde tiene una academia de entrenamiento personal y es intermediario de la MLS.

De la Teja a Jardines

Lima pisó la cancha del Estadio Centenario por primera vez cuando tenía 6 años como mascota de Progreso. Su mamá era funcionaria de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y lo dejaba en el túnel con los jugadores, a los que conocía porque nació y creció en La Teja, cerca del Paladino.

"A veces iba a alcanzar las pelotas, a estar con los jugadores. De chiquito lo único que quería era jugar al fútbol. Me preguntaban qué quería ser cuando fuera grande y yo siempre decía, 'quiero llegar' y ese quiero llegar no sé de dónde lo saqué, pero siempre lo repetía", contó Lima a El Observador.

Lima, con 6 años, mascota de Progreso; en la foto junto a Pedrucci y Cóccaro

Jugó al baby fútbol en Sagrada Familia y antes de llegar a Danubio jugó en la Séptima división de Defensor, donde no lo quisieron porque era muy chiquito.

"Los comienzos fueron duros como a muchos chicos les pasa. Cuando iba al Ingeniero Del Campo estaba más de una hora arriba del ómnibus; para ir al Forno también. En Tercera y cuando empecé en Primera íbamos a la Liga Universitaria y se complicaba porque tomaba uno desde mi casa, después otro interdepartamental y después cruzaba el Parque Roosevelt caminando", una travesía que catalogó "difícil" pero enriquecedora porque "Danubio me enseñó valores, no solo en lo futbolístico, sino en el día a día, que me sirvieron para la vida".

Destacó a sus primeros entrenadores, Daniel Martínez en la Quinta división y Daniel Bañales en Quinta y Cuarta. 

Antes de comprarse el auto, como la mayoría de los jugadores, con el primer dinero importante que cobró tras jugar en la selección compró una casa para sus padres en La Teja. "Me quedé sin un peso y tuve que esperar hasta salir campeón con Danubio en 2001 para tener mi propio automóvil", recordó. Ese año el franjeado ganó el Apertura.

La actualidad de Lima en Estados Unidos

Durante muchos años su mamá trabajó en la AUF y Pablo recuerda una anécdota: "A mi vieja la conocen más que a mi. Cuando empecé a jugar en Primera división yo ya tenía el historial de ser bastante pegador. Entonces los árbitros veían a mi vieja en la AUF y le decían, 'che Elisa, decile a Pablo que juegue tranquilo, que se tranquilice. Le decimos Pablo, quedate tranquilo y a los dos minutos ¡pum!".

Durante la etapa en Danubio tuvo como compañeros a "Juan Manuel Olivera, Nachito González, Michael Etulain, que se yo.. Edi Cavani, Diego Forlán que era un poco más grande que yo pero entrenábamos y a veces jugábamos juntos, Gargano ya de más grande, Carlos Grosmüller, Juan Manuel Salgueiro... empiezo a nombrarlos y voy a quedar mal con muchos".

En 2001, cuando la Franja jugó la final del Campeonato Uruguayo frente a Nacional, Lima era titular, pero en la final el técnico Ariel Krasouski no lo puso. "Pasó algo feo porque yo había estado en la selección, citado para las Eliminatorias, y cuando volví el entrenador me sacó, me dijo que no había estado. Pero yo estaba en la selección, no me había ido a mi casa. Así me sacó para las finales y fue un sabor amarguísimo. Doble sabor amargo porque no salimos campeones y me sacó sin motivo alguno".

Tenía 20 años y la situación le impactó en ese momento, aunque "al final del día es la decisión del entrenador y hay que acatarla", subrayó.

Pablo Lima en Danubio 2013

Unas de las virtudes innatas de Lima, pero que además entrenaba a diario, era la pegada de pelota quieta: "Entrenaba muchísimo los tiros libres, me quedaba horas pateando hasta el último día que jugué al fútbol, porque creía muchísimo en la repetición y en el entrenamiento".

Señaló que "si no lo practicas no lo vas a  mejorar y considero que los chicos cada vez tienen menos tiempo para el fútbol, más tiempo para otras cosas, y menos tiempo para pulir las cosas que hacen bien y a pulir el doble las cosas que hacen mal. No tienen ganas, no quiero generalizar porque no está bien, pero muchos chicos piensan en el Instagram, la foto, los likes, en vez de preocuparse en lo que hacen bien o mal. Es mi forma de pensar, no quiere decir que tenga la verdad".

El gol a Costa Rica y el pase a Vélez

Debutó en la selección en la Copa América 2001 que se jugó en Colombia y marcó un gol inolvidable de tiro libre frente a Costa Rica. "Me tocó estar con jugadores de mucha experiencia, Chengue Morales, Gustavo Munúa, Carlos Morales, el Gallego Martínez, la Momia Lemos, un plantel raro para la situación que se había dado, pero hermoso y más hermoso cuando pude hacer el gol contra Costa Rica y puse a Uruguay entre los 4 mejores de América".

El 22 de julio de 2001 Uruguay le ganó 2-1 a los ticos en Armenia, con goles de Rodrigo Lemos de penal y de Bolita Lima de tiro libre. En semifinales los celestes cayeron 2-1 ante México.

"Fue uno de los momentos más lindos de mi vida; todos tenemos la ilusión de jugar para nuestro país y yo lo pude hacer".

También jugó un partido contra Inglaterra en 2006 y se enojó cuando David Beckham le pegó una patada a Mario Regueiro. Pero todo quedó en la cancha, que en esa oportunidad fue la de Anfield.

Pablo Lima se enojó con David Beckham

En 2007, después de coronarse campeón Uruguayo, firmó por cuatro años en Vélez Sarsfield. "Con Danubio jugué la pre Libertadores contra Vélez y se ve que al técnico Ricardo Lavolpe le gustó como anduve y me llamó para que fuera a jugar con ellos".

El debut no fue el más soñado, pero hoy lo recuerda con humor. A los 2 minutos de partido vio la tarjeta roja por un planchazo a Pablo Jerez, lateral derecho de Colón. "Fue horrible, yo pensaba que seguía en el fútbol uruguayo y a los 2 minutos me expulsaron, creo que fue un récord en el fútbol argentino. Por suerte ganamos y el hincha de Vélez siempre lo recuerda como broma porque ganamos, si no me seguirían puteando".

Lima contó que solo besó tres escudos durante su carrera, los de Danubio, Uruguay y Vélez: "Es un equipo que quiero mucho, estuve muchos años, crecí, es un club hermoso para jugar y siempre que tengo la posibilidad de recordarlo lo hago porque es así lo que siento".

El año pasado antes de firmar en el club de Liniers, Diego Godín tuvo en cuenta la opinión de Lima: "Con Diego somos amigos; me consultaron de Vélez y le di para adelante. Cuando nos juntamos en Arizona para un partido de Uruguay, que yo viajé para estar con el plantel y ver a mis amigos, estuvimos tomando unos mates en la habitación con Diego, me consultó y le dije que era un equipo maravilloso. Después las cosas futbolísticamente no se dieron muy bien, se lesionó y el club no está pasando por un buen momento, pero es fútbol y va cambiar. Le gustó mucho la experiencia y después tomó la decisión personal de no jugar más".

Junto a Ricardo Gareca en Vélez Sarsfield

Tras el paso por Vélez, Lima jugó seis meses en Rosario Central, del que también guarda un lindo recuerdo. "Central es diferente a todo, distinto, de la forma que vive la gente, el jugador, el entorno, es muy distinto a cualquier otro club que haya jugado. Se vive de una forma increíble, la pasión que tienen, cómo van al estadio, cómo te recibe la gente y cómo te quieren si te va bien, es espectacular. Hace poco me mandaron una camiseta del club para que yo pudiera sortearla entre mis seguidores, tengo un lazo muy fuerte con Rosario y con Vélez".

La crisis de Grecia y el regreso a Argentina

En agosto de 2010 cruzó el Atlántico para firmar por dos años con el Iraklis de Salónica. Le fue muy bien, hasta que estalló la crisis económica en Grecia y tomó la decisión de regresar a Argentina para jugar en Colón de Santa Fe, pero no se sintió cómodo.

"El entrenador (Mario Sciacqua) estuvo meses llamándome para que fuera. Para el primer partido no llegó el transfer, el equipo ganó y no me puso más. No era lo que habíamos hablado, porque me había dicho que iba a tener la prioridad y si después había otro que jugaba mejor que me sacara. Estuve un año, no me gustó la ciudad y me fui a Quilmes". Un año después regresó a Danubio para volver a ser campeón.

Pablo Lima y Paolo Montero

Ganó el Apertura 2013 con un gol clave de Lima frente a Sud América, de tiro libre para variar. "Siempre es lindo salir campeón y más con Danubio", dijo.

A fines de ese año lo fue a buscar Peñarol y la salida de Jardines generó polémica: "Fue traumático porque surgió una discusión con el presidente de ese momento, Óscar Curutchet, una discusión muy fuerte, un cambio de palabras y de pensamientos. No compartí para nada lo que me planteaban y me fui porque era lo más sano para todos".

Sin confianza, no rindió en Peñarol

En enero de 2014 llegó a los aurinegros, dirigidos por Jorge Goncálvez, pero al cabo de ese mes el técnico fue sustituido por Jorge Fossati luego de perder dos clásicos amistosos (uno por penales).

"Mi pasaje por Peñarol no fue bueno, no era lo que yo esperaba, no me salieron las cosas como yo esperaba, y me hago cargo totalmente, no busco excusas ni culpo a nadie. Fue un debe en mi carrera, tampoco es para darme palos, pero las cosas hay que decirlas como son", señaló.

"De chiquitito mis dos hermanos me llevaban al Estadio a ver a Peñarol, pero cuando empecé a crecer y a jugar contra Peñarol, a sufrir contra Peñarol, y ganar torneos o ver que te ganan torneos, me hice hincha de Danubio. Tampoco era hincha fanático de Peñarol, mis hermanos me llevaban a la cancha"

Lima agregó que "si me daban un poquito más de confianza, si Fossati me hubiera bancado, podría haber cambiado esa historia, pero no tuve su apoyo. Así que nada que reprocharle tampoco, las cosas se dieron así. Pasé bien, me reencontré con muchos amigos y del club y la gente no tengo nada que decir. No te esperan como en tu club, hay que ir y demostrar porque por algo estás en Peñarol, algo vieron en vos para que estuvieras ahí, entonces si vas y no respondés, es obvio que la gente te putee. Es así, está bien y tenés que aceptarlo". 

Regresó a Danubio en 2015, jugó su último año como futbolista profesional y luego continuó como director deportivo, cargo del que fue cesado 10 meses más tarde.

"Cuando haces las cosas bien y querés cortar lo que está mal hecho, cortar muchas cosas sucias, no entrás en el sistema. Y cuando no entrás en el sistema, no servís, molestás. Pero estoy tranquilo porque dejé todo como cuando jugaba y porque no le toqué un peso a nadie", expresó.

Bolita con la camiseta de Peñarol

Lima se preparó para el después de su carrera como jugador y es entrenador, director deportivo y coaching ontológico. "El año próximo seguramente haga la licencia FIFA", agregó.

En Miami, trabajo y disfrute

Hace seis años se radicó en Miami, donde vive actualmente. "Llegué acá porque Adrián Paz me propuso poner una academia de fútbol. Él estuvo solo el primer año y yo los otros cinco años. La cerré hace tres meses y cambié el formato a una academia high performance (alto rendimiento) de clases personalizadas".

Tiene alumnos de hasta 18 años. "El nivel no es tan bueno, pero lo importante es que tienen ganas y con la movida de Messi están motivados. Messi le hizo muy bien a todos, es el mejor de la historia, abrió muchas puertas y hay posibilidades para poder involucrarse con chicos en distintas áreas dentro del fútbol".

Con la 6 de la selección uruguaya

La llegada de Lionel Messi para jugar en Inter Miami "le hizo muy bien a la liga, a la ciudad y al fútbol de Estados Unidos".

Además de la academia, Lima está trabajando de intermediario con dos agentes de la MLS (Major League Soccer). "Estoy contento en este país, donde funciona todo, donde hay muchas reglas, pero si las cumplís podés vivir bien". Juega al tenis, al padel y vive la vida como no pudo hacerlo cuando jugaba al fútbol profesionalmente. "Me siento afortunado de haber sido jugador de fútbol, me siento agradecido, porque me dio mucho. Tuve la posibilidad de darle todo a mi familia y me enseñó valores que los pude utilizar para la vida. Muchos amigos, experiencias únicas y lo más lindo fue haberme puesto la camiseta de Uruguay y haberla defendido. Eso me hincha el pecho", expresó.

Trayectoria

  • Danubio
  • Vélez Sarsfield
  • Rosario Central
  • Iraklis Salónica
  • Colón de Santa Fe
  • Quilmes
  • Peñarol
  • Selección uruguaya

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