China seguirá siendo el principal mercado para los exportadores de carne vacuna en la próxima década. El incremento del consumo per cápita será constante en los próximos años, a pesar del enlentecimiento del crecimiento de la economía china. La producción local no alcanzará a cubrir la nueva demanda, impulsada en parte por la creciente urbanización de la población, y el país necesitará importar entre 500 mil y 1 millón de toneladas más que en la actualidad.
La economía de China atraviesa su peor momento de los últimos 15 años. El sueño chino de dominar la economía mundial hace una pausa para ajustarse el cinturón después de tres años de inestabilidad producto de la pandemia de covid-19 y las presiones inflacionarias globales. “Lo más traumático ya pasó”, entiende el trader uruguayo de carnes Daniel Castiglioni, director de Casti Trading.
“Sin embargo, los especialistas chinos calculan que recién en dos años se puede proyectar una recuperación completa de la economía y el consumo”, apuntó.
Crecimiento anual del PIB en China.
La economía ya no crecerá a un promedio del 7,6% anual como en el período 1985-2019, sino a un promedio de entre 4% y 5%, y también será más lento el aumento de ingreso de los hogares. El desempleo juvenil está en máximos históricos, por encima de 20%, y el gobierno intenta reactivar el consumo con medidas de estímulo que incluyen la baja de tasas.
Sensación de crisis
Más allá de los números fríos, “hay una sensación de crisis, de intención de evitar gastos; en las grandes ciudades se ve muy genéricamente que vuelve la vieja cultura del ahorro”, describe Castiglioni, experto en un mercado que visitó este año después de tres años de ausencia obligada por las restricciones para viajar.
Aun así, es difícil que el segmento alto de consumidores vuelva para atrás después de haber probado la carne vacuna, considera Castiglioni. En Argentina, el presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) tiene una visión similar: en China hay 150 millones de personas con altísimo poder adquisitivo que pueden ser un mercado importante para los cortes "premium" como los que compra Europa.
Las conclusiones de un informe reciente del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) sobre el potencial de crecimiento del mercado de carne de China indican que el consumo de carne es “relativamente insensible” a los cambios de precios.
“El consumo de carne vacuna y ovina ha crecido a pesar de los sostenidos aumentos de precios; los modelos estadísticos basados en aumento de ingresos de los consumidores y precios de la carne sugieren que China tiene potencial para un crecimiento constante del consumo”, afirma el estudio del USDA de julio pasado.
Más vaca y menos cerdo
El consumo total de carnes en el país aumentará entre 21 y 23 kilos per cápita para 2031. Desde los actuales 54 kilos a unos 75 kilos anuales per cápita. El consumo de carne de ave, vacuna y ovina crecerá más rápido que el de cerdo, que seguirá representando más de la mitad del total, proyecta el USDA.
De hecho, para 2031 los chinos habrán agregado 3,45 kilogramos anuales por persona de carne vacuna y ovina en su dieta. Un incremento de alrededor de 33% desde los 7 kilos actuales para superar los 10 kilos por año.
Otro estudio reciente, las Perspectivas Agrícolas 2023-2032 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), estima que dentro de 10 años China importará un millón de toneladas de carne vacuna más que en la actualidad: unos 4,5 millones de toneladas anuales.
El USDA no es tan optimista. Cree que las importaciones de carne de res podrían alcanzar los 4 millones de toneladas anuales.
Exportaciones de carne a China por año.
“Esta tendencia crea nuevas oportunidades para los exportadores en los Estados Unidos y otros países, pero también plantea desafíos de seguridad alimentaria e impactos ambientales”, sostiene el informe del USDA.
La importación de carne de cerdo y de ave caería 25% en el mismo período.
La reducción de la población es contrarrestada por un acelerado proceso de urbanización: el consumo de carne vacuna es el doble entre la población urbana que en la rural, un dato clave, así como las diferencias importantes de consumo entre regiones.
Para la carne vacuna y ovina se destacan Xinjiang que con 19 kilos per cápita triplica el promedio país, mientras que Beijing lo duplica con unos 12 kilos anuales.
China alcanzó un pico de 1.425 millones de habitantes en 2022 y la curva ahora es descendente. Para el año 2040 serán 1.380 millones de habitantes, cada vez más concentrados en las ciudades.
¿Factores de incertidumbre? Un crecimiento económico menor al proyectado, preocupaciones para la salud y eventos de sanidad animal, envejecimiento de la población y desarrollo de sustitutos a la carne.
Precios flojos y menor fluidez
La coyuntura actual del negocio cárnico se resume en un mercado donde el consumo no se ha reactivado a los niveles que debería, con importadores stockeados a precios altos y necesidad de licuar pérdidas con compras nuevas a valores entre 20% y 25% inferiores a las de principios de año, cuando se esperaba un boom pospandemia.
Brasil y Argentina siguen exportando grandes volúmenes a China. Los envíos desde Australia crecieron fuerte, mientras que Estados Unidos y Uruguay se han visto relegados, por menor tracción y también por la reducción de capacidad de producción, en el caso de Uruguay por la sequía.
“Se concretan negocios pero no con la fluidez a la que estamos acostumbrados y es difícil alcanzar valores que a la industria le sirven para ser rentable”, apunta el director de Casting Trading. En los primeros siete meses del año el volumen de compras de China en Uruguay cayó 30%, de 220 mil a 153 mil toneladas.
Exportaciones de carne a China enero-julio.
Brasil viene ajustando los precios y los márgenes de la cadena ganadera y cárnica, menos dependiente que la uruguaya del mercado internacional. Mientras Brasil y Argentina exportan algo más del 30% de su producción, Uruguay coloca en los mercados exteriores más del 80% de la carne que produce.
“China va a seguir estando”, sostiene Castiglioni, “toca ajustar el cinturón un par de años”.
Exportaciones mensuales de carne a China.