Estilo de vida > GASTRONOMÍA

Los tomates pueden ser más sabrosos

Científicos encontraron un método para que los frutos no pierdan sus propiedades en su trayecto entre la granja y las góndolas
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21 de agosto de 2015 a las 05:00
Si alguna vez han comparado tomates de granja con frutos que se pueden conseguir en un almacén promedio, es posible afirmar que los últimos son unos meros sustitutos. Pero modificando ligeramente la manera en que los tomates son preparados para ser vendidos, según afirman científicos, pueden hacerlos un poco más suculentos. La clave es darle un baño caliente antes de enviarlos a las tiendas.

Los tomates de los almacenes y supermercados no son particularmente frescos. Fueron transportados desde otra locación, permaneciendo días o semanas en depósito antes de llegar a las góndolas. Esto significa que no eran exactamente rojos y maduros cuando fueron recogidos; si lo hubiesen estado, serían un desastre descompuesto para cuando lleguen.

Entonces, los tomates son recolectados cuando aún están verdes y "madurados" con un gas llamado etileno. Es totalmente natural; es el gas que los tomates, manzanas, bananas y otras frutas liberan cuando estas se descomponen, y su presencia señala que otras frutas cercanas deben seguir sus pasos. Pero lo que viene después no es bueno para las papilas gustativas: una vez que las frutas están perfectamente maduras, son almacenadas en frío para mantener su frescura.

Sin embargo, el resultado de las bajas temperaturas es una disminución de su sabor. En el Encuentro Nacional de la Sociedad Química Americana realizado esta semana, un grupo de investigadores presentó una simple solución: previo a su venta darle a las frutas un buen baño caliente.

En el experimento, llevado a cabo por investigadores del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, el Servicio de Investigación Agrícola y la Universidad de Florida, se utilizaron tomates cultivados en el estado de Florida para ser introducidos en agua caliente (alrededor de 50 grados), por cinco minutos antes de ir a parar a los depósitos fríos como el resto de los tomates.

Ese baño caliente parece haber mitigado los efectos "desaborizantes" del frío. Los componentes importantes en el gusto –los químicos que le otorgan al tomate su sabor-, aparecieron con mayor abundancia en los tomates experimentales, incluso luego de ser almacenados.

Los investigadores están trabajando en encontrar otras técnicas, unas que traten a los tomates en estadios anteriores del proceso de producción, o que permitan que maduren en la planta sin que peligre su descomposición durante el tránsito a su destino final- para que los tomates sepan aún mejor.

RECETA

Receta tomate relleno
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Un tomate relleno diferente

Ingredientes

4 tomates medianos
1/4 taza de aceite de oliva
1 hinojo
1 cebolla
1 diente de ajo
3 cdas. de ketchup
1 cda. de salsa Worcestershire
1 1/2 cdta. de vinagre de vino blanco
1 1/2 cdta. de miel
340 g. de carne picada
Sal a gusto
1 taza de couscous
2 cdas. de vino blanco
1 taza de salsa de tomate
3/4 taza de caldo de gallina
Medio limón

Para los tomates: precalentar el horno a 200 grados y colocar papel de horno en una fuente.
Cortar y reservar partes superiores de los tomates; retirar con una cuchara la pulpa (y reservar para otro uso si se desea). Colocar los tomates sobre la fuente.
Calentar dos cucharadas de aceite en una sartén grande a fuego medio. Mientras, cortar el hinojo, descartar su centro y cortar el resto en cubos pequeños. Una vez que el aceite esté caliente, saltar el hinojo por entre 5 a 7 minutos, mezclando ocasionalmente.
Cortar la cebolla en cubos; reservar 1/3 del couscous. Picar el ajo; mezclarlo con la cebolla llevarla a la sartén; cocinar por 5 minutos y apagar el fuego.
Colocar ketchup, salsa Worcestershire, vino blanco, miel y carne picada en un bowl; usar las manos limpias para mezclar. Salpimentar a gusto.
Agregar los vegetales de la sartén y mezclarlos con la carne. Dividir la mezcla entre los tomates de manera que sobresalga de sus bordes, colocar la tapa y cubrirlos con las 2 cucharadas de aceite restantes. Cocinar durante 20 a 25 minutos o hasta que la carne esté cocida.
Mientras se cuecen, hacer el couscous: calentar aceite en una olla pequeña a fuego medio. Una vez caliente colocar cebolla picada y el couscous, y cocinar durante 3 minutos, luego subir el fuego. Agregar vino blanco, la salsa de tomate y el caldo. Una vez que la mezcla hierve, reducir el fuego y cubir durante 10 minutos.
Servir el couscous con un tomate en un plato hondo y vertir unas gotas de jugo de limón en cada porción.


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