Luces y sombras para la economía

Inflación en baja y mejora de la nota 

La inflación se moderó más de lo previsto en octubre, se alejó del umbral psicológico del 10%  y todo parece indicar que noviembre mantendrá esa senda hasta el cierre del año.

Esta semana el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) estimó como escenario más probable que la inflación termine el 2022 por debajo del 9%, más concretamente en 8,78% para ser exacto. El descenso en el ritmo de aumento de los precios se apoya “en las notorias caídas del precio del ganado”, según Cinve, y su consiguiente incidencia de los precios de la carne al público (buenas noticias para la parrilla de las Fiestas). 

Si esa previsión se confirma, el dato quedará bastante cerca del 8,5% que proyectó el equipo económico cuando presentó la última Rendición de Cuentas en el Parlamento a mediados de año. Que la inflación se modere no solo es una buena noticia para la población de menores ingresos (más expuesta a los vaivenes de los precios del consumo) sino también para la recuperación del poder de compra de los salarios y las jubilaciones.

De hecho, las buenas noticias para el bolsillo pueden extenderse para las tarifas de los combustibles en diciembre. Los precios de los combustibles refinados en la Costa del Golfo —el mercado teórico que el gobierno relojea como un insumo para definir las tarifas de Ancap— vienen jugando a favor y el escenario más probable a esta altura del mes es que las tarifas se mantengan o incluso pueda darse una baja del gasoil y/o las naftas.

Otra noticia positiva que recibió el gobierno al cierre de este año fue la mejora en la calificación de la deuda pública por parte de dos calificadoras de riesgo. En octubre, la calificadora japonesa R&I subió la nota de la deuda soberana uruguaya en moneda extranjera a BBB+ desde BBB, con perspectiva estable. Así Uruguay logró la más alta calificación crediticia en su historia. En tanto, esta semana la canadiense DBRS Morningstar  también elevó la calificación de la deuda soberana uruguaya en moneda extranjera a BBB desde BBB low, y quedó un escalón por encima del mínimo del grado inversor. Tener una buena nota básicamente lo que te permite es reducir el costo de pedir prestado del Estado cada vez sale a emitir deuda para cubrir su déficit y pagar los intereses y amortizaciones de su deuda pública. El rojo de las cuentas públicas cerró en los 12 meses a octubre en el equivalente a 2,6% del PIB, el menor nivel en la gestión Lacalle Pou.

La economía uruguaya, por su parte, crecerá a una tasa del 5,2% este año según el pronóstico que estimaron los analistas en la última encuesta del BCU, casi medio punto por encima de lo que proyectó el gobierno (4,8%). Para 2023, el escenario ya luce más desafiante —por un contexto externo más complicado— con una previsión de crecimiento económico del 3%, según los expertos.

Un dólar pinchado y el freno de la actividad 

La debilidad que viene mostrando la cotización del dólar sobre el cierre del año terminó por generalizar la preocupación en distintos sectores de actividad en las últimas semanas. La Cámara de Industrias, la Unión de Exportadores, la Federación Rural, la Asociación Rural y la Asociación de Cultivadores de Arroz fueron algunas de las gremiales que públicamente cargaron contra la política monetaria que lleva adelante el Banco Central (BCU) de subir la tasa de interés para anclar las expectativas inflacionarias. En la autoridad monetaria consideran que es un error cargar contra esa política como la única responsable de la trayectoria actual del tipo de cambio y, hasta ahora, se ha optado por no intervenir en el mercado y dejar que la oferta y la demanda fijen su precio.

En el acumulado del año, el dólar se debilitó más de 12% frente al peso uruguayo y este jueves se negociaba a $ 39 en el interbancario; la última operación del año pasado se había pactado a $ 44,70.

Aunque el grueso de los analistas privados dan como un hecho que la economía uruguaya crecerá en promedio más de 5% este año, la marcha de la actividad tiende a enfriarse sobre el cierre del año. Así lo reconoció el Banco Central (BCU) tras el último Comité de Política Monetaria (Copom) de noviembre. “Se continúa previendo un buen nivel de crecimiento económico anual, más allá que algunos indicadores adelantados muestran un crecimiento más lento de la actividad en el segundo semestre del año”, reconoció el Copom. De hecho, el empleo se ha mantenido estancado en la comparación interanual en los últimos meses con prácticamente la misma cantidad de ocupados, mientras que la pobreza dejó de bajar e incluso avanzó en la franja de 0 a 6 años a 22,5% del total durante el primer semestre de este año, según el INE.

El 2023 asoma como un año algo más complejo aunque no necesariamente dramático para la marcha de la economía uruguaya. El desempeño de la inversión privada (la pública ya está prácticamente definida) será clave para amortiguar el vacío para el empleo que dejará la finalización de la planta de UPM en el primer trimestre y las obras del Ferrocarril Central durante el segundo cuarto del año. Hay motivos para pensar que el país seguirá siendo una plaza atractiva para los inversores dado el contexto de la región pero también más tentaciones para que el capital apunte más al hemisferio norte si la Reserva Federal de EEUU (Fed) sostiene su política de suba de la tasa de interés para contener la inflación en ese país.

Bueno, hasta aquí mi última entrega de Rincón y Misiones en El Observador. Después de más de una década en esta casa (intentando) hacer periodismo, son tiempos de asumir nuevos desafíos. Ha sido un placer estar en contacto estos años, recibir comentarios, elogios y críticas. Que tengas un feliz cierre de año y mejor comienzo en 2023.