Leonardo Carreño

MSP prevé unas seis semanas "duras" antes de “drástico” impacto de vacunas

Lacalle Pou defiende su estrategia pero estudia ajustes sugeridos por sus socios; colorados plantearon más restricciones y el presidente recibirá a los intendentes frenteamplistas para discutir medidas

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17 de abril de 2021 a las 05:02

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La orilla está a la vista. La vacunación contra el covid-19 avanza a buen ritmo, los resultados en otros países son promisorios y allá no tan lejos asoma la luz tan ansiada para cortar con tanto nubarrón. Pero el recorrido final hasta esa tierra más firme y tranquila, reconocen en el gobierno, no será agradable

Mientras que el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, se aferra con convencimiento a su libreto de la libertad responsable aun en el peor momento de la pandemia –eso sin dejar de analizar por estas horas algunos de los planteos de sus socios para imponer una mayor reducción de la movilidad–, en el Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) siguen con atención los números diarios de la epidemia y arriban a una hipótesis coincidente: que el pico de la primera ola puede estar cerca, y que la inercia del alto nivel de contagios implica que deberán pasar algunas semanas más antes de ver un impacto significativo de la vacunación

Habiendo superado este viernes el millón de uruguayos con al menos una dosis, en la cúpula del MSP confían en que la avanzada inmunización hará caer de forma “drástica” el número de casos graves y fallecimientos. 

Pero para ello, advierten, todavía falta un poco más. 

En función del alto nivel de incidencia que por estos días tiene la epidemia en Uruguay, en el ministerio prevén que aún quedan unas seis semanas “de arrastre” que van a ser “duras”, según contaron a El Observador fuentes de la cartera. El pronóstico se basa en la inercia que tiene la movilidad y los contagios, y el impacto rezagado que ello tiene en los ingresos hospitalarios y a CTI, y luego en fallecimientos. 

La otra cara de la moneda está marcada por los datos auspiciosos de la vacunación en otros países. Este viernes, el Ministerio de Salud de Chile difundió datos de efectividad de la vacuna de Sinovac: un 67% de efectividad para prevenir una infección sintomática, 89% para reducir la probabilidad de ingresar a CTI y 80% de reducción en la mortalidad. Eso para aquellos que al 1° de abril, cuando se cerró el estudio, hubieran pasado 14 o más días desde la segunda dosis, algo que en Chile solo se dio con mayores de 70 años. 

Como en Uruguay esa misma vacuna se aplicó solo para menores de 70 años –a los mayores se les aplica la de Pfizer o la Astrazeneca–, las autoridades sanitarias y los científicos que asesoran al gobierno prevén que los resultados sean incluso más auspiciosos en nuestro país, y que empiecen a tener un impacto relativo y gradual a partir de mayo.

Los primeros indicios han llegado desde el personal de la salud, que comenzó a recibir las vacunas de Pfizer el viernes 12 de marzo y a menos de un mes comenzó a "desacoplarse" del nivel de contagios del resto de la comunidad. La principal hipótesis, en línea con lo que sucedió en otros países, es que las dosis están haciendo efecto. 

Lacalle con colorados

La presión se hace sentir. Desde fines de marzo, cuando el coordinador del GACH Rafael Radi acuñó en Telemundo la sugerencia de “blindar abril”, 814 uruguayos fallecieron a causa de covid-19. En el camino, colectivos científicos y médicos, referentes de la oposición e integrantes del oficialismo han reclamado –con mayor o menor intensidad, con mayor o menor claridad– nuevas medidas de restricción a la movilidad. 

Por el momento, Lacalle Pou aceptó ir hasta la suspensión de la presencialidad en la educación, cierre de gimnasios y la exhortación al teletrabajo tanto en públicos como privados, y ha insistido en que buena parte del partido se juega en los cuidados individuales y el respeto de las burbujas

Este viernes, el presidente recibió a los dos ministros colorados de su gabinete, Adrián Peña (Ambiente) y Germán Cardoso (Turismo). 

Horas antes, el expresidente y secretario general del partido, Julio María Sanguinetti, había publicado una columna en el Correo de los viernes titulada "Algo más hay que hacer". En una misma línea, y en representación de todo el Partido Colorado, Peña y Cardoso le plantearon la necesidad de ajustar las perillas un poco más.

Los jerarcas argumentaron que existía “margen” para reducir la movilidad y sugirieron al presidente analizar mayores límites a la actividad comercial y al transporte departamental. Lacalle se mostró “receptivo” y dispuesto a analizar las propuestas, dijeron ambos a la salida del encuentro. 

Puertas adentro, el presidente volvió a señalar sus dudas respecto a que las medidas que quedan por tomar puedan tener un beneficio mayor al daño económico que generarían, aunque dejó abierta la puerta a pequeños ajustes e insistió en la incertidumbre que tiñe todo el manejo de la pandemia

Según supo El Observador, Lacalle Pou quedó en considerar la situación en los ómnibus con los intendentes de Montevideo y Canelones, los frenteamplistas Carolina Cosse y Yamandú Orsi, a quienes invitó a Torre Ejecutiva el próximo martes, junto al también frenteamplista intendente de Salto, Andrés Lima

Ese mismo día, por otra parte, el gobierno anunciará una batería de medidas económicas para paliar los efectos de la crisis, otro de los reclamos de los socios y la oposición.

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