A diferencia de otros varios exponentes del Frente Amplio, el expresidente José Mujica criticó la suba de los combustibles por haber cometido "el error de prometer con insistencia algo que era incumplible" e ir "machacando" por todo el país prometiendo algo que no sucede, según dijo en su audición semanal en M24. Sin embargo, catalogó de "inevitable" el aumento: "Ni por asomo le reprochamos al gobierno la suba", dijo.
"Hemos sido gobierno y sabemos cómo aprieta esa parte. No se puede resistir las imposiciones del mercado internacional. Lo que reprochamos, y tiene que ser una lección grabada, es el uso electoral de algo que era imposible. Hoy el mal está hecho y no se arregla declarando intenciones y palabrerío", sintetizó.
A propósito de eso, argumentó que "ningún gobierno en el Uruguay, sea de derecha, de centro o de izquierda controla el precio internacional del petróleo y es muy poco lo que puede hacer cuando este sube". "Somos tomadores de precios ajenos, absolutamente ajenos a nuestra voluntad y esto, esto aunque se olvida, es una lesión permanente y una y otra vez influye en nuestras vidas", justificó. Incluso hizo un breve racconto histórico del que concluyó que es algo endémico en Uruguay.
La salida de las guerras mundiales fueron tiempos de bonanza para el país, recordó, y en 1950 el Partido Colorado "había ganado las elecciones nacionales por robo y todas las intendencias del país". En cuatro años, el partido oficialista dejó de serlo en todos los departamentos del país, a excepción de Artigas. Esto sucedió, entiende Mujica, debido a que Europa comenzó a recuperarse, "teníamos que vender más barato y cada vez comprar nos salía más y más caro".
"Mil veces nos ha pasado esto. Los mejores planes, las mejores intenciones, se hicieron añicos por la caída increíble de precios. Nos pasó con la carne, nos pasó con la lana, nos pasó con los granos, nos pasó con los lácteos. Y pasó también con nuestras compras de petróleo", argumentó.
A pesar de que la historia los demuestra "equivocados", sostiene el expresidente, "quienes hoy (son) gobierno recorrieron todo el país anunciando y machacando en que iban a bajar el precio de los combustibles, y vaya que insistieron con esta idea a tal punto que mucha gente les creyó". Esto no tiene solo un efecto inmediato, sino uno a largo plazo, como es "la credibilidad de la gente en la política". "Esto golpea la confianza. Se dijo una cosa a tambor batiente y el resultado es otro", expuso.
En otro orden, llamó a una discusión en otro tono para saldar este tipo de discusiones. "Las ofensas, los insultos, no aumentan las verdades, pero sí lamentablemente tienden a que las grietas se tornen en abismo y la pregunta es ¿quién pierde? Sin duda pierde el país su convivencia, su estabilidad, porque se pierde su 'nosotros' como patria".
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