Nicole Frank vivió un 2021 de ensueño para ya se prepara para todos los desafíos que le tiene deparado el 2022 donde se convertirá en nadadora universitaria en Estados Unidos.
A los 18 años, la oriunda de Olimpia ya tiene encima un Juego Olímpico (Tokyo 2020, disputados en junio de 2021), un Mundial de pileta larga disputado (Gwangju 2019), otro de pileta corta (Abu Dabi 2021), uno juvenil (Budapest 2019) y dos Sudamericanos de mayores (Trujillo 2018 y Buenos Aires 2021).
El cierre del año pasado fue notable. Después de volver de Tokyo, ganó tres medallas en el Sudamericano juvenil de Lima: oro en 50 metros pecho, plata en 200 m combinados y bronce en 200 m pecho y posteriormente se quedó con la medalla de oro en los 200 m combinados de la primera edición de los Juegos Panamericano de la Juventud disputados en Cali.
En diciembre de 2019, Frank dejó Olimpia para mudarse a Miami y potenciar su carrera para poder clasificar a los Juegos Olímpicos.
Tuvo que soportar la interrupción del deporte decretada en marzo de 2020 a causa de la pandemia de coronavirus, pero decidió quedarse en Estados Unidos, donde tiene unos tíos.
"Vivo en Weston, a 40 minutos del centro de Miami, con una familia de los entrenadores de mi club", contó a Referí.
Su entrenador es el italiano Gianluca Alberani quien formó el club Azura y que actualmente está casi por completo formado por nadadores inmigrantes.
"La beca me la dio la FINA y la gestión la realizó la Federación Uruguaya de Natación (FUN). Me cambió la vida un montón, cuando me vine no lo pensé mucho porque sabía lo que quería con el deporte a pesar de estar lejos de mis padres mis hermanos, tíos y abuelos y mis amigos; sufro un montón no verlo todos los días, pero vale la pena", contó la nadadora.
"Estar acá me abre un montón de puertas en lo deportivo y por el nivel educativo, en agosto empiezo la universidad acá", reveló. Frank estudiará y nadará a nivel NCAA en la Universidad Internacional de Florida.
"Visité la universidad el año pasado y me gustó un montón: los entrenadores, el equipo, el campus, cómo se manejan y también la posibilidad de quedarme en Florida. Voy a tomarme un tiempo para ver qué opciones académicas tengo", agregó.
"No sabía nada de inglés cuando llegué, pero aprendí un montón en dos años, no sabía nada, me quedaba dura cuando me hablaban. Fui aprendiendo de hablarlo día a día", agregó la nadadora que completó los estudios liceales a través del programa educativo Uruguayos por el Mundo.
"A partir de los Juegos Olímpicos se dio un cambio muy grande en mí. La primera mitad de 2021 fue de mucho estrés, me costaba sentirme yo al nadar, pero un poco antes de los Juegos cambié la mentalidad y empecé a disfrutar del competir", dijo.
En octubre del año pasado pasó a ser su compañera en Azura la uruguaya Micaela Sierra radicada desde antes en Estados Unidos y con quien ha competido palmo a palmo en las clasificaciones a los grandes torneos internacionales: "Nos llevamos bien, todo lo competitivo queda en el agua, no va para afuera, nunca tuvimos problemas".
Consultada sobre cuál considera que fue su logro más importante hasta ahora, dijo: "Los Juegos fueron súper importantes, fue lo más increíble que me pasó; las medallas del Sudamericano y la del Panamericano también son tremendos logros, muy importantes. Todas las experiencias que tuve me dejaron aprendizajes muy importantes, pero por el nivel que hubo me quedo con los Juegos".
Frank no tiene idea de cuántos récords nacionales lleva batidos. Y hasta ella misma se asombra cuando se le dice que en 2021 batió 14 récords nacionales (12 en pileta olímpica, la de 50 metros y dos en pileta corta, 25 metros) y que en su joven carrera suma un total de 17 récords de larga y nueve de corta.
"El entrenamiento es parte del secreto, dentro y fuera del agua, también lo mental. Para la natación necesitás tener la cabeza fuerte y segura, sino es difícil lograr resultados. Además siento que siempre tengo el apoyo de mi familia, amigos, entrenadores y de todos los que me apoyan siempre".
El 2021 ya es historia. Frank apunta ahora a París 2024 y desde agosto será nadadora universitaria en Estados Unidos.
En Gwangju 2019, cuando disputó su primer mundial y se vio asombrada por los récords que se batían y la calidad de los nadadores que competían, llamó a su madre y llorando le prometió que iba a dejar todo de sí, a dar su mejor esfuerzo para intentar llegar a ese nivel.
Dos años después, Frank se transformó en una de las mejores deportistas uruguayas del año. Y a partir de agosto intentará llevar a la natación femenina nacional a otro nivel.
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