Nuevos modelos de franquicias en Uruguay: más económicos y en formato ecommerce

A la franquicia tradicional, que es la que normalmente incluye todo el contenido de la marca principal (local más toda la línea de productos y/o servicios), se le suman nuevos formatos, como la franquicia low cost, que requiere una menor inversión, un local más pequeño y menos cantidad de mercadería, pero que sigue representando a una marca potente. “Está muy pensada para el Interior, para algún barrio puntual, para dentro de una galería o un mercado”, aclara Adriana Bozzano, representante en Uruguay de la consultora argentina 384 Group dedicada a asesorar, comercializar e internacionalizar franquicias.

Otro modelo que vio un crecimiento durante el último año es el de franquicia corner: “son dos franquicias que se instalan juntas o una que se agrega a un negocio ya existente”, dice Bozzano y cita ejemplos de las marcas Urban Haus y Marcel Calzados, que en algunos casos comparten local. “En Tarariras, por ejemplo, hay un caso de una señora que puso en un mismo local las franquicias de Grido, de las empanadas El Noble, de Pagnifique y, además, tiene productos de Fini”, cuenta. Otro ejemplo habitual de franquicia corner la alianza entre pizzerías y heladerías dentro de un mismo espacio.

La franquicia escondida, también es otro modelo que creció con la pandemia y tiene que ver con trabajar una marca pero sin local de venta al público, sino solo por delivery, con una cocina “escondida”, en el caso gastronómico. Por último, un modelo novedoso que todavía no se aplica en Uruguay pero que ya está accesible para quienes quieran invertir en él, es el de franquicia digital, enfocada en la venta online, en la que se delimita la comisión según la zona de los compradores de la página web y no se necesita un local de venta al público.  

“Esto se da muchísimo en ciudades muy chicas donde no se justifica tener un local físico. También se da mucho en gente a la que le cuesta conseguir una fuente de trabajo pero quiere emprender desde la casa o en jóvenes que están recién comenzando y quieren ir haciendo experiencia en negocios”, señala Bozzano. La inversión para las franquicias digitales está en el entorno de los US$ 1000, y si bien los ingresos son un poco menores, son una buena forma de adentrarse en el negocio.

Un ejemplo de este formato es el que tiene la chocolatería argentina Del Turista (con sus tres patas de negocio: regalería, cafetería y heladería), que está en negociaciones para desembarcar en Uruguay a partir de agosto o setiembre bajo este formato y el de franquiciado low cost, con una inversión inicial total que ronda los US$ 25 mil.

Estabilidad y cuidado

El modelo de negocio de las frabqyucuas viene desarrollándose como tendencia desde hace varios años en Uruguay. Según Marcel Burgos, presidente de la Cámara Uruguaya de Franquicias, Uruguay es hoy el país de la región con “mayor seriedad para poder desembarcar con estabilidad, tranquilidad y cuidado de la inversión” y si bien con la pandemia el proceso de crecimiento del modelo se enlenteció, el interés por llegar al país bajo este formato es amplio, en especial, por parte de empresas argentinas.

Para Burgos, hay dos elementos que hacen atractivo a Uruguay: el respeto a las inversiones y la estabilidad. “Además, Uruguay tiene un mercado bien consolidado, un nivel de clase media muy estable y amplio, y eso hace que lo marquen como un mercado de interés, más allá de que seamos tres millones y medio de habitantes”, dijo a El Observador.

Por otro lado, el modelo de franquicia se torna accesible para quienes quieran emprender o invertir aunque no tengan el know how del negocio previamente. “Este formato permite que el franquiciado reciba del franquiciador todo ese expertise, que no es un tema menor, como el abastecimiento del producto, la generación de volumen, el marketing unificado o el layout de la tienda, que hace que sea mucho más fácil que sea exitoso desde el comienzo”, explica Burgos.

Adriana Bozzano, representante en Uruguay de la consultora argentina 384 Group, señala que “la franquicia te da la tranquilidad de que no estás solo, estás trabajando con un equipo atrás, tenés el respaldo de la marca, de los dueños, que ya saben para dónde va el mercado, además de la capacitación y el manual de de la marca”. Para Bozzano, Uruguay es un buen receptor de este modelo porque hay rubros que aún no están desarrollados en el país y porque mucha gente está buscando tener otros proyectos o segundos ingresos.
“Hay muchas más posibilidades de acceder hoy a una franquicia”, dice Bozzano.

Dentro de la cartera de 384 tienen ofertas de franquicias de hasta US$ 80.000 de inversión inicial, que incluye todo menos el alquiler del local.

Entre los socios de la Cámara Uruguaya de Franquicias también hay variedad de ofertas para invertir que van desde los US$ 6.000 (Limport) a los US$ 160.000 (Prolimpio), pasando por inversiones de US$ 25.000 como es el caso de heladería Chelato, empanadas Don Pedro, Boutique Erótica; otras en el entorno de los US$ 35.000 y US$ 40.000 como Urban Haus, Marcel Calzados, Rodelú y Homini, hasta algunas a partir de los US$ 50.000 como Vivafit.