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Ocupación del IAVA: cánticos contra Videla y Gavazzo y la discusión por una rampa
"Videla, basura, vos sos la dictadura". Lo que podría perfectamente ser un canto de una barra del fútbol argentino contra el dictador argentino Jorge Rafael Videla, muerto en 2013, es el cántico de una decena de estudiantes del Instituto Alfredo Vásquez Acevedo (IAVA) entonan con bombos y varios materiales metálicos que sacan de la puerta principal del liceo, que tiene un cartel que dice "IAVA ocupado".
La destinataria de la canción es Catalina Videla, inspectora de Institutos y Liceos de la Dirección General de Educación Secundaria (DGES), que casualmente tiene el mismo apellido que el Videla argentino y causó cierto desconcierto en las decenas de personas, algunas mayores y otras también estudiantes, que apoyaban a los alumnos sentados en la escalera principal del edificio.
El Gremio de Estudiantes del IAVA (GEI) ocupó el liceo luego de que la DGES aplicara un sumario con separación de cargo y retención de un 50% del sueldo al director del IAVA, Leonardo Ruidíaz. Esta medida también provocó un paro de 24 horas en Secundaria este jueves, instaurado por Fenapes y ADES.
Las primeras canciones llegaron sobre las 9:30 horas, y fueron las típicas de los paros y ocupaciones: referencias a la "huelga general" y pedido de un presupuesto para la educación. También apoyaron a Ruidiaz al canto de "Leo no se va". Pero luego los mensajes empezaron a tener destinatario: una de las primeras referencias es hacia José "Nino" Gavazzo, el exmilitar fallecido que fue condenado por varios delitos de lesa humanidad durante la última dictadura.
"Con la sangre de Gavazzo" van a hacer "morcilla" para comer un "asesino a la parrilla".
Videla también recibió otro cántico en su contra: "Inspectora inspectora, no sé que le gusta más, desalojar estudiantes, o persecución gremial".
Las puertas
Sobre la calle Eduardo Acevedo se puede ver el patio del IAVA, que luce totalmente vacío. Unos pocos metros más abajo hay una puerta gris de hierro cerrada, repleta de graffitis (como casi toda la fachada), y con dos escalones debajo que están rectos contra una calle en bajada.
Esa puerta, en parte, fue la que causó el inicio de la ocupación del IAVA, y luego el paro de 24 horas. Esa puerta gris, larga, con vitrales disimulados por las pintadas, da al salón gremial de los estudiantes del IAVA, y es el lugar que las autoridades de la educación eligieron para colocar una nueva rampa de accesibilidad.
Para eso el gremio de estudiantes debería moverse a otro salón, pero los integrantes se niegan porque, dicen, que "ya existe una rampa" para entrar al edificio, y lo que en realidad "falta" es "un ascensor" para acceder al segundo piso del liceo, que hace cuatro años "no funciona", explicó al principio de la mañana de este jueves Camila Menchaca, dirigente de ADES, en una conferencia de prensa.
La rampa a la que se refiere Menchaca y los estudiantes está en el subsuelo, y su final da hacia el inicio de una escalera que lleva al primer piso y desemboca al lado del salón gremial. En el subsuelo también está la puerta del ascensor roto. La rampa que Secundaria quería incluir por la puerta del salón gremial permitiría acceder al primer piso.
A un costado del salón gremial está la puerta del mismo elevador, en este caso custodiada por una heladera antigua.
El segundo piso, sin ascensor, es simplemente inaccesible para personas con discapacidad. Así lo muestran a través de videos y fotos los estudiantes, que no dejan pasar pero comparten cómo se ve el Instituto desde adentro. Esa es tarea de algunos alumnos, otros hablan entre ellos mirando la gente que se arrima, y otros están sentados en las escaleras esperando.
La sanción a Ruidíaz generó indignación en los estudiantes, pero también en el ámbito político. Fernando Pereira y Sebastián Sabini, presidente y senador del Frente Amplio, llegaron al liceo para apoyar la ocupación. Pereira dice que sus profesores, en la época colorada, "dejaban actuar" a sus estudiantes. "Hoy estarían todos sumariados".
El Frente Amplio apoyará la postura del gremio del IAVA, y hasta sacará una declaración por la decisión en contra de Ruidiaz. Llamarán de forma urgente al Parlamento al ministro de Educación, Pablo da Silveira, y esperan que asista la directora de Secundaria, Jennifer Cherro. Con Robert Silva, presidente del Codicen, tienen un dilema: "No fue el que ordenó la sanción, y es el que la puede revocar".
La reunión que no llevó a nada
A pocos minutos de las 10 la adolescente que quiso hablar por megáfono por primera vez dice que a las 10 los profesores del IAVA se reunirán en asamblea dentro del Instituto.
Algunos de esos profesores, junto a dirigentes de ADES y Fenapes, acompañaron a los estudiantes del liceo hasta la madrugada del jueves. Horas antes, el miércoles, distintas autoridades de Secundaria asistieron al IAVA y se reunieron con la dirección del liceo. Los estudiantes dicen que no quisieron hablar con ellos. Un dirigente de Fenapes dice que las autoridades de la educación llegaron y se fueron sin querer negociar.
Además, tampoco firmaron el acta de ocupación de los estudiantes, por lo que el dirigente dice que la situación "va para largo".
A las 13:45 el director de Seguridad Ciudadana y Convivencia del Ministerio del Interior, Santiago González, llegó con cuatro policías para pedir la desocupación del recinto, a pedido de las autoridades de Secundaria. Cuando le entregó el acta a un estudiante, este le respondió que el jerarca solo iba a las desocupaciones "cuando están las cámaras".
A las 10 casi en punto los profesores comienzan a subir las escaleras hacia el interior del IAVA. Los estudiantes siguen cantando como si nada, dejando pasar a los docentes. Un estudiante, abajo de las escaleras, aprovecha el desconcierto y grita: "¡Leticia, chupaverga, me mandaste a examen!". Otra persona que está a su lado le dice que capaz se propasó.
Por Eduardo Acevedo, a pocos metros de la puerta de la discordia y al lado del patio desierto hay una puerta abierta. Da al Museo de Historia Natural, con un par de funcionarios que se sorprenden al ver gente pero no impiden el paso.
Arriba del museo está la Biblioteca del liceo, abierta a todo público. Piso de madera y dos pisos de paredes celestes repletas de libros. Dos funcionarias de ese lugar dejan pasar, permiten sacar un par de fotos pero no grabar videos, y cuentan que en algún momento esta biblioteca "fue la segunda más grande del país, después de la Central".
A un costado hay una puerta que da al liceo, pero "está cerrada por motivos de fuerza mayor", dice una trabajadora. La sala de lectura, sin embargo, está abierta, y hay tres estudiantes que bien al fondo están leyendo. Los bombos de afuera no se escuchan.
