Olam se baja del barco, la revolución láctea que no pudo ser

La empresa no ha confirmado su salida del país, pero distintas fuentes del sector lechero afirman que la venta de los campos está muy avanzada y que la firma “tiene decidido irse”.

En Florida, donde concentraba sus tambos luego de cerrar las unidades productivas en Colonia y Rocha, afirman que seguirá produciendo durante 90 días y luego cerrará.

“Nos enteramos por la prensa y fue una triste noticia”, dijo Fabián Hernández, presidente de la Sociedad de Productores de Leche de Florida (SPLF); “es un productor importante para la cuenca y para el país y dejaría un bache importante”, agregó.

Si se confirma la salida, dijo Hernández, “va a tener un impacto negativo en la economía de la industria, y en Florida en particular hará una mella importante porque el departamento remite el 30% de la producción de leche del país”.

La remisión de Olam, de unos 300.000 litros diarios, está basada en un sistema con muchos tambos y unos 40.000 animales.

Es proveedora de Conaprole y Alimentos Fray Bentos. Está última recibe de Olam aproximadamente el 50% de su materia prima.

Esos 300.000 litros suman casi 100 millones de litros anuales, “casi 10% de toda la producción lechera nacional”, graficó Hernández.

El emprendimiento comenzó como una revolución neozelandesa en la lechería uruguaya, New Zealand Farming Systems Uruguay. En su momento se pensó que la lechería local tendría mucho para aprender de los inversores provenientes del más sofisticado país en producción lechera pastoril.  Quienes llegaron fueron perdiendo bríos, acumulando errores y finamente vendieron a Olam, una empresa asiática que tomó la posta, pero no logró encontrar el rumbo.

Brucelosis y tuberculosis

Las insalvables dificultades para controlar y erradicar los brotes de brucelosis y tuberculosis en los tambos de Olam son señaladas como una de las causas para el cierre de operaciones de la empresa.

Fuentes veterinarias indicaron que los problemas con tuberculosis eran de tal magnitud que a diciembre de 2020 de lo que el Fondo de Indemnización del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) tenía para pagar en todo el país el 85% era para Olam y el resto para todos los demás productores. La aglomeración de ganado causó, una vez más, un grave problema sanitario. La tuberculosis y la brucelosis se instalaron en el rodeo.

De las 700.000 lecheras del país Olam tiene 40.000, el 6% del rodeo, por lo que el aporte del fondo estaba claramente desequilibrado, indicaron. Los problemas de Olam y el mandato de indemnizar por cada animal enfermo causó un grave problema financiero. “Sin ese problema el fondo no estaría desfinanciado y con deudas”, apuntó un veterinario, señalando que un foco de brucelosis se extingue en dos o tres años en Uruguay, y “en 12 años siguieron teniendo el problema”.

Jaime Cibils fue el jefe de veterinarios de Olam para la región oeste hasta el año 2020, cuando la empresa discontinuó las operaciones tanto en Rocha como en la cuenca oeste como consecuencia de un contexto de negocios desfavorable.

Cibils explicó que “se buscó por los métodos normales y con técnicas nuevas de a lotes en los ordeñes, incluso con tomas de sangre mensuales muy costosas en los 50 tambos, técnicos extranjeros, estrategias de prevención, calostrado forzado en todos los lugares”.

Destacó que la inversión tanto en planificación como en chequear las operaciones y tratar de mejorar “fue impresionante, con mucha exigencia y pautas concretas”. Pero en producción animal, muchos animales en poco espacio es una combinación que vuelve a la sanidad muy difícil de manejar.

Incluso, afirmó, “las vacas que se sacrificaron sin contar con la compensación del Fondo de Indemnización fueron miles”.

Según Hernández, la metodología de trabajo de Olam estaba siendo estudiada por los actores de la industria: “Un modelo que no es común, con tecnología y protocolos”.

“Cuando compró New Zealand Farming Systems era un sistema de producción que nació a pasto y se modificó para adaptarse al sistema uruguayo con mucha tecnología, procesos bien medidos”, apuntó Hernández.

De acuerdo a Cibils, era “un modelo de negocio que tenía que tener tambos de una escala que tuvieran rentabilidad y alta producción, 300 hectáreas con 1.000 vacas, se trabajó impecable y era muy entusiasmante”.

Destacó que continuamente se entrenaba, capacitaba y certificaba a los trabajadores: ordeñadores, veterinarios e inseminadores. “Toda esa gente que salga de ahí va a salir certificada”, valoró.

Hernández coincide en que el sector continuamente requiere personal especializado: “Es posible que funcionarios calificados tengan una reinserción rápida, porque el sector es demandante de mano de obra calificada”.

New Zealand Farming Systems 

New Zealand Farming Systems fue establecida en 2006 por ejecutivos y directores de PGG Wrightson para aplicar la experiencia de Nueva Zelanda en la producción lechera en tierras agrícolas de bajo costo en Uruguay.

Sus planes de expansión se vieron interrumpidos en 2011, cuando la caída de precios de los lácteos afectó su capacidad para financiar con deuda el negocio, mientras la sequía en Uruguay redujo la producción de leche.

La empresa Olam de Singapur apareció entonces con una línea de crédito de US$ 110 millones para adquirir el emprendimiento y seguir adelante con el proyecto. Olam pasó a controlar el 100% de la propiedad de New Zealand Farming Systems a finales de 2012.

Sin embargo, en 2016 la compañía estaba en números rojos, con una pérdida neta en 2015/2016 de US$ 74,5 millones que superó los US$  69,5 millones de deuda del año anterior. En ese mismo año las ventas cayeron 34% hasta US$ 48,9 millones y la situación financiera continuó deteriorándose.

En enero de 2020 Olam Uruguay decidió reducir su operativa en Uruguay, con devolución de campos arrendados en el este (Rocha) y oeste del país, discontinuando la operación de los tambos involucrados.

“Nuestras operaciones se encuentran frente a un contexto de negocios desfavorable resultante de un precio de leche insuficiente en un marco de costos creciente. Es por este motivo, y con el objeto de mejorar la situación que enfrentamos, que hemos tomado la decisión de devolver los arrendamientos en las áreas de Rocha y el oeste del país”, informaron fuentes de la empresa en ese momento.

“El sector no está siendo muy rentable, viene peleando hace años y es la causa por la que las gremiales pedimos al gobierno hace años que tomen cartas en el asunto; nos duele mucho cuando perdemos a un productor chico, porque es un estilo de vida que difícilmente otro sector pueda cumplir”, comentó Hernández.

El dato