KENZO TRIBOUILLARD / AFP

Pandemia de Covid-19 ha revelado las tendencias infantiles de la democracia occidental

Los gobiernos se dejan distraer tan fácilmente por la gratificación instantánea que no se dan cuenta dónde están sus verdaderos intereses

Tiempo de lectura: -'

12 de agosto de 2021 a las 16:15

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Edward Luce

La democracia se jacta de que las sociedades funcionan mejor cuando la gente se hace responsable de sus vidas. Covid-19 ha puesto a prueba esta teoría. Cada pocos meses, el Occidente descorcha la proverbial botella de champán para celebrar el fin de la pandemia. El efecto de la celebración es peor por su previsibilidad. El hecho de que las democracias occidentales rara vez sean capaces de pensar más de un paso por adelantado representa un mal augurio de su capacidad para luchar contra el calentamiento global, o planificar para la próxima pandemia.

La gratificación instantánea es un rasgo generalmente asociado con los niños. En la década de 1960, un académico de la Universidad de Stanford ideó la famosa prueba del malvavisco, la cual recompensaba a los niños que podían resistirse a comer un malvavisco durante 15 minutos dándoles dos. A los niños que resistieron la tentación, y optaron por la gratificación aplazada de una segunda golosina, resultó irles mejor en la vida que a los que, durante el experimento, no pudieron esperar.

Esto le resultará familiar a cualquiera que observe el manejo del coronavirus en el Occidente. Los datos y las anécdotas no dejan lugar a dudas de que las democracias son las sociedades peor gobernadas del mundo, aparte de todas las demás. Los hombres fuertes no son una panacea. Dado que las democracias tienen lo que los académicos llaman "legitimidad del sistema", están mejor aisladas de tener que complacer a las masas que las autocracias, las cuales dependen de la "legitimidad del desempeño", así como de la intimidación. En otras palabras, los dirigentes chinos deberían temerle más a una población enojada que sus homólogos estadounidenses.

No sirve de consuelo el hecho de que la democracia siga siendo la opción menos mala disponible. Cualquier sistema fracasa o tiene éxito, en última instancia, por dos medidas. ¿Es capaz de proteger sus intereses? ¿Aprende de sus errores? La reacción del Occidente ante Covid-19 ha proporcionado preocupantes respuestas a ambas. La creciente vulnerabilidad del mundo ante una pandemia se ha estado difundiendo durante muchos años. Se recomendaron repetidamente medidas de bajo costo, como los sistemas de intercambio de datos, y el almacenamiento de equipos esenciales. Los gobiernos no hicieron nada.

El costo fiscal de esta pandemia hasta ahora ha sido de US$10 billones de deuda pública, lo cual es 700 veces más que el costo anual de crear un modesto fondo mundial para prepararse para un desastre de este calibre. Éste claramente ha sido un caso en el que más valía prevenir que lamentar. El paralelismo con el cambio climático no necesita ser explicado. Y eso es sin añadir la tragedia humana de los 4 millones de vidas perdidas por Covid, o alrededor de 10 millones si se toma en cuenta el exceso de mortalidad.

La verdadera prueba de la curva de aprendizaje del Occidente es si está actuando con el conocimiento de que este virus no respeta fronteras. En el mundo moderno, no existe la inmunidad colectiva en un país. Sin embargo, las democracias occidentales actúan como si la vacunación doméstica fuera su meta final. El resto del mundo es visto básicamente como un objeto de la caridad occidental. Esto está seriamente mal concebido.

EEUU tiene una reserva de cientos de millones de vacunas que aproximadamente 90 millones de personas en el país con dudas sobre las vacunas se niegan a recibir. En lugar de dejar que las vacunas caduquen, el paso obvio de EEUU sería enviarlas a países que distribuyan las vacunas a su población, u obligar a los estadounidenses no vacunados a ponérselas. Preferiblemente ambas cosas. Desafortunadamente, la administración de Joe Biden se ve impedida de tomar cualquiera de las dos medidas por miedo a provocar una reacción política y emocional. Imponer un mandato aumentaría su batalla con aquellos que piensan que las vacunas y las mascarillas son un atentado a su "libertad". Enviar suministros al extranjero provocaría acusaciones de que Biden se preocupa más por los extranjeros que por los estadounidenses.

El Occidente ahora está considerando una siguiente fase de ofrecer vacunas de refuerzo a los ya vacunados. Tal como lo señaló esta semana el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, esa medida ampliaría la brecha entre los países de altos ingresos, los cuales han administrado 100 dosis por cada 100 personas, y los de bajos ingresos, donde la tasa es de 1.5 vacunas por cada 100 personas. La inmunidad de estos últimos es tan importante para la salud del Occidente como la suya propia. Los epidemiólogos han advertido que el virus está a unas pocas mutaciones de distancia de derrotar a las vacunas actuales. Entonces pudiéramos volver al punto de partida.

El lado positivo del Occidente es la rapidez con la que sus científicos desarrollaron eficaces vacunas. Nuestras democracias pueden exhibir cualidades infantiles, pero estos niños son superdotados, lo cual es significativo. Pero, como bien lo sabe cualquier profesor, los niños talentosos no conocen bien sus límites. Si Biden se toma en serio la contienda entre la democracia y la autocracia, él debería ir más allá de las palabras vanas sobre los valores compartidos. La democracia debería resaltar sus puntos fuertes mediante acciones admirables. El Occidente necesita comprender que todos se benefician cuando comparte sus malvaviscos.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.