Cuando se habla con idiomas diferentes, todo es un entrevero: falla la comunicación porque no hay diálogo. En sus viajes de exploración histórica, Colón sabía que tenía el riesgo de navegar mucho para encontrarse con otros con los que no pudiera comunicarse, por lo que en la carabela Santa María, además de los 8 oficiales, 8 marineros, 2 grumetes y otros seis tripulantes, sumó uno más, que tenía el oficio de intérprete. Era tan clave un buen traductor como un corajudo marinero
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá