Público o privado, ¿qué eligen para sus hijos los asesores de los candidatos en educación?

El Frente Amplio planea como serán los 200 nuevos centros educativos y en su programa asegura que “la política educativa que el Frente Amplio lleve adelante, deberá fortalecer y defender la Educación Pública Estatal, construyéndola nuevamente como la opción más valiosa, democrática, laica como nuestro Estado, inclusiva, justa e igualitaria en el ejercicio de todos los derechos para garantizar el acceso, la permanencia y el egreso, para todos los/as habitantes”.

No obstante, los referentes en Educación de los principales candidatos a la Presidencia, algunos técnicos y docentes, otros integrantes de la organización Eduy21 tienen al menos una cosa en común: a la hora de elegir la educación para sus hijos prefirieron la privada antes que la pública.

A su vez, los tres presidenciables con chances de llegar al poder según las encuestas, son hijos de la educación privada. Daniel Martínez fue a Los Maristas y al Colegio Seminario, Luis Lacalle Pou fue al British School, Ernesto Talvi al Saint Andrew's y al British. 

Gabriel Quirici, uno de los nombres que se destacan en el equipo que formó el candidato frenteamplista, Daniel Martínez, y que en los últimos días se ha comportado como vocero, dijo a El Observador, que optó que sus hijos se formaran en una "institución privada de La Blanqueada". De todas formas, aclaró que sus hijos hacen "deporte e idiomas" en "centros públicos del Prado".

Pablo Da Silveira, a quien Lacalle Pou ha elegido para ser ministro de Educación si llega al gobierno, envió a sus dos hijos al Colegio Seminario en Primaria y Secundaria. De todas maneras, aclaró que ambos optaron por la Universidad de la República a la hora de seguir su formación profesional: la hija se recibió en Medicina y el hijo estudia Arquitectura.

Adriana Aristimuño, la referente en Educación de Talvi, llevó a su hijo al mismo colegio donde ella se formó: el Instituto Crandon. 

“Fue mi colegio y quedé muy conforme. Tuve una formación muy sólida en valores, con una gran sensibilidad social. Muy bueno en lo académico y también con un inglés tal que me permitió hacer estudios de doctorado en ese idioma en Europa”, explicó a El Observador.

Según dijo, ese centro de estudios “siempre ha convocado familias de muy diversos orígenes” y allí la “tolerancia al diferente” se asimila desde la infancia. “La música y el arte fueron claves en mi formación. Varias de mis amigas cantamos en coros. En suma, una formación muy completa”, sostuvo. A su vez, contó que quedó satisfecha con la educación que recibió su hijo, que luego se convirtió en economista y que está terminando una maestría.

Claudio Hornos, referente educativo del Partido de la Gente, no especificó a qué centro educativo fueron sus hijos pero aseguró que eran “privados”. ¿La razón? “El desastre actual de la educación”, señaló, aunque aclaró que “defiende” a la educación pública.

“Pese a pagar mis impuestos debo pagar aparte por el desastre de la educación pública”, agregó.

Los dos hijos de Denise Vaillant, asesora del Partido Independiente, hicieron sus primeros años en el exterior porque por varios años fueron emigrantes. Cuando volvieron y se establecieron en el país, fueron a Los Maristas. Sin embargo, su hija marcó la excepción: prefirió terminar el bachillerato (quinto y sexto año) en el Liceo N°7 Joaquín Suárez, en Pocitos.

Diva Rombys, quien fue presentada en agosto como referente en Educación de Cabildo Abierto, dejó de ser parte del equipo, según informaron a El Observador desde ese movimiento político. Hasta el momento en que fue escrita esta nota, el partido liderado por Guido Manini Ríos no eligió sustituto.

El sistema educativo es un "desastre"

Así como en filas oficialistas la mayoría de quienes integran el equipo en educación son parte de la actual administración pública y defienden lo realizado en los tres gobiernos frenteamplistas, en filas opositoras entienden que el sistema educativo es un "desastre" (en palabras de Da Silveira) y que –en el caso de Talvi– se precisa una "reforma vareliana del siglo XXI".

Desde los dos partidos fundacionales las críticas tienen un punto en común: el poder de los sindicatos sobre el sistema.

Para Da Silveira, los integrantes de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) son "los responsables del desastre educativo que tenemos hoy, los que ejercen el poder fáctico que lo bloquea todo, los que no hacen una sola propuesta innovadora, (los que) se dedican a descalificar a los que buscan salidas porque no tienen el coraje de discutir ideas". Así se lo declaró el nacionalista a los propios sindicalistas en un cruce que tuvo en Twitter.

Para Talvi el problema de la educación arranca por la “cabeza” ya que a su juicio el Frente Amplio transfirió el gobierno a “los sindicatos”. Cuando presentó su programa de gobierno antes de las internas, señaló que de los 19 directores de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), 18 eran “militantes sindicales” o estaban afiliados a los sindicatos, por lo que estaba “todo cocinado adentro de la gran olla sindical".

"Se lo cocinaron ellos y se lo comen ellos. Es un sistema perfeccionado para que los representantes más puros de la corporación sindical sean los que lleguen a esos lugares”, dijo en aquella oportunidad.