Diego Battiste

Residenciales: un negocio que crece con tarifas de $ 35.000 a $ 120.000 al mes

Los centros de hospedaje para adultos mayores tienen la posibilidad de expandirse debido al envejecimiento de la población, con el gran desafío de autorregularse

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03 de julio de 2019 a las 05:01

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Que Uruguay tiene una sociedad envejecida no es nuevo. El 20% de la población tiene 60 años o más y la expectativa de vida se extiende incluso 25 años luego de esa edad. Este fenómeno demográfico abre la posibilidad al desarrollo de negocios para la tercera edad. Los vinculados al cuidado son los más demandados y, dentro de ellos, se destacan los residenciales de ancianos. 

En la mayoría de los casos son las familias quienes deciden acudir a un residencial, por falta de tiempo o espacio físico para atender al mayor. En ocasiones, aunque se encuentre en un buen estado de salud, no es la mejor solución que viva solo. Aunque son los menos, hay casos en los que el propio anciano decide vivir en un residencial.

En Uruguay existen cerca de 1.000 residenciales, pero según datos proporcionados por el Ministerio de Salud Pública solo 18 están habilitados. Del resto se sabe que hay algunos en vías de habilitarse y otros que ni comenzaron con el proceso, en el que también interviene el Ministerio de Desarrollo Social. El proceso de habilitación puede llevar entre dos y cuatro años, lo que desestimula a los residenciales para continuarlo. 

Aunque los servicios que ofrecen son en su mayoría los mismos –alimentación, higiene, servicio médico, recreación– cada uno intenta diferenciarse en la ubicación, la infraestructura y el servicio de los cuidadores que trabajan allí, que luego se traduce en el precio. Hay residenciales que pueden llegar a cobrar $ 200 mil por mes, pero $ 35 mil es lo habitual en una habitación compartida. 

La Asociación de Residenciales del Adulto Mayor (Aderama) tiene más de 20 años pero se refundó hace tres, con la intención de darle un perfil más profesional al negocio. Así lo expresó su presidente, Sabino Montenegro.

Casos de maltrato y negligencia en algunos centros, que fueron noticia en los medios, cambiaron la forma en que los clientes se acercan a contratar. La decisión ya no se toma tan rápido y se consulta más. “Nuestra asociación les pide a los asociados que trabajen con ética y profesionalidad, y mostrar las cosas que hacemos bien es importante”, dijo Montenegro. En este sentido, Aderama lanzará en agosto InfoResidenciales, un portal para comparar residenciales utilizando filtros como barrio, costo y comodidades. “Va a ser un cambio muy grande, es un sector que está escondido”, explicó el presidente. Todos los centros que se encuentren allí estarán habilitados o en vías de habilitarse, con un número de registro que otorga el MSP.

Para el director de Residencial Magna, Fernando Amengual, se trata de “un negocio complejo”, porque no solo es un hotel con pensión completa, sino un hogar. Dijo que si bien hay prejuicios sobre los residenciales, hace varios años que ingresó al mercado “una camada de lugares con una visión diferente, que no los ven solo como un negocio sino como una función social”.

18 residenciales habilitados hay en Uruguay, aunque se calcula que funcionan 1.000.

Más temporalidad

Aunque no habló de tarifas, Amengual dijo que el precio en sus dos residenciales en Carrasco y Pocitos varía según el tipo de estadía y los servicios que se añadan. “Hay gente que vive en forma permanente, otros van por el día y en algunos casos hay estadías temporales por vacaciones de la familia o rehabilitaciones posoperatorias”, explicó.

Este tipo de residencia temporal ha aumentado. Gabriela Rodríguez, directora de Red Bienestar en Malvín, lo confirma: “Tuvimos muchos pacientes que se rehabilitaron por una fractura o accidente, se recuperaron y volvieron a su vida”. Este residencial abrió sus puertas en 2012. Rodríguez es economista pero trabajó en una clínica de salud mental junto a un médico psiquiatra, y entre los dos iniciaron Red Bienestar (aunque solo Rodríguez continuó con el negocio).
La demanda ha aumentado en los últimos años y según su percepción “hay lugar para todos”. Piensa que la competencia “va a aumentar en los próximos años”. La tarifa mínima de Red Bienestar es de $ 38 mil, dependiendo si es una habitación compartida o individual.

El boca a boca es la forma más efectiva de llegar a nuevos clientes. Así le sucede a Residencial Lar, que abrió sus puertas en Buceo hace 10 años. Aunque la mayoría de sus 70 residentes son permanentes, en estos 10 años hubo más estadías temporales. 

Diego Battiste

Lar es uno de los residenciales más grandes. En el edificio de cuatro pisos –con accesibilidad mediante ascensor– hay espacio para hacer varias actividades: música, talleres de narración, manualidades, salas de visitas, un parque con rampas y mucho verde para aprovechar en verano, además de un amplio comedor con ventanales por los que ingresa la luz natural con intensidad. El socio fundador de Lar, Carlos Spiller, dijo que los adultos se refieren a los residentes de las habitaciones contiguas como “vecinos”, y hablan del “vecino de la esquina”. 

Es difícil definir con claridad el precio de la estadía mensual en Lar, pero su director indicó que desde los $ 120 mil pueden encontrarse habitaciones. Como sucede en los otros residenciales, depende de los servicios que se incluyan.  Lar adquirió tecnología en Europa, el know how en gestión y capacitación del personal. Desde fines de 2018, forma parte del Grupo Orpea, que tiene más de 1.000 residenciales y recién está ingresando en Brasil.

35 mil pesos es el mínimo que debe pagarse en promedio por una habitación compartida en un residencial.
 

Oportunidad laboral

A nivel público, el Sistema de Cuidados ofrece cursos de 156 horas para cuidadores a cargo de personas dependientes (adultos mayores o con discapacidad), y también se acredita la experiencia acumulada en esta tarea. Sin embargo, cada residencial ofrece capacitación específica en los cuidados a los residentes, de acuerdo a los estándares de cada centro. 

Grupo Life brinda asesoramiento y servicios a varios residenciales. Actualmente cuentan con 18 empresas en varias zonas de Montevideo, con un sistema de gestión común y con inspecciones periódicas. También brindan cursos de capacitación al personal dictados por médicos, enfermeros, psicólogos y fisioterapeutas.

La directora de Grupo Life, Valentina Paolillo, considera que tener la información de los residenciales en un mismo lugar ayuda al asesoramiento del cliente, algo que desde el sector se entiende prioritario. “Un posible cliente puede visitar el residencial o llamar particularmente a las líneas de Life que asesoran sobre los 18 centros. Le dicen qué hay disponible, los distintos costos y no pierden tiempo buscando en cada uno por su cuenta”, explicó Paolillo.

Por su parte, el presidente de Aderama hizo referencia a la oportunidad del sector para emplear a población joven. “Quien trabaje con personas mayores va a tener una oportunidad para siempre. Donde más se va a generar empleo va a ser en el cuidado”, aseguró.

Diego Battiste

Conformar el equipo de cuidadores no es tarea sencilla. El psicólogo y encargado de RRHH de Residencial Los Alpes, Martín Gedanke, comentó que en ese centro –que abrió sus puertas en febrero– se buscan personas que tengan experiencia en el cuidado de adultos mayores en un residencial. “Es un trabajo volátil, formar el equipo es lo más complicado. La gente encuentra otro trabajo y lo deja enseguida”, sostuvo. Gedanke ve que uno de los problemas del sector es la falta de control en las habilitaciones. “Eso hace que haya muchos residenciales, que la oferta sea variada pero uno compite contra ciertos lugares con poca calidad y situaciones de maltratos”, comentó. En Los Alpes, por una habitación compartida se paga aproximadamente $ 40 mil.

Subir el nivel

De los 1.000 residenciales, algunos ofrecen en su estadía lujos que podrían compararse con los recibidos en un hotel all inclusive. Además de Lar, con actividades que incluyen la visita a teatros, a museos y al ballet, La Maison es un edificio de apartamentos asistidos que funciona desde 2012 en Pocitos. La propuesta nació a partir de una necesidad del mercado de la mano de la cadena de hoteles Regency. La Maison se aleja del concepto residencial, ya que cada apartamento está pensado con todas las comodidades para que un residente se instale.

Cuenta, además, con una planta de recuperación especialmente preparada para poscirugías. “El concepto que buscamos es ‘habitar su propia casa’, independientemente del estado de salud. Nuestra capacidad es limitada, por lo cual la asistencia no es masiva, es personalizada y este punto es otro gran diferencial”, explicó la gerenta ejecutiva, Ana Rosenbaum.

En Aderama se espera que con la profesionalización mejore el sector. Uno de los mecanismos que implementa la asociación es la autorregulación. “Si detectamos que un socio hace algo fuera de la ética, deja de ser socio. No defendemos si el residencial no tiene higiene o si no hay personal suficiente”, sostuvo. Además de presentar el portal, la asociación se reunirá con el gobierno para negociar formas de ayudar al sector.  “Hicimos una paramétrica, un residencial para tener todos los servicios estaría en el entorno de los $ 34 mil por mes mínimo. Si le sacamos el IVA, algún aporte patronal, si la OSE que se paga es residencial, lograríamos bajar los costos 15% fácilmente”, dijo Montenegro.

Aunque procurar la habilitación es uno de los objetivos fundamentales de la gremial, no necesariamente todos los residenciales sin habilitación tienen malas condiciones, y eso es algo en lo que se hace hincapié. Sin embargo, la falta de controles oficiales dificulta el trabajo. “El MSP no controla, el Mides tiene algunos controles más. Nosotros vamos a poner algún control como asociación. Eso es para el año que viene, trabajando con una comisión que visite dos o tres residenciales por mes”, puntualizó. 

Según Montenegro, es fundamental “ver de dónde puede sacarse recursos para bajar costos y que las personas mayores estén cuidadas en un buen lugar”. 

Éstos son los 18 residenciales habilitados por el MSP:

MONTEVIDEOLA FAMILIA
MONTEVIDEOMARÍA GARCÍA
MONTEVIDEORESIDENCIAL AÑOS LUZ
MONTEVIDEOHOGAR ESPAÑOL
MONTEVIDEORED BIENESTAR
MONTEVIDEOAÑOS ROYAL
MONTEVIDEOEN FAMILIA
MONTEVIDEOGALICIA
MONTEVIDEOLA MAISON
MONTEVIDEOSALERNO
MONTEVIDEOLAS REINAS
TRINIDAD (FLORES)VESTA LIFE
LIBERTAD (SAN JOSÉ)EMANUEL
MONTEVIDEOCENTRO RESIDENCIAL LAR
MALDONADO (SAN CARLOS)RESIDENCIAL AZAHARES
MONTEVIDEOLAGUNA DORADA
MONTEVIDEOBELLEVILLE
MONTEVIDEOPALAS ATENEA
El "cupo cama" de BPS
El Residencial Schiaffino en el Prado es una oenegé que funciona en un predio donado en 1900. Actualmente tiene 70 residentes pero la mayoría ingresan por un convenio con el Banco de Previsión Social, para brindar un lugar para aquellos jubilados con bajos ingresos. “Siempre estamos con número en rojo”, lamenta María Esther Tarde, una de las integrantes de la Comisión Directiva. “El 70% de la jubilación entra para el hogar, el BPS cubre la diferencia que es para el uso de medicamentos, pañales y otras cosas que necesiten”, explicó. Los residentes privados pagan $ 35 mil en habitaciones compartidas. 
Aunque el personal no es especializado, se resalta que a los residentes “no se los maltrata ni física ni emocionalmente”, y muchas veces es la propia familia la que controla.
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