El presidente Vladimir Putin confirmó que Rusia comenzó a transferir armas nucleares a Bielorrusia, tal como lo había anunciado en marzo, y que “las primeras ojivas nucleares fueron emplazadas en el territorio” del vecino país.
“Son sólo las primeras, pero antes del fin del verano completaremos el proceso", dijo Putin durante un foro económico realizado en la ciudad de San Petersburgo y transmitido en vivo por la televisión estatal.
El presidente recordó que el “despliegue de armas nucleares tácticas” es resultado del acuerdo anunciado con su par bielorruso Alexander Lukashenko, quien según la OTAN prestó el territorio de su país a Moscú para atacar a Ucrania.
Los analistas advertieron que la estrategia de Rusia de desplegar arsenal táctico a las puertas de la Unión Europea (UE), aunque de menor poder que el estratégico, pero igualmente capaz de causar daños inmensos, alimenta el temor a una escalada del conflicto en Ucrania.
Putin aclaró que “no ve necesidad de usarlas” en el marco de las tensiones geopolíticas por la guerra contra Kiev y precisó que el despliegue estará finalizado hacia “finales del verano” boreal. El líder del Kremlin agregó que no desea recurrir a este tipo de armamento, posibilidad que calificó como “negativa”.
Durante su intervención, el mandatario afirmó que su país sólo recurriría al uso de estas armas en caso de “amenaza a la integridad, independencia, soberanía y existencia del Estado ruso”, según la agencia de noticias Interfax.
“Las armas nucleares fueron creadas para garantizar nuestra seguridad en el mayor de los sentidos, y hablar de esto ya rebaja la posibilidad de que no sean utilizadas”, dijo. Putin indicó además que Rusia “no reducirá su arsenal de armas nucleares”.
“Lo saben y todo el tiempo tratan de persuadirnos para negociar y lograr una reducción”, manifestó el mandatario ruso, quien afirmó que el acuerdo celebrado por Moscú y Minsk no viola los compromisos internacionales asumidos por su país.
El desarme nuclear de Bielorrusia se llevó a cabo de 1992 a 1996 y, en el marco del proceso, una gran cantidad de armas fue destruida, mientras el resto fue enviado a Rusia. Según el líder ruso, no se trata de un traspaso, lo que sí supondría una violación del Tratado sobre la No Proliferación (TNP), sino de un emplazamiento.
Lukashenko, por su parte, advirtió esta semana que “no dudará” en hacer uso de las armas nucleares que Rusia despliega en su país en respuesta a una eventual agresión, capacidad de decisión minimizada por los analistas, quienes destacan que Moscú tendrá el control de los misiles desplegados.
“Dios no quiera que tenga que tomar la decisión de usar estas armas en tiempos modernos. Pero no lo dudaremos si hay una agresión contra nosotros”, aseveró. “La respuesta será inmediata. Ya lo he dicho varias veces”, declaró Lukashenko, quien se manifestó confiado en que “nadie querrá pelear contra un país que tiene armas de este tipo”.
Por su parte, los Estados Unidos aseguró que “no tiene motivos” para cambiar de postura nuclear pese al despliegue de ojivas rusas en Bielorrusia, ni ve indicios de que Moscú “se prepare” para usar armas nucleares, dijo el jefe de la diplomacia, Antony Blinken.
“No tenemos motivos para ajustar nuestra postura. No vemos ningún indicio de que Rusia se esté preparando para usar un arma nuclear”, afirmó el funcionario, al tiempo que calificó de “irónico” el despliegue, en razón de que Putin justificó la invasión de Ucrania argumentando que estaba destinada a impedir que Kiev consiguiera este tipo de armamento.
Blinken también criticó a Lukashenko por aceptar las armas. “Este es sólo otro ejemplo de cómo toma decisiones irresponsables y provocativas para ceder el control de la soberanía de Bielorrusia en contra de la voluntad de su pueblo”, sostuvo.
(Con información de la agencia de noticias AFP)