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La industria automotriz espera una caída del 25% en las ventas de 2024
El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) recientemente publicado en el Boletín Oficial ha generado reflexiones por parte de un alto ejecutivo del área de finanzas de una destacada automotriz argentina. El ejecutivo destacó que, en la primera evaluación realizada por los equipos técnicos, se percibe que el DNU posee un carácter más estructural que funcional. Según sus palabras: "lo que estamos esperando es el tema de impuestos y aranceles por un lado, y de la deuda acumulada por el otro. No tenemos del todo claro si los proveedores van a aceptar los bonos para pagar la deuda acumulada, que incluso podrían ser objetados por las casas matrices por cuestiones de compliance".
En relación con el contexto económico, se anticipa que el año 2024 no será de crecimiento para la industria automotriz. El CEO y presidente de Renault Argentina, Pablo Sibilla, pronosticó una retracción del mercado interno en torno al 25%, basándose en las cifras de ventas proyectadas para el cierre del ejercicio 2023.
El ejecutivo hace referencia al "Bopreal" (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre), destacando su papel en postergar el acceso al mercado de cambios de los importadores. Se enfatiza que estos bonos podrían ofrecer alivio a la presión sobre el dólar. La preocupación central radica en la incertidumbre sobre la aceptación de estos bonos por parte de los proveedores y su posible objeción por parte de las casas matrices.
En términos prácticos, la eliminación de los permisos de importación (SIRA) es el único cambio tangible hasta el momento. No obstante, las cuestiones tributarias, como impuestos y aranceles, requieren una revisión legislativa y no pueden ser modificadas mediante un DNU.
Sibilla subrayó la urgencia de abordar la deuda acumulada en la industria automotriz, estimada en alrededor de 7.000 millones de dólares. Destacó la necesidad de una pronta resolución para evitar aumentar la deuda con las casas matrices a niveles insostenibles.
El ejecutivo también señaló la urgencia de atender la deuda de los proveedores, un aspecto que afecta directamente la cadena de suministro y ha llevado a la paralización de varias plantas en las últimas semanas.
En el ámbito impositivo, Sibilla destacó la importancia de revisar el impuesto interno o impuesto a los autos de lujo, proponiendo ajustes que podrían mejorar la competitividad. Además, sugirió examinar el Impuesto PAIS sobre las exportaciones, argumentando que puede afectar la balanza comercial y la competitividad en los mercados internacionales.
En resumen, la industria automotriz enfrenta desafíos significativos, y las medidas regulatorias actuales generan incertidumbre sobre la capacidad de las empresas para afrontar sus obligaciones financieras y mantener la producción en un entorno económico desafiante.
