Este viernes, el cohete Launch Vehicle Mark-III (LVM3) despegó desde el Centro Espacial Satish Dhawan ubicado en la isla de Sriharikota en el estado suroriental de Andhra Pradesh con la nave espacial no tripulada por humanos Chandrayaan-3 (Vehículo lunar-3). Una multitud saludó el lanzamiento con vítores y aplausos.
Sreedhara Panicker Somanath, jefe de la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO), no pudo ocultar su emoción desde el centro de control: “Chandrayaan-3 comenzó su viaje hacia la Luna. Nuestro LVM3 ya puso a la sonda Chandrayaan-3 en su órbita precisa en la Tierra”. Por su parte, el director de la misión, Pavil Veeramuthuvel, indicó que “todos los parámetros son normales, incluyendo los generadores de energía y el módulo de propulsión. Nuestro viaje hacia la Luna para el alunizaje más esperado comenzó, y seguiremos de cerca la evolución de la nave”.
Fue el primer paso. El cohete orbitará la Tierra antes de iniciar el trayecto de 384.400 kilómetros hasta la Luna, donde entrará en órbita hasta efectuar la maniobra de aterrizaje en torno al 23 de agosto. Si la misión finaliza con el éxito que se espera, la India pasaría a ser el cuarto país en el mundo en conseguir un alunizaje controlado. Junto a Rusia, los Estados Unidos y China, el país más poblado del planeta entrará al club reducidísimo de naciones en llegar a la Luna.
En el último intento del programa Chandrayaan, realizado hace cuatro años, culminó con un fracaso ya que los equipos de técnicos terrestres perdieran el contacto con la nave poco antes de su llegada a la Luna.
El primer intento fue con el Chandrayaan-1, un orbitador que dio más de 3.400 vueltas al satélite sin aterrizar entre noviembre de 2008 y agosto de 2009. La sonda descubrió evidencia directa de agua en la Luna, lo que fue confirmado con un análisis de las mediciones tomadas con un instrumento de medición de la NASA en 2018 cuando se observaron múltiples reservas de hielo en las permanentemente zonas de sombra de la Luna.
En 2019 se lanzó la segunda misión, que fracasó al estrellarse debido a problemas técnicos en la reducción de la velocidad al aterrizar.
Para mejorar los tres intentos fallidos, la nueva sonda reforzó las patas del módulo de alunizaje y mejoró el software para tener más tolerancia a posibles errores técnicos como el que pudo ocasionar el fallido alunizaje de 2019.
Para eso, el Departamento del Espacio de la India (DoS), responsable del ISRO, contó con un presupuesto 2023 de unos US$ 1.500 millones. Puede parecer limitado frente a los US$ 26.000 millones con los que cuenta la NASA, pero es no impidió que la India esté a punto de ingresar al club lunar de los elegidos si, de cumplirse con el plan del proyecto, el Chandrayaan-3 se pose de manera segura cerca del polo sur de la Luna entre el 23 y el 24 del próximo mes de agosto.
El primer ministro indio, Narendra Modi, que se encuentra en viaje por Francia, escribió en su cuenta de Twitter que “la misión lleva las esperanzas y sueños de nuestra nación”.
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