Camilo dos Santos

Secretario de Vázquez recibe trato preferencial para su retorno a cancillería

Una norma impide que se lo califique por estar en otra dependencia estatal y le asignaron el mayor puntaje, además de promocionarlo como cónsul en Chicago

Tiempo de lectura: -'

14 de agosto de 2019 a las 05:01

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Un funcionario del Servicio Exterior, que en los últimos cuatro años trabajó en Presidencia como secretario del presidente Tabaré Vázquez, recibió un tratamiento extraordinario por parte de la Junta de Calificaciones y la Junta de Destinos de la cancillería.

Matías Eustathiou ingresó a la cancillería en 2014. Su primer lugar de trabajo fue en la Dirección de Multilaterales, luego pasó a la Dirección General de Política y desde 2015 se desempeña en Presidencia de la República y trabaja de forma directa con Vázquez, con quien ha salido de forma permanente en las misiones al exterior.  Es además el representante titular de la Presidencia ante la Junta Nacional de Migraciones.

Todos los funcionarios del Servicio Exterior son evaluados en su desempeño de forma anual por parte de sus jefes directos. Las calificaciones son uno de los insumos que luego inciden para el ascenso de los diplomáticos dentro del escalafón.

Eustathiou es secretario de segunda y tanto la calificación que recibió este año –la máxima posible- como el destino que tiene en el horizonte –atípico para un funcionario de su jerarquía y que hace su primera salida al exterior- fueron motivos de controversia y discrepancia dentro de las juntas que actúan en estos temas en la cancillería.

La nota del presidente

El caso de Eustathiou fue motivo de disenso en la Junta de Calificaciones, que recibió de Presidencia una evaluación con el máximo posible en todas las categorías. Sin embargo, según el marco legal vigente este funcionario no podía ser evaluado por no haber desempeñado las funciones de su cargo presupuestal por más de 180 días, según argumentó uno de los integrantes de la junta en alusión al artículo 5 del decreto 99 del año 2017.

¿Cómo funciona el sistema de calificaciones? El responsable en calificar recibe una hoja con una serie de variables de evaluación entre las que figuran “iniciativa”, “conducta”, “responsabilidad”, “adaptación”, “rendimiento”, “cooperación” y “comunicación y negociación”. Asimismo, cada una de esas categorías contiene diferentes factores conductuales.

Camilo dos Santos

En iniciativa se evalúa la “capacidad de propuesta” y la “motivación”; en conducta “la discreción y reserva”, “corrección en proceder”, “cumplimiento de normas”, “apariencia personal”, “tacto y sociabilidad” y “relaciones con compañeros”; en responsabilidad se analiza la “dedicación a la tarea” y el “perfeccionamiento”; en adaptación se puntúa el “cambio de funciones”, “nuevas tareas” e “integración al medio”. En rendimiento se califica la “calidad del trabajo”, la “planificación”, el “rigor y disciplina” mientras en cooperación se evalúa “tareas en grupo” y “redes de trabajo”. Finalmente en comunicación y negociación se aborda la “precisión” del funcionario y su capacidad “negociadora”.

El calificador puntúa cada una de esas áreas con un máximo de seis y envía el informe a la Junta de Calificaciones cuyo trabajo es ponderar el trabajo del calificador primario para evitar excesos o arbitrariedades. Por ejemplo,  hay casos en los que algunos jefes ponen el máximo en todas las categorías para no generar un problema con sus dependientes, dijeron a El Observador distintas fuentes diplomáticas.  

Para confeccionar el listado definitivo de precedencia se considera, además de las calificaciones, otros tres factores: abatimiento (para casos, por ejemplo, en que alguien no trabaje en el ministerio durante algún tiempo), antigüedad (en función de la cantidad de años que lleva dentro de la institución) y mérito (años de estudio en enseñanza terciaria y/o idiomas reconocidos por Naciones Unidas).

En el listado correspondiente al periodo 2018, Eustathiou quedó sexto de 60 secretarios de segunda en el orden de precedencia y fue el único que logró una calificación de 120.000 –el máximo posible– que la junta no ponderó como hace de forma habitual y, sobre todo, cuando se trata de un funcionario que está cumpliendo funciones en otra dependencia del Estado.

Varios diplomáticos consultados señalaron que recibir 120 de calificación es una rareza que prácticamente no se ha dado en la casa y menos en los rangos más bajos de la carrera. 

Camilo dos Santos

La Junta de Calificaciones estuvo integrada por varios de los directores generales de la cancillería: Carlos Amorín (exdirector de la Secretaría General), Raúl Pollak (director de Asuntos Políticos),  Ana Ayala (exdirectora de Asuntos Económicos), Hugo Caussade (director para Asuntos Técnico-Administrativos), Ricardo Varela (director de Cultura), Jorge Muiño (director de Consulares y Vinculación), Gustavo Pacheco (director de Cooperación) y Valeria Csukasi (directora de Integración y Mercosur). También participaron la directora de personal y el embajador Duncan Croce en representación de los funcionarios.

Durante la discusión, tanto Caussade como Varela manifestaron su disconformidad con el hecho de que la junta ratificara la calificación que había enviado Presidencia. Varela, en particular, argumentó con el artículo del citado decreto que estipula que “cuando en un período superior a 180 días del ejercicio a calificar, el funcionario no haya desempeñado las funciones de su cargo presupuestal y por lo tanto no pueda ser calificado en dichas funciones por encontrarse comprendido en situación legal de reserva del cargo presupuestal o con pase en comisión, se le prorrogará la calificación correspondiente al último ejercicio en que fue calificado”.

Sin embargo, el resto de los directores ratificaron la nota que llegó desde la Torre Ejecutiva. Pollak hizo evidente la dificultad con la que se tropezaron los integrantes de este cuerpo al argumentar que no sería él quien corrigiera la calificación del presidente.

Cónsul en Chicago

La Junta de Destinos elevó al ministro Rodolfo Nin Novoa la recomendación de que el primer destino de Eustathiou sea Chicago y en calidad de cónsul general. El canciller, que por estas horas está en una misión en Armenia, tomará la decisión final cuando retorne.

El hecho de que un secretario de segunda que nunca pasó por la Dirección General de Consulares salga en su primer destino como cónsul general es atípico en la cancillería ya que normalmente se espera que los funcionarios ganen en experiencia para salir con esa jerarquía. Sin embargo, existen algunos antecedentes de funcionarios del Servicio Exterior que salieron a destino con un cargo que no es el que corresponde a su posición en el escalafón.

Armando Sartorotti

Entre el 1 y 9 de junio, Eustathiou viajó a Boston en “misión oficial” a efectos de “realizar actividades y reuniones con autoridades académicas de dicha ciudad”, según estableció una resolución presidencial del 27 de mayo de 2019. Lo hizo de forma solitaria y para tales efectos se dispuso del pago de un ticket aéreo que, según la resolución, no debía superar los US$ 2.297 y US$ 2.844 por concepto de viáticos.

Varias fuentes jerárquicas de cancillería dijeron que desconocían el motivo de este viaje. El Observador se contactó con Eustathiou quien cortó el teléfono antes de decir que debía ingresar a una reunión. No volvió a atender ni respondió los mensajes. 

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.