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Siembra de nubes para fomentar la lluvia: la propuesta de una empresa chilena a Uruguay
Una empresa de siembra de nubes para estimular las lluvias le presentó una propuesta a la Fuerza Aérea uruguaya para combatir el déficit hídrico que afecta al país en los últimos meses, según informó Desayunos Informales (Canal 12) y confirmó El Observador con fuentes de OSE.
La tecnología, utilizada en varias partes del mundo para combatir la sequía, consiste en inyectar yoduro de plata quemado en las nubes tanto de manera aérea como terrestre. Estas sustancias químicas logran asociarse con las moléculas de agua fría y favorecen la precipitación.
De esta forma se aprovecha la lluvia que cae y se incrementa el agua que llega a los embalses entre un 20% o 25%. Si en la lluvia que ya se iba a dar normalmente iban a caer 40 milímetros, con este sistema podrían caer 50 o 60, dijeron a El Observador fuentes de la empresa.
La propuesta a Uruguay
Desde la empresa, de origen chileno, señalaron que se presentó la idea hace un mes aproximadamente, pero que todavía no obtuvieron respuesta porque sigue siendo analizada por Uruguay. Fuentes de OSE informaron a El Observador que la Fuerza Aérea está gestionando la oferta.
La propuesta es todavía de carácter preliminar, porque la empresa pretende hacer un recorrido por el país, conocer el aspecto geográfico, analizar las cuencas, conversar con el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), evaluar aspectos técnicos de Fuerza Aérea –porque se podría usar un avión de ésta para la siembra–, y luego sí hacer una propuesta definitiva.
De esta manera, se podría definir qué modalidad utilizar, la aérea o la terrestre. La empresa considera que lo más efectivo es usar ambas.
Las diferencias entre el sistema aéreo y el terrestre
En el sistema áereo se asegura un 100% la introducción del yoduro de plata quemado en la nubosidad. Se utilizan para ello varias bengalas de yoduro de plata, que se queman y liberan micropartículas en las nubes mientras vuela a través de ellas que genera que caiga más agua. Este sistema tiene un costo más alto (por los tiempos de vuelo que representa) y abarca una superficie restringida.
El sistema terrestre, que es más barato, también consiste en quemar el yoduro de plata en tierra, aprovechando el calor de combustión del producto. El humo generado por esta combustión se eleva con las corrientes ascendentes que se producen durante las precipitaciones, permitiendo que el yoduro de plata alcance la nube objetivo.
Los generadores terrestres se implementan en una red estratégicamente ubicada alrededor de una cuenca específica para llevar a cabo la siembra de nubes. En este caso, se propone la instalación de dicha red alrededor de Paso Severino, con aproximadamente 15 o 20 equipos de generadores terrestres, lo que proporcionaría una cobertura total de la zona objetivo.
En cuanto a los aviones, se prevé realizar recorridos sobre las nubes en las horas determinadas.
El método en otras partes del mundo
En Cuba la siembra de nubes se usó en varias oportunidades, pero en 2015 por primera vez con la modalidad aérea. El país afrontaba la sequía más grave desde 1901 y apeló a este método, comenzando en la cuenca del río mayor: el Cauto.
"La 'siembra de nubes', como también se conoce a esta técnica aplicada en otras ocasiones en Cuba para provocar el aumento de las precipitaciones, se realizará de forma aérea", dijo Argelio Fernández, especialista del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), en agosto de ese año.
Se trata de "bombardear" las nubes "con pirocartuchos de yoduro de plata, un reactivo químico que facilita este proceso", para lo cual se preparó un avión de tecnología rusa.
En 2018, un grupo de científicos de Estados Unidos logró que nevara a través de la siembra glaciogénica.
Lo hicieron al lograr que un avión espolvoree yoduro en plata en un grupo de nubes que contengan agua líquida a muy baja temperatura.
El grupo liderado por el científico atmosférico Jeffrey French empleó tanto radares como instrumental de vuelo enfocado a medir esta cadena de eventos llamada "siembra glaciogénica".
"Estas observaciones (...) muestran la aparición inicial de señales de siembra de nubes antes de 30 minutos después de la liberación de yoduro de plata en las nubes", explicó French.
El equipo documentó cómo en zonas en las que se llevó a cabo el experimento, empezaron a aparecer cristales de hielo y, a continuación, nieve.
"El diámetro medio excedió un milímetro y los cristales más grandes crecieron hasta los 8 milímetros", explicaron los científicos. Vale destacar que el tamaño normal de un cristal de hielo está entre los dos y los cuatro milímetros.
La nieve obtenida por la siembra glaciogénica pudo apreciarse hasta 90 minutos después de la aplicación del aerosol en las nubes.
