De un lado del cordón había un perro con un pañuelo a favor de derogar la Ley de Urgente Consideración (LUC) junto a su dueño, del Partido Socialista, una mujer de 60 años embanderada hasta los zapatos, dos jóvenes sentados mostrándose a sí mismos las fotos. Del otro, un militante con un canguro de la Vela Puerca, un gorro del Che Guevara y una bandera de la lista 1001, un anciano que grababa e involuntariamente tapaba una parte del video con su dedo, un estadounidense que no hablaba español y no sabía qué estaba pasando, varios grupos de un comité de base cercano que conversaban; y también Fernando Pereira, Gonzalo Civila e Ivonne Passada. Había más de 50 personas a su alrededor.
La esquina de Guayabos y Jackson, que por las noches recibe la visita recurrente de Charo y Richard —una pareja que vive calle después de haber perdido su casa en 2018— fue testigo, el sábado por la mañana, de un cúmulo de militantes frenteamplistas, que desde la vereda siguieron con atención los movimientos de los tres candidatos que buscan presidir la fuerza política.
A menos de un mes para las elecciones internas, en el Frente Amplio se prepararon desde temprano para abordar la convocatoria en busca de dar un mensaje de unidad entre los candidatos. Passada, Civila y Pereira llegaron a primera hora y fueron recibidos con besos y abrazos, en su mayoría de adultos mayores. En sus discursos, animaron a la militancia a trabajar para "renovar" el Frente Amplio. En un intento por calmar perfilismos hicieron una recorrida conjunta que empezó en la Feria de Salto sobre las 10 de la mañana, tuvo su paso por Rivera y Jackson y terminó sobre el mediodía en la plaza Líber Seregni. Los tres candidatos se pasearon y posaron juntos allí, en señal de promover la unidad partidaria, pese a las matices que reconocieron tener.
En sus oratorias pusieron énfasis en cuestionar las acciones del oficialismo, como por ejemplo lo que protagonizó el presidente Luis Lacalle Pou cuando fue a comprar a una tienda del shopping con su hija.
Para la exsenadora, la foto viralizada del mandatario con su hija en el local de Zara muestra "cómo maneja la comunicación" y el "marketing" el gobierno cuando hay complicaciones en la agenda. "Cuando vos corrés el telón, ves que el gobierno está con algún planteo complejo con la sociedad y lo saca de contexto. Todos los medios de comunicación hablan de cuando fue con la hija a hacer una compra, con el personal trainer o cuando se fue a vacunar. Lo utilizan con esa metodología, es una estrategia de comunicación que tienen, que no es nueva, y otros presidentes de la región la han llevado adelante. Lo que preocupa es si hay un gobierno que quiere comunicar a la sociedad lo que está pasando realmente. Cada vez que ves una comunicación, pensá unas horas antes qué es lo que había pasado en el gobierno", dijo.
El discurso de Civila, alterado por una seguidilla de ómnibus y problemas con el micrófono, estuvo dirigido al manejo —a su parecer, "destructivo"— de las empresas públicas por parte de la actual administración y a la "persecusión política" que, entiende, recibe la intendenta Carolina Cosse. En esa línea, expresó que la interpelación al ministro de Industria, Omar Paganini, será "absurda" y "desviará la atención sobre los temas que está padeciendo la sociedad uruguaya". Más atrás, Pereira observaba de brazos cruzados y la exsenadora Passada contestaba algunos mensajes en su celular.
"El oficialismo tiene un ensañamiento particular con Carolina y con el proyecto político del Frente Amplio", manifestó. "Quieren perseguir políticamente a una integrante del Frente Amplio, a Carolina Cosse, pero va más allá de la persona. Quieren perseguir el proyecto político del Frente Amplio porque saben que ese proyecto es el único que puede construir una alternativa a este desastre que están generando en el Uruguay", agregó el diputado.
Cuando llegó el turno de Pereira, su participación también se vio afectada, esta vez por una pelusa de plátano que irrumpió la escena. El dirigente bromeó sobre eso y la acusó de "neoliberal" por meterse en su garganta y obligarlo a tomar una pastilla.
Ya se habían sumado más militantes cuando un organizador pidió tener cuidado con "la calle" —en referencia a los vehículos que transitaban la cuadra— y Pereira contestó: "Sí, con La-calle (por el presidente) hay que tener cuidado". "Son Robin Hood al revés; le sacan a los pobres para darles a los más ricos".
El candidato además convocó a los frenteamplistas a priorizar la "diversidad" del partido minimizando las diferencias con los otros postulantes y llamó trabajar en sintonía para fortalecer a la fuerza. "Grandes diferencias no hay, porque nos une ni más ni menos que el Frente Amplio y su paraguas: la izquierda unida de América Latina. El Frente entiende. Surgió de la unidad de otros partidos y de independientes. También de los comité de base. Esa es la unidad en la diversidad que construyó el Frente Amplio. Esa es la unidad que hoy se percibe, 50 años después. Yo cualquier diferencia que pueda tener con Ivonne o con Civila es infinitamente menor a las que tenga con cualquiera que quiera aplicar un modelo liberal. Y eso no es diferenciarme con las personas que lo llevan adelante, sino con las ideas", dijo a El Observador.
Luego, hizo referencia a la LUC, el aumento de la pobreza y castigó al ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, por entender que lo había acusado de "terraja" al referirse a la campaña a favor del Sí como "berreta".
"Si me dice terraja... ¿Esa es la alta política? Faltó a las clases que dio Lacalle Pou sobre 'duro con las ideas, suave con las personas'. Yo planteé una idea: en Uruguay hay 100 mil nuevos pobres, a pesar de que la Facultad de Ciencias Económicas les dijo que si no incluían un punto del Producto Bruto Interno iban a caer. Mientras tanto, se jactan en decir que ahorran en las rendiciones de cuentas. Eso cuesta 100 mil nuevos pobres. No es jugar con la sensibilidad, es tomar datos y analizarlos", apuntó.
"Es un problema con la forma de pensar que tienen. Son durísimos con las personas y por ahora no se les cae una idea en la cabeza", insistió Pereira, quien también se preguntó por qué el presidente del Directorio del Partido Nacional, Pablo Iturralde, dijo que la "mayoría de los ciudadanos" desconoce el contenido de la ley cuando desde el gobierno se han referido a ella como "popular". "Si no la conoce nadie, ¿cómo que es popular? Vamos a derogar la LUC porque es antipopular".
Mientras Pereira hablaba, una mujer añosa tenía su mirada fija en él y asentía con la cabeza al final de cada frase. Al fondo, observaba sentada contra el pasto otra mujer, de 66 años, quien por lo bajo soltó: "Son todos ladrones y mentirosos".
La mujer, Matilde Torre, es una limpiadora desempleada que vive en el refugio del Ministerio de Desarrollo Social de las calles Yi y La Paz y suele ir a la plaza. Decepcionada de los políticos desde hace varios años, dijo a El Observador que tenía ganas de "tirarles una manzana por la cabeza" al escuchar la "sarta de mentiras" con las que habían animado a su gente.
"No conozco a ninguno de estos gatos (por Pereira, Civila y Passada). No dijeron nada. Soy sorda a estas pavadas. Son 20 gatos locos para los tres chiflados. Tengo ganas de tirarles esta manzana", repitió.
Sonaba A Redoblar por los altoparlantes y eran más de las 13 cuando, casi al final del acto, otra mujer, que también vivía en la calle, se acercó a Pereira a intentar venderle su "creación" por $ 100. "Estoy necesitando ayuda", le dijo. El candidato la ignoró y se fue a los pocos minutos.
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