Ernesto Talvi salía de almorzar en un restaurante cuando una mujer que lo había visto por la ventana salió corriendo a pedirle para sacarse una selfie. Como si estuviera esperando el momento, un hombre que estaba a pocos metros se acercó y pidió otra foto con el candidato colorado. Enseguida se sumó otro.
La escena, que ocurrió el mediodía del jueves en Melo, departamento de Cerro Largo, sirve para ilustrar el cambio en la campaña del colorado, que pasó de ser un economista conocido por las élites que iban a sus conferencias a escucharlo –como le decía Jorge Batlle– a un candidato ampliamente reconocido por cualquier uruguayo.
Talvi, que lanzó Ciudadanos hace poco más de un año, recuerda que comenzó la campaña yendo al interior en ómnibus, práctica que abandonó enseguida porque vio que era “imposible” por la cantidad de tiempo que perdía. Ahora viaja en camioneta y rechazó ofertas de quienes le pusieron a disposición un avión.
Reconoce que al principio no lo conocían. No necesitaba ver lo que decían las encuestas sobre la popularidad de los líderes políticos porque lo sentía en la calle. Era un desconocido, aunque dice que tenía a su favor la “tasa de conversión”, esa que mide cuántos electores que identifican a un candidato están dispuestos a votarlo.
En las giras a principio de año, cuando recorría los pueblos de todo el país, pasaba prácticamente desapercibido. Debía presentarse, decir quién era, una situación que cambió con el transcurso de la campaña. Ahora le dicen “usted es mi candidato”.
En Treinta y Tres, un hombre se robó la atención. Pese al calor del sol que a esa hora picaba, usaba una boina de lana roja, campera, collar y botas altas de cuero. Era el “gaucho colorado” y contó que se había vestido para la ocasión y retomado la militancia luego de un tiempo en que el partido había decaído, y en su departamento más, por el protagonismo de blancos y frenteamplistas.
Las encuestas ubican a los colorados terceros a nivel nacional, aunque tienen diferencia acerca de la distancia con los blancos. Mientras que Radar los pone a 1,4 puntos, Equipos señala que hay 10 puntos de diferencia. Pero más allá de los números toda la militancia asegura que –como dijo Sanguinetti– el partido “resurgió”.
En el entorno de Talvi, la mayor señal del crecimiento está en las fotos después de los actos. Lo primero que señalan es que la convocatoria aumenta día a día, pero además destacan que una vez que termina se queda entre veinte minutos y media hora sacándose fotos y hablando mano a mano con la gente.
Talvi reconoció que el debate con Óscar Andrade en el programa “Todas las voces” significó un antes y un después. Los datos de las encuestadoras muestran que ya es prácticamente igual de conocido que Daniel Martínez y Luis Lacalle Pou.
El “índice de imagen” elaborado por la consultora Factum en agosto le otorgó 61 puntos, apenas uno menos que Martínez y trece más que Lacalle Pou. Un 54% de la población tiene una opinión positiva sobre su candidatura, mientras que para el 29% es negativa, para 8% neutra y 9% no opina. Esta última cifra es un poco superior a la del blanco y el frenteamplista, que reciben un 3%.
Lacalle Pou tiene una opinión positiva del 45%, una negativa del 47% y 6% de opinión neutra, mientras que Martínez recibe un 58% de opiniones positivas, un 33% de respuestas negativas y 6% neutro. En el comando, uno de los puntos que identificaron como “flacos” de la campaña es el conocimiento y la votación en la periferia montevideana, donde el Partido Colorado votó mal el 30 de junio.
Este jueves en Melo, Talvi llamó a “trabajar duro” para “recobrar el protagonismo” porque reconoció que en estas zonas habían “perdido presencia”. Mientras que en la región oeste de Montevideo el partido tuvo votaciones que van desde el 6% hasta el 12%, cifras que están por debajo del registro nacional, en las localidades de la costa tuvieron votaciones “excelentes” que llevaron a los colorados a superar a los blancos en Carrasco, la única localidad de toda la capital en que vencieron.
Factum también realizó una estimación de voto por clase social, la cual señaló que entre las clases media-baja y baja, los colorados recibían entre 15% y 17% de los votos, mientras que en las clases media-alta y alta recibe 19% y 24%. Los datos también muestran un descenso en la votación a medida que se le pregunta a los menos interesados en política.
La estrategia del sector para convencer a estos votantes será a través del “buque insignia” de la campaña: los 136 liceos públicos modelo, que se instalarán en las zonas vulnerables del país. Del total 41 se instalarán en barrios periféricos como Punta de Rieles, Casabó, Nuevo París, La Paloma, Casavalle, Colón, Santa Catalina y Cerro Norte.
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