Trabajar después de jubilado: qué cambios propone la ley de urgencia

Luego de dos leyes aprobadas en el gobierno de José Mujica que no tuvieron el impacto esperado, se busca flexibilizar la compatibilidad sobre todo para trabajadores del sector industria y comercio

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29 de enero de 2020 a las 05:04

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El origen etimológico de la palabra jubilar significa “gritar de alegría”, pero según varios estudios y testimonios pasada una natural fase de euforia pos retiro, la vida para un ex trabajador puede acarrear dificultades a la hora de crear nuevos intereses o recomponer roles sociales, dada la función como integrador social que cumple el trabajo.

Una encuesta realizada por Deloitte denominada Talent Edge 2020: buliding the recovery together (hecha en abril de 2011), reveló que el 48% de los entrevistados pertenecientes a la generación Baby Boomer (nacidos entre 1945 y 1964) esperaban seguir trabajando una vez pasados los 65 años.

A pesar de lo que muchos uruguayos piensan, la regla general del derecho nacional otorga la compatibilidad para estar jubilado y poder seguir trabajando, pero el problema es que se plantea una excepción tan importante que lleva a pensar que la regla general es la excepción.

Esto se da por la imposibilidad de trabajar en una misma actividad que está cubierta por el órgano que paga la jubilación; un trabajador jubilado del sector público no puede volver a trabajar en lo público; un jubilado bancario no puede trabajar como bancario y  un jubilado por industria y comercio no podrá hacerlo en esa rama.

Ante esta situación y en el marco de una discusión más profunda que tendrá lugar durante los primeros dos años del próximo gobierno sobre la reforma en la seguridad social (el anteproyecto prevé la creación de una comisión de expertos con plazos hasta diciembre de 2021), la ley de urgente consideración presentada el 22 de enero por el gobierno electo planteó remover la restricción existente y flexibilizar la normativa para que los jubilados de industria y comercio puedan acumular ingresos jubilatorios y de actividad dependiente o no dependiente, que quedará regulado por el Poder Ejecutivo.

Uno de los redactores de la propuesta del artículo, el especialista en seguridad social Rodolfo Saldain, dijo a El Observador que la actual normativa afecta particularmente a los trabajadores del sector privado, dado que en el caso de los públicos si así lo desean pueden volver a trabajar, siempre y cuando lo hagan en lo privado. 

“Esas viejas cajas de hace 60 años ya no existen (Industria y Comercio, Civil y Escolar, Rural y Servicio doméstico), sin embargo, se mantiene esa especie de ultra actividad anacrónica que impide que el trabajador que se jubila por industria y comercio pueda volver a trabajar. No tiene sentido. No hay país en el mundo que no admita el cúmulo entre jubilación y trabajo, además porque la posibilidad de trabajar si se quiere es también parte del buen envejecer”, apuntó el abogado.  

A pesar de algunos intentos realizados por el gobierno de José Mujica (ley 19.006 y 19.160) que buscaron dotar de compatibilidad a la jubilación con actividades en “situaciones especiales” (que falte mano de obra calificada) e incentivar la jubilación parcial, la falta de estímulos generados por la norma hizo que la incidencia fuera mínima. 

La ley de jubilación parcial, por ejemplo, habilitó a los trabajadores y jubilados a que trabajen la mitad del horario y cobren el 50 % de la pasividad, además de otras exigencias que llevaron a que sean muy pocos los casos sujetos a esta modalidad hoy en Uruguay (menos de 100).         

Por su parte, el experto en derecho laboral y seguridad social de CPA Ferrere, Alberto Baroffio, apuntó que el artículo 358 busca “abrir la cancha”, generando regímenes de compatibilidad para poder trabajar para las mismas cajas y sector que por el que se está jubilado.

En particular, el especialista dijo que un aspecto que se menciona es en el caso de una persona que se jubiló pero no alcanza los mínimos (el Estado otorga partidas adicionales para complementar), se plantea que en caso de que esa persona trabaje cobrará su jubilación pero sin los complementos brindados por el Banco de Previsión Social (BPS).

“En definitiva la persona trabaja pero va a ganar más, al tiempo que le genera también un ahorro al Estado”, apuntó Baroffio, aunque señaló que en estos casos deberá haber un mayor control de parte de BPS porque se puede estimular el informalismo.

Otro de los puntos destacados en el anteproyecto, es el establecimiento de una reducción en la asignación de la jubilación. Aquellos que opten por acceder al cúmulo trabajo-jubilación con una edad inferior a los 65 años, se les podrá descontar hasta un máximo de $ 50 de la jubilación por cada $ 100 de ingreso por actividad. Este modelo es mucho más beneficioso que el actual, apuntaron los especialistas, similar al de Estados Unidos y otros países. 

Argumentos en contra

En tanto, el integrante del Instituto Cuesta Duarte, Hugo Bai, criticó que se plantee “un tema que es real”, pero que no debería ser discutido en dentro de la ley de urgente consideración.

Para el economista, el tema debería tratarse en el “marco de un diálogo social amplio, que después establezca una ley especifica al respecto.

“No es algo urgente. No hay un problema que esté exigiendo esto se resuelva en tres o cinco meses. Es un aspecto legítimo de discutir y revisar algunas rispideces y exigencias que se dieron en su momento pero no con esta metodología”, opinó Bai.

Sobre el argumento de que flexibilizar el empleo de los jubilados puede afectar el desempleo en los jóvenes, Saldain argumentó que “hay al menos media docena de estudios sobre si compiten o no, y la conclusión categórica es que no compiten”.

“Es cierto que el desempleo de los jóvenes es un problema, pero son empleos de tipos diferentes y un mayor nivel de actividad de las personas mayores ayuda a un mayor empleo para los jóvenes. Son empleos de naturaleza diferente. En España existe lo que se llama la jubilación activa y la mayor parte de las personas van a establecer un negocio o comercio. Eso es inversión que va a generar empleo”, explicó.

Bai apuntó en la misma línea en general que Saldain, aunque de todas formas manifestó que hay que tener los cuidados necesarios para cuidar el empleo juvenil.

“No es que compitan exactamente y que uno sustituya al otro, pero sí una cantidad muy importante de gente posterga su retiro y eso puede impactar en una población más vulnerable, aunque no de forma directa. También se trata de que haya un tránsito gradual desde la actividad a la pasividad, para que se dé un proceso que no sea de un día para el otro, que puede tener efectos más traumáticos”, señaló Bai.

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