General Liber Seregni

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Una historia desconocida

Extractos del libro El general, una biografía de Líber Seregni, líder histórico del FA
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24 de julio de 2016 a las 05:00
El 22 de junio (1994), poco antes del Congreso, en la sala Ramírez del Senado se había creado el Encuentro Progresista con la participación del PDC, el Encuentro de los Blancos Progresistas que seguían al exintendente de Cerro Largo Rodolfo Nin Novoa, exmilitantes del PGP que no se habían ido con Batalla y Batllismo Progresista más el Frente Amplio (...)

El exdirigente del PCU Esteban Valenti había jugado un papel importante en acercar a Vázquez y Nin Novoa cuando ambos eran intendentes.

El MPP estaba dividido entre un sector encabezado por Helios Sarthou, que rechazaba frontalmente la alianza, y otro, compuesto por Mujica y Fernández Huidobro, que también estaba en contra pero tenía dudas. El propio Fernández Huidobro, que tenía entonces el papel de mayor liderazgo en el sector, había argumentado a los gritos en contra de la alianza con Nin, parado arriba de una butaca del teatro Astral, luego de haber hecho varias pasadas por bares de la zona.

Unir (una alianza entre el 26 de Marzo, Pregón y Unión Popular) desde el principio se había colocado frontalmente en contra, mientras el MPP, dividido en dos, se había abstenido en la última votación del Órgano de Conducción.

La moción ganadora propuso a Vázquez para la Presidencia y a Arana para la intendencia y quedó en suspenso la designación del vicepresidente, que aunque no se nombró, todos sabían que sería Nin.
Cuando Seregni finalizó su discurso con una apelación a "conformar y fortalecer el Encuentro Progresista" el clima ya estaba muy tenso, al punto que no se escuchó cuando dijo la frase final con la que dejó inaugurado el Congreso: "¡Viva el Frente Amplio!".

El general había fracasado en su propuesta de votar antes a los candidatos que el programa y recibió fuertes críticas por esa razón.

El sábado, en el teatro Astral, los enfrentamientos en el trabajo de la comisión que debía laudar el problema de la política de alianzas llegaron a un punto alto. Hubo insultos, golpes y empujones (...).
Los delegados del 26 de Marzo de Argentina no solo votaban en contra, sino que estaban presionando con vehemencia. Hubo nuevos enfrentamientos y en varios momentos el Congreso estuvo a punto de quedar sin quórum.

Seregni, que se había ido a dormir la siesta muy irritado con la situación, que no pudo controlar, regresó al final de la sesión y dio finalmente la orden a su equipo para que los números cerraran.

(...)

Fue una decisión in extremis que se pudo hacer aprovechado la superioridad numérica de los que contaban los votos y una distracción de Jorge Voituret, el delegado designado por el 26 de Marzo y Unir para fiscalizar.

"Te tiene que dar", repitió imperativo el general a uno de los más cercanos colaboradores. Y dio. El resultado oficial, comunicado al Congreso por Carlos Pita casi sobre la medianoche, fue que se habían logrado los dos tercios: 1.403 congresales a favor de la moción que avalaba la nueva política de alianzas y 667 en contra. Seregni, que por la tarde había sido abucheado y silbado por primera vez en un Congreso del Frente, respiró aliviado.

Antes de esa riesgosa movida, el general había hecho otra jugada audaz: en 1993, cansado de que la Mesa Política se convirtiera en una máquina de poner palos en la rueda, había dado un sutil golpe de Estado y creado el Órgano Provisional de Conducción Política, un invento que no figuraba en ningún estatuto pero que permitió salir del atolladero. La situación irregular se mantuvo hasta 1995, cuando se aprobó un nuevo estatuto que reemplazó a la dirección conocida como "Los 12 apóstoles". (...)

Tabaré, que había sido convocado para las cinco de la tarde, esperaba ansioso y descargaba tensiones en un puching ball del gimnasio aurinegro.

Algunos viejos militantes comunistas, alineados con la postura adoptada por el dirigente Eduardo Viera, arrojaron sus carnés partidarios en la cara de los que habían apoyado la creación del EP.

Mientras algunos lloraban o expresaban su angustia de otra manera –el senador Couriel se tomaba la cabeza– el secretario general del PS, Reinaldo Gargano, fue el único de los enfocados por las cámaras de Canal 10 que esbozó una leve sonrisa. Antes, mientras Seregni había relatado el proceso del FA, había gritado varias veces "¡Mentira! ¡Eso es mentira!".

El canal de la familia De Feo fue el único que transmitió en vivo el discurso de Seregni, algo costoso y poco común en esa época. La conexión fuera del horario central fue el motivo por el cual Seregni incumplió con su clásica puntualidad.

Sentado en la platea con su familia, el general miraba una y otra vez su reloj y hacía señas al secretario de Propaganda Galcerano para indicarle que ya era hora de comenzar. El espectáculo musical siguió unos eternos minutos más, para coincidir lo más posible con la transmisión en vivo.

El equipo de presidencia, en reserva, se había encargado de hablar personalmente con los dirigentes de todos los sectores para que nadie fuera sorprendido con la noticia.

Algunos pensaron que quizás un gesto conjunto de Astori y Vázquez podría hacer cambiar de opinión a Seregni, aunque los que lo conocían bien, sabían que pensaba muy bien las cosas y que luego no se echaba atrás.

Astori estaba en el acto, sentado impertérrito en primera fila. Tabaré, a pesar de que integrantes del equipo de presidencia del Frente sostienen que fue informado con antelación de la renuncia, había salido de Montevideo y estaba descansando con su esposa, su cuñada y el esposo de esta en Punta Gorda (Colonia), un lugar en el que solo se captan radios argentinas.

Por ese motivo no escuchó el discurso de Seregni con críticas al funcionamiento del Frente ni tampoco la referencia a la solidaridad que había expresado por la acusación que pesaba en contra de Vázquez por presuntas maniobras en el Instituto de Oncología del MSP. En ese marco, Seregni se quejó porque aún no (se) había reunido al Tribunal de Conducta Política pedido un mes antes por Vázquez. El general Licandro, que presidía el Tribunal, estaba escuchando en la platea.

El periodista de Canal 10 Martín Less fue el encargado de localizar a Tabaré al día siguiente en el quilómetro 0 del Río de la Plata para registrar sus primeros comentarios por la impactante noticia.
Antes de irse a descansar con su familia, Vázquez le había preguntado a Seregni si pensaba que debía quedarse al acto de los 25 años del Frente. El general respondió que él sabía lo que tenía que hacer.
Algunos de los dirigentes, analistas y adherentes frentistas siguieron convencidos de que la renuncia fue una maniobra para que el Frente cambiara de posición respecto a la reforma constitucional, lo fueran a buscar y así regresar a la presidencia del FA con más fuerza.

Los más cercanos, por el contrario, percibieron que el general tomó esa decisión luego de haber sopesado bien las cosas, que desde hacía tiempo estaba pensando en dar un paso al costado y que buscó ese momento para lograr un efecto con el objetivo de que el Frente reaccionara.

Igual que cuando en 1968 pidió el pase a retiro del Ejército, esta renuncia indeclinable a la presidencia tuvo un desencadenante puntual y un proceso previo.

La ausencia de Tabaré en el acto denotó que el Frente estaba procesando el relevo de una manera poco común y la propia renuncia demostraba que Seregni no era un caudillo clásico sino otro tipo de líder, que no asociaba su presencia a la existencia del Frente.

La diferencia en relación a la reforma constitucional, si bien no era menor, tampoco explicaba todo. Durante el discurso en AFE, Seregni relató que había dado un plazo amplio al FA para que adoptara una postura, luego de que se había comprometido con el presidente de la República a dar una respuesta a la propuesta de reforma constitucional que se había presentado.

El año anterior, mientras estaba en cama con hepatitis, Seregni había sufrido una fuerte decepción con Crottogini. Quien había sido su puntal durante años, preguntado por la prensa acerca de las opiniones del general a favor de la reforma constitucional, dijo que no había que prestarles demasiada atención porque estaba afectado por la enfermedad.

Crottogini, a su vez, quedó dolido con la renuncia y lo planteó en un Plenario: "Le dio a radio Carve el texto del discurso y no me lo dio a mí, que soy el vicepresidente del Frente Amplio", protestó.

Ficha técnica

Nombre: El general
Autores: Valeria Conteris y Sergio Israel
Páginas: 402
Editorial: Planeta
Precio: $ 520

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