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Una lección de vida

El 24 de noviembre falleció en Barcelona el Profesor Lorenzo Dionis a la edad de 94 años que formó parte del equipo promotor del IESE

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13 de diciembre de 2020 a las 05:00

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El pasado 24 de noviembre falleció en Barcelona el Profesor Lorenzo Dionis a la edad de 94 años. Formó parte del equipo promotor del IESE y fue una pieza clave para los inicios de esta prestigiosa escuela de negocios, hoy desarrollada no solo en Barcelona sino a escala global, con escuelas asociadas en muchos países del mundo desde Nueva York hasta Lagos pasando por Montevideo.

Me parece de justicia hacer un sencillo homenaje al querido profesor Dionis, en cuyas clases tuve el privilegio de participar cuando cursé el MBA en el IESE de Barcelona.

El profesor Dionis daba una materia que no era, a primera vista, muy especialmente de mi agrado: Dirección de la Producción, Tecnología y Operaciones. La llamábamos “Producción” y para que los veníamos de carreras humanísticas no era especialmente atractiva.

Pero lo que sí la hizo atractiva fue la presencia del profesor Dionis. Al principio nos llamó la atención saber que se había graduado en la Academia Superior de Artillería de Segovia pero también supimos que completó sus estudios en Londres, Düsseldorf, Madrid y Viena.

Abundan por estos días los testimonios sobre el profesor Dionis entre sus colegas del IESE. Uno de los profesores sobre los que tuvo mayor influencia fue Pedro Nueno: “Entre otros, el profesor Dionis, consiguió, sin recursos económicos propios, lanzar desde aquella España subdesarrollada de los años 50 lo que hoy es una de las primeras instituciones del mundo en un sector tan complejo como es la formación de directivos. Hablando con Lorenzo siempre salías motivado, ilusionado y consciente de que ibas en la dirección correcta”, recuerda Nueno.

Y Carlos Cavallé, director general del IESE por más de 15 años, señaló: “Lorenzo fue un profesor de los que dejan huella no solo por los 40 años que dedicó al IESE, sino especialmente por ser muy querido por profesores y alumnos. Tenía un carácter acogedor, sabía escuchar y dialogar, era positivo y optimista. En lo profesional fue un ejemplo de diligencia, de perseverancia y de eficacia”.

Los alumnos de la clase 79 tuvimos el privilegio de recibir del profesor Dionis, además de sus conocimientos de Producción y Operaciones, una verdadera lección de vida.

Ocurrió en uno de los trimestres más apretados de exámenes. Sobre el final del curso, cuando se fijaban las fechas de los exámenes, por alguna razón coincidieron el mismo día el examen de Producción con el profesor Dionis y el examen de Finanzas. Dado el carácter asequible del profesor Dionis, a algunos se nos ocurrió hablar con él y plantearle que corriera la fecha de examen un par de días de modo que tuviéramos más tiempo para preparar ambas asignaturas. Nos pareció algo totalmente lógico y que no causaba distorsión alguna.

Así lo hicimos y llegamos a Dionis con nuestro planteo, típicamente universitario. Algo así como “que más da que el examen sea el viernes o el lunes”. Pues bien, pese a su tono bonachón, la respuesta de Dionis fue negativa. Es más, tajantemente negativa. A todos nos tomó por sorpresa. No lo esperábamos. Pero lo que más nos sorprendió fueron los motivos. Nada caprichosos por cierto.

El profesor Dionis entró en clase unos días antes del examen y nos dijo que la fecha del mismo no se corría. Al preguntar los motivos, nos dio una respuesta apabullante. Nos dijo algo así: “Para mí sería muy fácil cambiar la fecha del examen pero eso no sería bueno para ustedes. En la vida empresarial habrá muchas veces que les caerán dos o tres acontecimientos en la misma fecha. Supongamos que en el futuro ustedes están al frente de una empresa o de una gerencia, y en un mismo día tienen un reclamo de varios clientes, una llamada del banco para solucionar una carta de crédito, un proveedor que afirma que no podrá entregar en fecha los productos comprometidos y que son vitales para llegar al mercado, y un tema laboral que requiere atención inmediata.  ¿Ustedes piensan que podrán decir a cada una de estas demandas urgentes que podrían venir otro día? Quizá alguna sí se puede correr o delegar pero no todo. No podrán decir, a cada uno de estos interlocutores, que corran su demanda para otro día. Tienen que ser capaces de resolver el mismo  día los problemas que se presentan y que no admiten postergación y solo postergar algunos. La vida –continuaba Dionis– no es una universidad o un master donde las cosas se ordenan de un modo lógico. La vida misma es una sucesión de acontecimientos que no tenemos capacidad de ordenar u organizar y, a veces, ni siquiera prever. Hay cosas que sí y hay cosas que no. Por lo tanto, el examen permanece en la fecha ya fijada y ustedes tienen varios días para ver si priorizan Producción o Finanzas o si pueden con ambas”.

Nos quedamos todos boquiabiertos. Tenía razón. Fue una lección de vida la que recibimos ese día del profesor Dionis, y no se me ha olvidado nunca.

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