Después de dos años de pandemia, el 30% de los uruguayos es menos feliz y el 28% considera que su situación económica es peor que antes de la crisis sanitaria, según se desprende de una encuesta realizada por Opción Consultores para Naciones Unidas. El sondeo sobre cómo perciben los uruguayos y las uruguayas el impacto que tuvo la pandemia de Covid-19 se realizó en base a una serie de entrevistas realizadas en febrero de 2022.
Sobre el impacto del Covid en los jóvenes, un 46% de los entrevistados con niños y adolescentes a cargo notó cambios en la salud mental y en el comportamiento de estos durante la suspensión de las clases presenciales. Además, un 20% declaró que los menores a su cargo solo participaban de las clases virtuales algunas veces, pocas veces o nunca.
El seguimiento de Naciones Unidas contempla indicadores de actividad económica y mediciones generales; así como medidas que permiten evaluar la recuperación en los sectores más vulnerables, las secuelas en los aprendizajes de los niños, la salud mental, el bienestar integral de la población y la desigualdad basada en género.
A continuación, algunos de los principales resultados a los que accedió El Observador:
A dos años de la pandemia, el 37% de la población considera como buena su situación socioeconómica, un 48% (la mayoría) opina que "no es ni buena ni mala", mientras que un 14% la evalúa como mala.
Asimismo, la mayoría (55%) considera que la situación económica de su hogar es igual al período previo a la pandemia. Un 17% la califica como mejor. El 28%, considera que es peor. Y de este porcentaje, el 47% se lo atribuye a la pandemia.
La percepción del rol de la pandemia en el deterioro de su situación económica es mayor en personas de niveles educativos y socioeconómicos bajos: un 56% de estas cree que la caída en su situación económica se debe a la crisis sanitaria, mientras que opina lo mismo un 32% de las personas en niveles educativos y socioeconómicos altos.
Por último, un 12% de las personas entrevistas declaró haber estado en situación de inseguridad alimentaria leve o significativa durante 2021, en contraste con el 21% de 2020.
El 62% de los entrevistados se declaró igual de feliz ahora que antes de la pandemia. Sin embargo, un 30% afirmó ser menos feliz que antes del coronavirus. Esta percepción es más aguda entre los adultos mayores (el 38%).
Sobre el impacto de la suspensión de clases presenciales en los niños y adolescentes, un 46% de los entrevistados declaró haber detectado cambios importantes en la salud mental o el comportamiento de alguno de los menores del hogar durante esta etapa de suspensión. Para el 78%, estos problemas disminuyeron con el retorno a los salones.
Además, entre las personas con niños y adolescentes a cargo, un 60% manifestó que los menores en su hogar participaron de las clases virtuales, un 18% dijo que lo hacían la mayoría de las veces, un 10% algunas veces, un 5% pocas veces y otro 5% que nunca lo hicieron.
Por otro lado, el 79% de los encuestados consideró que con esta modalidad los niños y adolescentes aprenden menos que con clases presenciales.
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