Vivir cerca de espacios verdes es positivo para niños con asma

Como resultado se obtuvo que por 305 metros entre el hogar y el espacio verde, los infantes sumaban un día más de síntomas de la enfermedad. Es decir, los que vivían cerca de un parque sufrían los síntomas por cinco días promedialmente, mientras que los que estaban a 305 metros lo padecían seis. Según este estudio, el efecto se ve más en niños de seis años o más.

Kelli DePriest y Arlene Butz, autoras del trabajo y pertenecientes a la Escuela de Enfermería y Medicina de la Universidad Johns Hopkins y a la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, llevaron a cabo casi 200 entrevistas a padres de chicos de entre tres y 12 años con asma, que viven en el centro de Baltimore –Estados Unidos- , ciudad con niveles de contaminación similares a Nueva York y Los Angeles.

Los pequeños que formaron parte de la investigación tenían en común haber ido a la emergencia dos veces durante al año o haber sido hospitalizados. En su gran mayoría, eran afroamericanos y pertenecientes a un nivel socioeconómico bajo.

"Vivir en un entorno urbano aumenta el riesgo de asma en la niñez, y los factores asociados con la vida en la ciudad -como la contaminación del aire- también son conocidos por contribuir a altas tasas de asma mal controlado", citó Clarín de las palabras de DePriest en el congreso realizado en Milán la semana pasada.

La investigadora –DePriest- planifica continuar con su investigación para analizar las diferentes formas de espacios verdes en relación con el asma infantil.