Sobre fines de noviembre, la Unión de Vendedores de Nafta (Unvenu) realizó un paro de 48 horas en todo el país. ¿El motivo? Su rechazo a un nuevo esquema de distribución que comenzaría a regir el 1° de enero, que haría que la ganancia que percibían los estacioneros se otorgara en tres franjas, en función de los volúmenes que comercializaba cada uno.
ANCAP sostenía que esta modificación le permitiría reducir en 10% (unos US$ 36,2 millones) los costos de distribución y comercialización, que alcanzan los US$ 362 millones anuales.
Lea también: Seis claves para entender el conflicto en el negocio de los combustiblesLas partes se sentaron a conversar acerca de sus diferentes puntos de vista y finalmente el esquema inicial de tres franjas no se llevará adelante.
En cambio, una resolución de la empresa pública -con fecha 29 de diciembre y a la que accedió El Observador- indica que se definirán dos categorías de
estaciones de servicio: las que tienen "fin social" y las que no. Las primeras son aquellas que son "únicas" en su localidad, o "cuya existencia se justifica por la necesidad de abastecer una zona y que a juicio de ANCAP exista una real necesidad de servicio de venta de
combustibles en la zona". También entrarán en esta categoría las que tengan un volumen de venta total igual o inferior a 60.000 litros de promedio mensual (considerando el año móvil cerrado al 30 de junio de cada año).
De un total de 479 estaciones que existen en el país, solo entre 20 y 30 cumplen estas características, indicó a El Observador una fuente empresarial.
Para estos comercios, el nuevo esquema estipulado por ANCAP marca que tendrán un incremento de 5% sobre su margen bruto de ganancia. En el caso del resto -la enorme mayoría de las estaciones de servicio que operan en Uruguay- tendrán un descuento de 10%.
Según el gerente de la Unvenu, Federico de Castro, las novedades introducidas mitigan el impacto del esquema inicial pero de todas maneras golpean la rentabilidad de las empresas. "Es menos malo que lo que estaba previsto inicialmente", dijo. "A ningún comerciante le gusta que le bajen los ingresos", añadió.
Lea también: Tres de cada cuatro estaciones pararonCómo era el esquema anterior
El margen que ANCAP otorga a las estaciones asciende a US$ 273,2 millones por año. Por cada litro de gasoil y nafta comercializado perciben en promedio $ 4,887.
Con el anterior esquema que presentó sobre principios de noviembre y que desató las críticas de los estacioneros, ANCAP elevaba ese pago para los primeros 30 mil litros mensuales que recibían las estaciones para cada combustible (gasolinas y gasoil). Eso beneficiaba a unas 60 estaciones en todo el país. En tanto, aquellas que comercializaban entre 30 mil y 150 mil litros mantenían en esa franja el mismo margen –lo que involucra a un universo de 250 a 300 estaciones–, mientras que aquellas que vendían por encima de 150 mil litros mensuales –unas 170 bocas– veían reducidos sus márgenes en las ventas que superaban ese volumen.