El Gobierno de Javier Milei lanzó un nuevo régimen de blanqueo de capitales con la esperanza de atraer miles de millones de dólares que actualmente están fuera del sistema financiero formal. El objetivo es ambicioso: regularizar hasta 40.000 millones de dólares en efectivo y otros activos, una cifra que podría aportar oxígeno a las reservas del Banco Central y contribuir a estabilizar una economía golpeada por la crisis y la desconfianza.
El blanqueo, que comenzó en julio, permite a los ciudadanos declarar activos ocultos con beneficios impositivos importantes, especialmente en la primera etapa que concluye el 30 de septiembre. Según el Banco Central, en los meses de julio y agosto los depósitos en dólares crecieron, con un saldo neto de 728 millones de dólares en julio y 749 millones en agosto. Este aumento sugiere que el régimen está comenzando a captar el interés de los ahorristas, pero el éxito final dependerá de cuánto capital se regularice antes de fin de año.
El ministro de Economía, Luis Caputo, subrayó que el blanqueo “no tiene un fin recaudatorio” sino que busca aumentar los activos dentro del sistema financiero. Esta regularización permitirá, según Caputo, una “remonetización de la economía” y el avance del plan de "competencia de monedas" que promueve Milei. En este contexto, Martín Redrado, ex presidente del Banco Central, destacó la importancia del blanqueo para sostener la política cambiaria: “Hoy somos blanqueo dependientes. El gobierno necesita juntar muchos más dólares de los que tiene para mantener esta política”.
Los blanqueos anteriores
La historia argentina está marcada por blanqueos de capitales frecuentes. El más exitoso fue el de 2016 bajo el mandato de Mauricio Macri, que logró regularizar 117.000 millones de dólares. En contraposición, el blanqueo de 2009, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, apenas captó 4.300 millones. Según estimaciones de los expertos, este nuevo blanqueo podría lograr entre 30.000 y 40.000 millones de dólares, una cifra que, aunque menor que la de 2016, sería considerada un éxito.
El tributarista César Litvin sostuvo que “es factible y sería un éxito que se regularicen 40.000 millones de dólares”. Sin embargo, Diego Fraga, especialista en derecho tributario, advirtió que este blanqueo es diferente a los anteriores: "En el blanqueo de Macri se regularizaron grandes fortunas, pero el actual está captando montos más pequeños, mayormente ahorros en efectivo de personas comunes".
A esto se suma la advertencia del economista Martín Redrado, quien señaló que el gobierno depende del éxito de esta operación para obtener dólares que alivien las reservas y permitan reducir el riesgo país, que sigue en niveles elevados. "El desafío de corto plazo es lograr los dólares suficientes para que la economía pueda respirar", afirmó. Redrado también alertó que la falta de dólares podría complicar los pagos de deuda en 2024, lo que aumenta la presión sobre el gobierno para que el blanqueo sea exitoso.
Incentivos y dudas sobre el futuro
El actual blanqueo presenta condiciones atractivas para quienes decidan participar. Hasta el 30 de septiembre, los ciudadanos pueden declarar activos con una tasa impositiva del 5%, que luego aumentará al 10% hasta fin de año. Además, quienes inviertan los montos regularizados en proyectos inmobiliarios o instrumentos financieros locales podrán evitar el pago de impuestos sobre activos superiores a los 100.000 dólares, una medida que busca reactivar sectores como la construcción.
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El economista Salvador Vitelli, de la consultora Romano Group, señaló que el éxito de este blanqueo es crucial para aumentar las reservas netas del Banco Central, que actualmente se encuentran en terreno negativo. "Los depósitos en dólares podrían dar al Banco Central el oxígeno necesario para intervenir en los mercados y generar confianza", dijo Vitelli.
Por su parte, Redrado enfatizó que el éxito del blanqueo será clave para reducir el riesgo país, un indicador crítico para acceder a financiamiento externo. "La tasa de riesgo país no baja rápidamente porque el mercado aún tiene dudas sobre las reservas internacionales", explicó Redrado. El economista insistió en que el gobierno necesita aumentar significativamente las reservas para garantizar los pagos de deuda el próximo año. “El gobierno ha dicho que tiene los dólares para pagar los vencimientos de deuda en 2024, pero esos dólares no están todavía”, advirtió.
Sin embargo, existen ciertos obstáculos. El blanqueo no ha despegado completamente, en parte porque muchos potenciales participantes están esperando hasta último momento para adherirse. Diego Fraga explicó que "el tiempo jugará un rol crucial", ya que el plazo para declarar dólares en efectivo concluye el 30 de septiembre. Si el gobierno no extiende esta fecha, algunos expertos creen que el blanqueo podría no alcanzar las metas propuestas. "Si no extienden esa fecha, esto no va a arrancar", afirmó Fraga.
Impacto del acuerdo con Estados Unidos
Un factor clave que podría impulsar la participación en el blanqueo es el acuerdo de intercambio de información financiera que Argentina firmó con Estados Unidos, el cual entrará en vigor este mes. Este acuerdo obligará a los bancos estadounidenses a reportar cuentas de ciudadanos argentinos a la AFIP, lo que significa que aquellos que no regularicen sus activos podrían enfrentar multas y sanciones. Esta medida ha generado un sentido de urgencia entre quienes poseen cuentas en el exterior, ya que temen ser detectados y sancionados fuera del marco del blanqueo.
Litvin destacó que este nuevo escenario, sumado a las condiciones impositivas atractivas del régimen, hace que el blanqueo actual sea una buena oportunidad para muchos. "Es muy barato en comparación con otros blanqueos, y la estabilidad fiscal es un factor clave para atraer a quienes desconfían de las oscilaciones políticas en Argentina", señaló Litvin.
A pesar de estos incentivos, algunos argentinos siguen dudando en participar. Fraga explicó que, aunque las condiciones son favorables, muchos prefieren mantener sus activos en el exterior debido a la incertidumbre económica y política. "Todavía hay mucha gente que no cree que Argentina vaya a cambiar, prefieren mantener su dinero fuera", comentó.
Martín Redrado también coincidió en que la desconfianza sigue siendo un factor limitante: “Hay que entender que después de tantos cambios de reglas y políticas fiscales, no es fácil para los argentinos confiar en que esta vez las condiciones serán estables”. A pesar de ello, insistió en que el gobierno está haciendo todo lo posible para que el blanqueo tenga éxito, lo cual es crucial para fortalecer las reservas y dar un respiro a la economía.
En definitiva, aunque el blanqueo de capitales representa una oportunidad para aumentar las reservas y dar un impulso a la economía, su éxito final dependerá de varios factores, incluyendo el cumplimiento de las metas propuestas y la confianza de los ciudadanos en las medidas a largo plazo. El 30 de septiembre será una fecha indicativa para medir si el plan de Javier Milei logró sus objetivos iniciales.