La misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) encabezada por Bikas Joshi comenzó este martes las reuniones con el equipo económico argentino para llevar adelante la primera revisión del nuevo acuerdo firmado bajo el programa de Facilidades Extendidas (EFF). Los encuentros se desarrollaron principalmente en el Banco Central (BCRA) y el Ministerio de Economía, y se espera que la delegación permanezca en el país hasta el viernes o, como máximo, hasta el lunes 30 de junio.
Esta revisión representa un momento crucial para el programa económico del presidente Javier Milei, ya que de ella depende el acceso a un nuevo desembolso de US$ 2.000 millones que estaba previsto para este mes. El acuerdo, que alcanza los US$ 20.000 millones en 48 meses, ya permitió recapitalizar el BCRA y salir del cepo cambiario gracias a un adelanto inmediato de US$ 12.000 millones.
En el Ministerio de Economía, conducido por Luis Caputo, expresan confianza en que el sobrecumplimiento de los objetivos fiscales y monetarios, junto con la baja de la inflación y el crecimiento económico, compensarán el incumplimiento en la meta de acumulación de reservas netas. "Está todo bien con el Fondo. Estamos muy tranquilos", aseguran fuentes cercanas al ministro.
El desafío de las reservas netas
El principal obstáculo que enfrenta el Gobierno en esta revisión es el incumplimiento de la meta de reservas netas. Según cálculos de la consultora Empiria, las reservas netas al 31 de diciembre de 2024 eran de -US$ 2.350 millones, mientras que al 13 de junio, fecha prevista para la primera revisión, llegaban a -US$ 6.031 millones. Los dólares faltantes para cumplir con la meta eran US$ 4.680 millones, según la misma consultora.
La consultora Aurum precisó que "la meta que originalmente debía cumplirse el viernes 13 de junio no fue alcanzada por unos US$ 4.200 millones, a pesar de los ingresos por US$ 2.000 millones del Repo y de las colocaciones de títulos en pesos suscribibles en dólares".
Para compensar esta situación, el Tesoro recurrió al endeudamiento para adquirir divisas, dado que el BCRA se mantuvo al margen del mercado cambiario desde el levantamiento del cepo. La autoridad monetaria tampoco pudo aprovechar la baja temporal de las retenciones, vigente hasta el 30 de junio, que permitió una liquidación del agro por más de US$ 2.000 millones en lo que va del mes.
Estrategia de financiamiento alternativa
El equipo económico apuesta a una nueva estrategia de acumulación de divisas que incluye la emisión del Bonte 30, el bono que se suscribe en dólares pero se paga en pesos. "Es un game changer", afirman en el Palacio de Hacienda sobre esta vuelta al mercado voluntario. La primera colocación permitió captar US$ 1.500 millones, y fuentes del Gobierno estiman que se podrían sumar US$ 1.000 millones por mes por esta vía.
"Los US$ 1.500 millones del Bonte 30 ayudaron. Esas no son 'reservas prestadas', como dicen algunos. Son reales, porque es una emisión en pesos", explicaron desde el Ministerio de Economía. Además, destacaron el ingreso de US$ 2.000 millones del repo y la apertura de una ventanilla de operaciones especiales en el mercado cambiario.
En paralelo a las negociaciones con el FMI, Milei pidió a sus ministros un nuevo ajuste para reforzar el compromiso con el superávit fiscal, solicitud que se realizó en la última reunión de Gabinete. El titular del Palacio de Hacienda trabaja en los cálculos para distribuir el recorte entre las distintas áreas del Estado.
Las reservas brutas del BCRA llegaron a los US$ 41.218 millones, mientras que la inflación de mayo marcó el 1,5% mensual y se espera que en junio se ubique en torno al 2%. Estos indicadores, junto con las señales de crecimiento económico, son los elementos que el Gobierno espera que el FMI valore positivamente para aprobar el nuevo desembolso, a pesar de las dificultades con las reservas netas.