El martes 5 de agosto vence el plazo para que Javier Milei publique los vetos a las tres leyes que el Congreso votó e incomodan al Gobierno: aumento a jubilados, moratoria previsional y emergencia en discapacidad. Acto seguido, comenzará la batalla para blindar esos vetos y evitar que la oposición insista con las leyes, una discusión que quedó atrapada también en las negociaciones por los cierres electorales.
El argumento de Milei ya es conocido: esas leyes atentan contra una de las principales variables de este Gobierno como es el superávit fiscal. Según la Oficina Nacional de Presupuesto, las tres leyes tienen un impacto del 1,7% del PBI. Y como ya demostraron diferentes estudios privados y públicos, las fuentes de financiamiento propuestas por la oposición no son suficientes ni para cubrir el 10%.
De cara al blindaje que los vetos necesitan en el Congreso, en el oficialismo se muestran optimistas de que van a tener el número necesario en la Cámara de Diputados. Para insistir con las leyes, la oposición necesita sumar dos tercios de los votos. Eso significa que, de estar todos presentes votando, Milei necesita a 86 diputados bancando los vetos. En su entorno, sin embargo, consideran que con 75 (por los ausentes) ya van a estar cubiertos.
De las tres leyes, hay una que el veto ya estaría blindado. La prórroga de la moratoria previsional, cuando se votó en junio en Diputados, ya obtuvo 100 votos negativos. Es un número suficiente para frenar cualquier intento de insistencia. Distinto es el caso de las otras dos leyes. En el aumento de 7,2% y del bono para los jubilados, la votación fue 142 a favor, 67 en contra y 19 abstenciones. Es decir que los dos tercios serían 152 votos afirmativos. En la emergencia en discapacidad, en tanto, el resultado fue 148, 71 y 3. En ese caso, dos tercios serían justo esos 148 votos por la positiva.
En ese punto, desde el oficialismo no solo están atentos a sumar la mayor cantidad de votos para blindar los vetos, sino que se preguntan cómo hará la oposición para llegar a los dos tercios. "¿Quién está juntando los votos?", desafían. Saben que sumando algunos apoyos más, para llegar al número necesario para insistir con las leyes los opositores necesitarán de 155 a 160 votos. Número difícil de alcanzar. Y mucho menos cuando estés en plena campaña electoral.
Los cierres de listas se metieron en la negociación
Es que el clima electoral terminó mezclándose también con la negociación por los vetos. El caso paradigmático es el del PRO. En la primera votación, en Diputados, hubo 9 que se abstuvieron. María Eugenia Vidal y Silvia Lospennato, entre ellos. El acercamiento de Karina Milei para cerrar una lista conjunta en la Ciudad tendría que ver con garantizar gran parte de esos votos. En Casa Rosada no lo confirman, pero los conocedores de la interna oficialista no dejan dudas: "El regreso de Santiago Caputo a la mesa de negociación permitió que vuelvan las decisiones más pragmáticas".
El argumento, en ese sentido, es que de nada sirve seguir distanciándose de los Macri cuando ya lo doblaste en votos en la elección porteña y las encuestas muestran un panorama incluso más amplio para octubre, sobre todo porque esos votos irían directamente hacia el oficialismo si van todos juntos y, como contrapartida, das una señal más fuerte de gobernabilidad.
El acuerdo todavía no se cerró. Porque el propio Jorge Macri está poniendo reparos. Pero Mauricio Macri viene presionando para que se avance en ese sentido. Para La Libertad Avanza, de cualquier forma, es necesario que de los 35 del PRO más los 3 del MID, por lo menos unos 30 voten para blindar el veto.
Ya ahí tendría unos 75 votos a favor, ya que el interbloque oficialista (sumó a los 6 "radicales con peluca" y el monobloque de Paula Omodeo) tiene 46 diputados.
Pero la búsqueda de votos no termina ahí. En los cierres electorales también hay cosas que no pueden pasar inadvertidas. En Mendoza, por ejemplo, hubo acuerdo con el gobernador radical, Alfredo Cornejo. Dos diputados que le responden (Pamela Verasay y Lisandro Nieri), se abstuvieron en el aumento a jubilados y votaron a favor de la emergencia en discapacidad. Difícil que eso se mantenga de cara al tratamiento de los vetos.
En el mismo sentido es el análisis con el único diputado que tiene el radicalismo de Chaco, que conduce el gobernador Leandro Zdero, quien también está cerrando un acuerdo para las elecciones (estuvo esta semana en Casa Rosada). El diputado radical Gerardo Cipolini estuvo ausente en las votaciones en cuestión.
Negociaciones con peronistas
Con los gobernadores del peronismo no kirchnerista también hay activas negociaciones. Hablamos de Gustavo Sáenz de Salta, Hugo Passalacqua de Misiones y Rolo Figueroa de Neuquén. Ahí también pesan los acuerdos electorales (aunque sean pactos de no agresión durante la campaña), pero también más los arreglos económicos. Los dos primeros comparten el interbloque Innovación Federal, donde también está representado el rionegrino Alberto Weretilneck, con el que también suele haber conversaciones. En total podrían llegar a ser 9 diputados más.
Y si hace falta más blindaje para el veto, siempre hay un canal abierto con dos peronistas que hoy se están mostrando más alejados del gobierno, como el tucumano Osvaldo Jaldo y el catamarqueño Raúl Jalil. Los dos están con cierres intensos en sus provincias, sin romper con el peronismo que a nivel nacional conduce Cristina Kirchner, por lo que deben primero superarse la inscripción de alianzas y candidatos para develar si hay márgenes de negociación allí.
El optimismo de Milei y los economistas a las listas
Por estos números, Milei está confiado en poder ganar esta batalla. Y espera que sea de las últimas veces que tengan que estar haciendo el poroteo de los votos para conseguir el tercio necesario para blindar los vetos. En las elecciones de octubre se definirá la nueva composición del Congreso que debutará el 10 de diciembre. Si todo marcha de acuerdo al plan libertario, el bloque de La Libertad Avanza crecerá, no hasta tener mayoría propia, pero sí hasta lograr ese número mágico que dejará en claro que la oposición no podrá imponerle la agenda al Presidente.
Mientras tanto, avanza la batalla por los vetos, la política en general se encamina no solo al cierre de alianzas del jueves 7 de agosto, sino sobre todo también al cierre de listas del domingo 17. Allí, en La Libertad Avanza están convencidos en llenar las listas no solo de leales (para que no haya fugas como las de Lourdes Arrieta o Francisco Paoltroni, por ejemplo) sino también de referentes con mayor manejo de la muñeca política.
Javier Milei, además, estaría bajando un pedido especial: que se sumen más economistas al Congreso. Los bloques de LLA no tienen hoy espadas legislativas muy potentes para defender al gobierno en cuestiones económicas, a excepción de José Luis Espert.
En el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, suena el nombre de Ramiro Castiñeira como posible candidato a diputado nacional. También se está buscando a otro economista que sea compañero de lista de la casi segura candidata a senadora Patricia Bullrich. En el Senado es donde más falta hace para los libertarios un defensor con buen manejo de los números. Desde La Pampa aparece el también economista Adrián Ravier (presidente del partido a nivel local) como candidato a diputado. Y más nombres se espera que vayan apareciendo en los próximos diez días.