El Colegio Fátima vive una transformación que no se limita a nuevas obras edilicias ni a cambios metodológicos: es un cambio integral, de visión, de enfoque, de manera de habitar la escuela. Desde la educación Inicial hasta la Secundaria, el proyecto institucional se consolidó en los últimos años con una fuerte apuesta a la innovación pedagógica, a la construcción de ciudadanía, al cuidado emocional y a una espiritualidad que se traduce en el compromiso con el otro.
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Equipo de conducción: Gabriela Veit, Beatriz Ruíz, Diego Fernández Péndola, Javier Fernández, María Inés Introini, P. Ronell Recomono, cmf.
“Estamos en un momento muy importante del Colegio. Las obras visibles son solo una parte: detrás hay una comunidad que se anima a crecer, a cambiar, a poner al estudiante en el centro y acompañarlo de forma integral”, afirmó Diego Fernández, representante legal y administrador de la institución. Su mirada resume un proceso que no se improvisa: responde a un trabajo colectivo de varios años, donde el equipo de conducción delinearon una hoja de ruta clara, con diálogo constante y objetivos compartidos.
Inicial: los primeros pasos en la enseñanza
El lugar ofrece salas amplias, patios diseñados para el juego libre y el desarrollo motor, espacios de descanso y un entorno seguro que estimula la autonomía desde los primeros años. Pero el cambio no fue solo físico. “El proceso nos permitió repensar cómo queremos que los niños aprendan, qué experiencias les ofrecemos, cómo los acompañamos emocionalmente. Hoy trabajamos por proyectos, promovemos la exploración, el juego, el trabajo en equipo y la conexión con las familias. No es solo un jardín nuevo: es un jardín con alma”, afirmó María Inés Introini, directora de inicial.
Primaria: hacia una escuela más activa y colaborativa
La transformación continúa en Primaria, donde la incorporación de metodologías activas, el trabajo por proyectos y la integración de ciclos se han vuelto pilares del proyecto. “En estos últimos años, el equipo docente realizó un enorme trabajo para revisar prácticas, generar propuestas innovadoras y dar un lugar real a la voz de los estudiantes”, explicó Beatriz Ruiz, directora del nivel.
La reorganización interna permitió fortalecer el trabajo en equipo, crear espacios comunes para distintas edades, como el laboratorio o los patios por niveles, y fomentar la participación en actividades transversales. “Uno de los ejes que más cuidamos es el acompañamiento emocional. Sabemos que aprender es también sentirse seguro, escuchado, parte de un grupo. Por eso trabajamos con talleres de convivencia, acuerdos de aula, apoyo psicopedagógico y una relación muy cercana con las familias”, agregó.
Para nosotros, educar es también formar personas con valores, con sentido comunitario y con un compromiso solidario Para nosotros, educar es también formar personas con valores, con sentido comunitario y con un compromiso solidario
El Aula Verde: un espacio para aprender más allá de las paredes
Este espacio nació de una pregunta fundamental que se hicieron en la escuela: ¿dónde está la naturaleza en el aprendizaje de los alumnos? Más allá de las aulas tradicionales, se buscó un lugar que permita conectar a los niños y niñas con su entorno natural, aprovechando los recursos del colegio para potenciar la creatividad, la exploración y la curiosidad, especialmente en los primeros años. “Queríamos que el aprendizaje no se limitara a cuatro paredes, sino que trascendiera, que los chicos pudieran encontrarse con otro entorno, distinto, que inspire y desafíe”, explicó Introini.
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Este espacio, que se desarrolla principalmente en Inicial y Primaria, apunta a cuidar y acompañar los procesos de aprendizaje desde una perspectiva integradora y vivencial.
En el Aula Verde, los alumnos pueden explorar, experimentar y descubrir a través de la naturaleza, despertando la conciencia ambiental y la curiosidad, valores fundamentales para su formación.
El Colegio Fátima también cuenta con un amplio campo deportivo que se convirtió en un espacio fundamental para el desarrollo físico y social de los estudiantes. Este espacio no solo ofrece infraestructura adecuada para la práctica de diversas disciplinas, sino que además fomenta el trabajo en equipo, la disciplina y el bienestar integral. El deporte se integra así como un pilar más dentro de la formación de los alumnos, promoviendo hábitos saludables y la construcción de vínculos en un ambiente de respeto y compañerismo.
El Espacio Claret, ubicado en Silvestre Blanco 2464, a tan solo una cuadra y media del Colegio, se presenta como una infraestructura estratégica para ampliar las posibilidades educativas y recreativas de los estudiantes. Este centro multifuncional cuenta con una cancha cerrada y polifuncional, baños, vestuarios con duchas y un área de cocina equipada con parrillero, lo que permite la realización de actividades deportivas, culturales y eventos especiales, potenciando así la calidad educativa y el bienestar integral de la comunidad escolar.
Secundaria: innovación, escucha y autonomía
El paso de Primaria a Secundaria es un momento clave en la trayectoria escolar. En dicha institución, se trabaja especialmente para que esa transición sea vivida como una continuidad y no como un corte. “Queremos que el estudiante sienta que el colegio lo sigue acompañando, que encuentra un espacio a su medida, donde puede crecer con más autonomía, pero también con contención”, mencionó Javier Fernández, director de Secundaria.
En este nivel, la propuesta se caracteriza por una fuerte apuesta a la innovación pedagógica: materias optativas, proyectos interdisciplinarios, trabajo por equipos, uso de tecnologías y acompañamiento personalizado son algunas de las claves. “Los adolescentes necesitan sentir que lo que aprenden tiene sentido, que se los escucha, que pueden elegir, proponer, construir. Nuestra tarea es crear las condiciones para que eso suceda, sin perder la exigencia académica ni los valores que nos definen como institución católica”, explicó.
La propuesta de Secundaria se enriquece aún más con la posibilidad de acceder a un título internacional bilingüe, que prepara a los estudiantes para un mundo cada vez más globalizado y les abre puertas académicas y profesionales fuera del país. Este trayecto, que combina una sólida formación en inglés con materias dictadas en ese idioma, responde a una demanda concreta de las familias y del entorno social, y coloca al Colegio Fátima en un lugar de vanguardia educativa, sin perder la calidez y el enfoque personalizado que lo caracteriza.
Más allá de los contenidos, buscamos formar ciudadanos críticos, empáticos, comprometidos. La formación en valores, la participación en misiones solidarias, la apertura a realidades diversas, son parte de una Secundaria que educa desde la experiencia y el encuentro Más allá de los contenidos, buscamos formar ciudadanos críticos, empáticos, comprometidos. La formación en valores, la participación en misiones solidarias, la apertura a realidades diversas, son parte de una Secundaria que educa desde la experiencia y el encuentro
Uno de los diferenciales más grandes de esta transformación es la creación y consolidación del equipo de bienestar estudiantil, un espacio dedicado al acompañamiento emocional, la escucha activa y la generación de estrategias que favorezcan la convivencia. En ese marco, el Colegio Fátima será el primer centro educativo de Uruguay en adoptar un protocolo antibullying con certificación internacional, alineado con estándares reconocidos a nivel global.
Este avance no solo responde a las necesidades de la época, sino que refleja un compromiso real y concreto con la salud emocional de los estudiantes.
Una transformación sostenida, con visión de futuro
Las obras edilicias, que incluyen espacios comunes remodelados y aulas especialmente diseñadas, son expresión concreta de una visión institucional que piensa en el largo plazo.
Queremos un colegio que combine lo mejor de la tradición con lo mejor de la innovación. Un colegio que acompañe a cada estudiante en su camino, con una propuesta exigente, humana y transformadora Queremos un colegio que combine lo mejor de la tradición con lo mejor de la innovación. Un colegio que acompañe a cada estudiante en su camino, con una propuesta exigente, humana y transformadora
El desafío, como toda transformación profunda, es sostener el rumbo, seguir aprendiendo en comunidad y responder a los tiempos sin perder la identidad. En el Colegio Fátima, esa tarea está en marcha.