5 de julio 2025 - 20:34hs

Francisco "Paco" Salazar, dirigente socialista, presentó su renuncia este sábado tras la publicación de denuncias por acoso sexual en su contra en el medio digital elDiario.es. El dirigente iba a asumir un cargo en la dirección del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), pero las acusaciones de comportamiento inapropiado de carácter sexual y laboral en su entorno profesional provocaron su decisión de apartarse de ambos cargos.

Las denuncias que originaron su renuncia provienen de "Lidia", una militante socialista que trabajó bajo las órdenes de Salazar en la sede del Gobierno español, el Palacio de la Moncloa.

En su testimonio, la mujer describió detalladamente una serie de comportamientos sexuales inapropiados que vivió durante su tiempo trabajando junto a Salazar.

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El crudo relato de la mujer que denuncia a Salazar

Según ella, el dirigente hacía comentarios sobre su vestimenta y cuerpo, y le enviaba mensajes fuera del horario laboral, proponiendo encuentros a solas, e incluso invitándola a quedarse en su casa.

"Lidia" -nombre ficticio que eligió la mujer para proteger su identidad y evitar represalias- relató que el ambiente de trabajo estaba marcado por un uso constante de un lenguaje sexualizado, en su mayoría dirigido hacia mujeres jóvenes.

Ella y otras colegas de menos de 30 años habrían sido objeto de una constante presión por parte de Salazar, quien empleaba una actitud de hostigamiento continuo. A medida que la mujer fue rechazando las propuestas del dirigente, enfrentó consecuencias laborales, tales como la falta de oportunidades de ascenso.

En su relato, Lidia recordó cómo un compañero de trabajo la había advertido sobre el comportamiento de Salazar antes de su llegada a Moncloa. Según ella, este compañero le recomendó no quedarse a solas con él en su despacho, algo que finalmente resultó ser acertado.

La militante también reveló que, al principio, las insinuaciones fueron más leves, como miradas o comentarios fuera de lugar, pero rápidamente evolucionaron a un hostigamiento persistente, sobre todo a través de mensajes de WhatsApp.

“Me empezó a decir sin venir a cuento que me quedara yo más tarde que el resto del equipo, que fuese a cenar con él o a tomar algo. Lo hacía de manera insistente. Y me decía que si se nos hacía tarde, podíamos quedarnos a dormir en su casa", explicó.

A pesar de la incomodidad y de sentirse violentada por la situación, "Lidia" se limitó a ignorar las propuestas sin atreverse a confrontar directamente a Salazar, dada su posición de superioridad jerárquica.

En este contexto, la mujer relató cómo la situación de hostigamiento se convirtió en un "secreto a voces" dentro del equipo.

“A mí me lo decían en broma, como un chascarrillo, pero todo el mundo sabía que a mí me había pasado", comentó.

Además, explicó que el entorno laboral se refería al grupo de trabajadoras como "las chicas de Salazar", lo que reflejaba la amplitud del conocimiento sobre los hechos.

La defensa de Salazar

Por su parte, Francisco Salazar negó las acusaciones en su contra en diálogo con elDiario.es. Aseguró que no recuerda haber realizado "ninguna estupidez" y negó haber tenido relación o trato inapropiado con alguna compañera.

"Nunca con ninguna compañera he tenido relación ni trato, nunca jamás. Me he partido la cabeza dándole vueltas y me parece una cosa alucinante", dijo el dirigente, quien también mencionó tener una pareja estable desde hace años, lo que, según él, dificultaba la comprensión de las acusaciones.

Sin embargo, el testimonio de Lidia no fue el único en vincular a Salazar con comportamientos inapropiados. Un segundo relato, proporcionado por una joven que trabajó como voluntaria durante las primarias socialistas de 2017, también mencionó situaciones incómodas con el dirigente.

Aunque esta joven no presentó una denuncia formal, relató a su entorno comportamientos "babosos" y actitudes inadecuadas que, aunque no denunciadas en su momento, fueron confirmadas más tarde por un familiar cercano de la joven, quien corroboró la veracidad del testimonio.

El escándalo de acoso sexual suma un nuevo capítulo de polémicas dentro del entorno político del Gobierno de Pedro Sánchez, con varias figuras de la política socialista viéndose afectadas por denuncias de conductas inapropiadas.

Las acusaciones de "Lidia" y la joven voluntaria amplifican la atención mediática sobre este tipo de comportamientos en el ámbito laboral del Gobierno español, planteando un desafío para las autoridades del PSOE y el propio Ejecutivo.

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