Carles Puigdemont ha decidido romper definitivamente con Pedro Sánchez. La ejecutiva de Junts per Catalunya aprobó este lunes por unanimidad retirar el apoyo de sus siete diputados al Gobierno central, asumiendo la estrategia impulsada por el expresidente de la Comunidad de Cataluña, que desde hace semanas venía advirtiendo del fin de la paciencia con el Ejecutivo socialista.
El propio Puigdemont justificó la decisión de romper con el Gobiero por los "incumplimentos" del pacto de Bruselas sellado el 9 de noviembre de 2023 que permitió la investidura de Pedro Sánchez.
"No hay voluntad del PSOE para ejecutar los acuerdos a los que llegamos, ni en tiempo ni en forma; no estamos dispuestos a ayudar a un gobierno que no ayude a Cataluña", afirmó el líder de Junts en una comparecencia desde Perpiñán, en Francia, para justiciar la ruptura. "No hay voluntad del PSOE para ejecutar los acuerdos a los que llegamos, ni en tiempo ni en forma; no estamos dispuestos a ayudar a un gobierno que no ayude a Cataluña", afirmó el líder de Junts en una comparecencia desde Perpiñán, en Francia, para justiciar la ruptura.
"Por eso decidimos romper el acuedo con el partido socialista y hacer oposición", explicó Puigdemont, y adelantó que si el jueves a las 18 horas la militancia de Junts ratifica esta posición adoptada por la cúpula del partido, el gobnierno "podrá ocupar poltronas, pero no podrá gobernar; podrá tener poder, pero no podrá ejercer el gobierno".
Aunque no hizo mención a una hipotética moción de censura a Sánchez, sí invitó al PSOE a "reflexionar" y a "responder ante la ciudadanía de qué manera piensan continuar, de qué manera piensan gobernar el país".
"Deben poder explicar con mucha más precisión que hasta ahora cómo piensan gobernar más allá de su proverbial capacidad para ocupar el poder", describió.
Los argumentos de Puigdemont
El expresidente de Cataluña denunció los incumplimientos del gobierno socialista en materia de inmigración, de avances con la difusión de la lengua catalana en las instituciones europeas, de balances fiscales para abordar los modelos de financiación, entre otros puntos.
También puso el dedo en "la alianza tripartida" entre al partido socialista, PP y Vox "para bloquear los avances que Junts propone para Cataluña". También reprochó que el PSC "eligiese" a los populares en el Ayuntamiento de Barcelona.
"Hemos tenido paciencia. El PSOE ha considerado que sus tiempos y ritmos eran los únicos válidos. El PSOE ha estado ignorando su debilidad parlamentaria y ha menospreciado los avisos y las señalas que hemos ido avisando en estos 22 meses de trabajo y 19 encuentros en Suiza. No ayudaremos a este Gobierno ni a ningún otro que no ayude a Cataluña", señaló el líder de Junts ante periodistas.
"Sabiamos que no estábamos dispuesto a garantizar toda una legislatura en esas condiciones, el PSOE lo ha sabido desde el primer dia", justificó.
Consulta a la militancia y horizonte político incierto
La ruptura deberá ser ratificada por la militancia de Junts en una consulta interna que se celebrará este miércoles y jueves. Puigdemont adelantó que los resultados se conocerán a las 18 horas del juevds.
Antes, el partido reunirá su Conseja Nacional en Barcelona este martes para abordar las implicaciones políticas de la decisión.
El movimiento de Puigdemont abre un escenario incierto para el Gobierno de Sánchez, que en los últimos días había tratado de evitar la ruptura mediante gestos de acercamiento, incluido un acuerdo con Alemania para avanzar en la oficialidad del catalán en la UE. Sin embargo, la estrategia no surtió efecto.
image.png
Pedro Sánchez y Carles Puigdemont
Advertencia cumplida
El líder de Junts ya había avisado en agosto de que “en otoño pasarían cosas” si Sánchez no cumplía los compromisos del pacto de investidura. Su portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, reforzó ese mensaje la semana pasada al reclamar “un cambio de rumbo” ante la falta de avances.
Con esta decisión, Puigdemont reafirma su control sobre la dirección del partido y su papel como figura central del independentismo catalán, mientras el Gobierno de Pedro Sánchez se enfrenta al reto de gobernar en minoría y al riesgo de que la legislatura se precipite hacia unas nuevas elecciones.
Miriam Nogueras
FUENTE: El Observador