Riesgos del café en mayores de 60: advertencias sobre salud y deterioro cognitivo
Aunque es conocido por sus beneficios antioxidantes y estimulantes, su consumo excesivo podría acelerar el deterioro cognitivo en este grupo de edad.
Aunque es conocido por sus beneficios antioxidantes y estimulantes, su consumo excesivo podría acelerar el deterioro cognitivo en este grupo de edad.
Un estudio reciente de investigadores estadounidenses alerta sobre los efectos negativos del consumo de café en personas mayores de 60 años. Aunque es conocido por sus beneficios antioxidantes y estimulantes, su consumo excesivo podría acelerar el deterioro cognitivo en este grupo de edad.
Además, la cafeína puede afectar el sueño, incrementar la ansiedad y elevar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Especialistas sugieren moderar su ingesta para evitar estos riesgos y priorizar alternativas saludables que protejan la salud mental y física.
El café contiene cafeína, un estimulante que a menudo es bien recibido por sus propiedades energizantes. Sin embargo, en mayores de 60 años, su consumo habitual puede tener el efecto contrario: favorecer el deterioro de la memoria y la función cerebral. Según el estudio, una elevada cantidad de cafeína podría interferir en la capacidad del cerebro para regenerarse y mantener su agudeza.
El riesgo de padecer problemas cardíacos aumenta con la edad, y la cafeína podría ser un factor agravante. El estudio sugiere que en personas mayores, el consumo frecuente de café puede incrementar la presión arterial y causar arritmias. Los especialistas recomiendan moderar la cantidad diaria, especialmente en personas con antecedentes de problemas cardiovasculares.
El café puede interferir en el sueño, algo esencial para la salud en la tercera edad. El insomnio y la mala calidad del sueño están estrechamente ligados a un mayor riesgo de demencia y deterioro cognitivo. Además, la cafeína puede aumentar los niveles de ansiedad en personas mayores, lo que podría contribuir al desgaste mental y físico a largo plazo.
Aunque los riesgos existen, los expertos no sugieren eliminar el café por completo, sino reducir su consumo. Optar por infusiones sin cafeína o beber café descafeinado son alternativas saludables para quienes no quieren renunciar al sabor, pero sí a los efectos negativos de la cafeína. Como siempre, el equilibrio es la clave.