La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha manifestado su apoyo a una política activa de acogida de inmigrantes para hacer frente a la creciente escasez de mano de obra en sectores clave de la economía española.
Durante una comparecencia ante la prensa, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, subrayó la necesidad de que España se convierta en "un país de acogida" y pidió impulsar la formación de trabajadores inmigrantes tanto en España como en sus países de origen.
“Hay miles de puestos de trabajo sin cubrir. Hay una oportunidad, y sinceramente creo que España debe asumir este reto como país de acogida”, afirmó.
Según Garamendi, sectores como la tecnología, la hostelería, la construcción y el transporte presentan una alarmante falta de personal cualificado. Esta situación se agrava en un contexto demográfico marcado por el envejecimiento de la población y una baja tasa de natalidad.
Inmigración y equilibrio en el sistema de pensiones
Un análisis de la Fundación Adecco estima que 5,3 millones de personas se jubilarán en la próxima década, mientras que solo 1,8 millones de jóvenes se incorporarán al mercado laboral. Esta brecha podría generar un déficit de sustitución laboral significativo, que los empresarios confían en paliar con la incorporación de mano de obra extranjera.
La población inmigrante ya desempeña un papel clave en el sistema laboral. En agosto, la Seguridad Social española registró 3,05 millones de afiliados extranjeros, lo que representa un incremento del 7 % respecto al año anterior.
Garamendi también hizo hincapié en la importancia de integrar adecuadamente a las familias inmigrantes, con educación y oportunidades, para que “sus hijos puedan ser los nuevos ingenieros del futuro”.
Con estos datos sobre la mesa, el empresariado español insiste en que la inmigración no solo es necesaria, sino estratégica para sostener el crecimiento económico y el equilibrio del sistema de pensiones en los próximos años.
FUENTE: El Observador
