El gobierno de Donald Trump seleccionó a la empresa vasca SAPA Placencia como adjudicataria de un contrato para desarrollar los nuevos blindados del Ejército de Tierra de EEUU junto a General Dynamics.
Se trata de un contrato por el que la compañía donostiarra suministrará el sistema de transmisión para un máximo de 7.000 vehículos de guerra. El importe ronda los 5.100 millones de euros en una primera fase.
El contrato firmado con General Dynamics tiene una duración de 15 años, hasta 2040, y contempla dos fases: una primera de 4.000 vehículos y una segunda de 3.000 más.
SAPA Placencia prevé un crecimiento sin precedentes gracias al impulso del gasto global en defensa y estima multiplicar por ocho su facturación en los próximos ocho años, pasando de los 100 millones de euros registrados en 2024 a unos 800 millones en 2032, apoyada en los contratos internacionales de gran envergadura, especialmente en Estados Unidos.
El hito más reciente es el contrato firmado con General Dynamics para implementar su tecnología de transmisión en 7.000 vehículos blindados de nueva generación del Ejército estadounidense, dentro del ambicioso programa Next Gen impulsado por el Pentágono.
Aunque la producción en serie comenzará en 2028, Sapa ya inició las primeras entregas tras validar con éxito su tecnología, que será fabricada desde su planta en Shelby (Michigan), como exige el contrato firmado con el Departamento de Defensa estadounidense.
Tecnología de punta y posicionamiento en el mercado militar global
La tecnología desarrollada por SAPA no solo actúa como caja de cambios y sistema de frenado, sino que también incorpora un sistema inteligente capaz de leer la orografía del terreno, optimizar el consumo energético y mejorar el rendimiento del motor, un elemento clave en vehículos blindados por su gran peso.
La empresa se adjudicó el contrato tras imponerse en un concurso a Allison Transmission, multinacional estadounidense que había ganado contratos anteriores similares. Esta victoria abre a Sapa las puertas del mayor mercado militar del mundo, superando a potencias como China y Rusia en gasto en defensa.
Sapa había preparado cuidadosamente su entrada en Estados Unidos. En 2021 inauguró su planta en Michigan y nombró presidente de su filial estadounidense a Darren Werner, excomandante general del TACOM (Comando de Automoción y Armamento del Ejército de Estados Unidos). Esta apuesta estratégica le permitió entender y adaptarse a las necesidades del cliente norteamericano.
Aunque la fabricación principal se realizará en suelo estadounidense, el crecimiento proyectado de SAPA también tendrá impacto en su red de más de 300 proveedores locales y en su sede en Andoain (Gipuzkoa), donde actualmente trabajan 360 personas. Se espera que la expansión internacional impulse también el empleo y la inversión en España.