Contexto
¿Qué tipo de incursiones ha llevado a cabo Rusia recientemente?
Rusia ha utilizado drones no armados y cazas Mig-31 equipados con misiles para sobrevolar el espacio aéreo de países europeos. También ha enviado aviones cerca de las costas de Alaska, lo que obligó a su interceptación por parte de Estados Unidos.
¿Se consideran estos episodios como ataques?
No. Aunque los cazas llevaban misiles, no hubo uso de fuerza ni carga explosiva en los drones. Se consideran provocaciones dentro del marco de la guerra híbrida que Rusia ha empleado durante años, que incluye también ciberataques y desinformación.
¿Qué pretende Moscú con estas maniobras?
Según el experto Jesús A. Núñez Villaverde, Rusia busca dos objetivos principales: por un lado, evaluar la capacidad y ubicación de las defensas antiaéreas de la OTAN, y por otro, generar fricciones dentro de la Alianza Atlántica y entre los países de la Unión Europea, debilitando así su respuesta común frente al conflicto con Ucrania.
¿Qué dice el análisis militar sobre este tipo de provocaciones?
Núñez Villaverde señala que estas acciones permiten a Rusia obtener información actualizada sobre radares, baterías antiaéreas y protocolos de respuesta de los aliados. Esta estrategia solo cobra sentido completo si se considera un paso previo a un ataque real, aunque por el momento no se ha llegado a ese punto.
¿Qué respuesta han tenido los aliados de la OTAN?
Polonia y Estonia invocaron el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que prevé consultas entre los aliados cuando uno de ellos se siente amenazado. La OTAN respondió con planes para lanzar la operación 'Centinela Oriental', aunque aún no ha comenzado formalmente.
¿Qué papel juega España en este escenario?
España ha ofrecido tres cazas, un radar y un avión A400 para contribuir a la operación de la OTAN, pero la solicitud formal de estos medios aún no ha llegado. La concreción se ha aplazado hasta la primera semana de octubre.
¿Qué posiciones contrastantes se dan dentro de la OTAN?
Mientras que Estados Unidos -con una postura marcada por Donald Trump- tiende a restar importancia a las incursiones, países como Lituania piden medidas más firmes. La ministra de Defensa lituana ha propuesto transformar la misión de vigilancia aérea en una de defensa activa, autorizando incluso el derribo de drones no tripulados.
Cómo sigue
La situación evidencia una clara disonancia dentro de la OTAN respecto a cómo manejar las provocaciones rusas. Aunque todos los aliados han condenado las incursiones, no hay consenso sobre la intensidad de la respuesta.
Mientras algunas voces abogan por mantener el enfoque diplomático y de contención, otras exigen una transición hacia la defensa activa y la reacción inmediata.
La operación ‘Centinela Oriental’, aún en preparación, será un indicio clave del compromiso de la OTAN para fortalecer su flanco oriental. Por su parte, Rusia parece decidido a continuar su estrategia de presión híbrida, sin cruzar los límites que podrían desencadenar un conflicto directo, pero dejando en evidencia las fisuras internas de la Alianza Atlántica.