La directora de fútbol femenino de la RFEF, Ana Álvarez, ha expuesto que en el avión de vuelta a España desde Sídney notó a la jugadora Jenni Hermoso "agitada y preocupada" después de negarse a grabar un vídeo que le había propuesto el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales para "quitar hierro".
En su declaración como testigo en el juicio a Rubiales por el beso en la boca que le dio a la futbolista, Álvarez ha explicado a preguntas de la fiscal que, tras ese episodio, el expresidente de la RFEF le requirió que entrase al vestuario y pidiera a Hermoso salir, aunque no le dijo para qué, y tampoco estuvo presente en la conversación que tuvieron.
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No volvió a hablar con ella hasta que en el avión de vuelta se acercó la futbolista a la zona en la que estaba sentada, en la parte trasera del avión.
En ese momento, ha dicho, la notó "agitada y preocupada" porque el presidente le había pedido hacer un vídeo "para quitar hierro al asunto" del beso y ella le había dicho que no quería hacerlo. Álvarez le pidió entonces que se tranquilizara, que era campeona del mundo y que si no quería hacerlo que no lo hiciera.
El estado de Jenni Hermoso
"Estaba preocupada. No le gustaba la situación, estaba incómoda y me contó las palabras que había tenido con el presidente. La decisión la tenía tomada y así me lo hizo saber", ha señalado al ser preguntada por el estado anímico en el que vio a Hermoso.
También ha relatado que, si bien desde la zona donde ella iba sentada no podía ver la zona vip, en la que iban Rubiales, las jugadoras y los familiares, y no pudo presenciar movimientos puntuales o conversaciones, sí que percibió "idas y venidas, y se notaba cierta tensión" por parte del equipo de trabajo del presidente.
Al ser preguntada si recordaba exactamente lo que le dijo a la futbolista cuando le comentó el tema del vídeo, Álvarez ha dicho que solo recuerda que le dijo que ella era "dueña de sus actos" y ha añadido que no le extrañaba esa petición del presidente porque solo unas horas antes se le había pedido a Hermoso hacer un comunicado.
Al respecto ha comentado que previamente a lo sucedido en el avión, en el trayecto en autobús entre el hotel y el aeropuerto, ella misma recibió la orden del presidente de que hablase con Hermoso porque "había que sacar un comunicado".
Con ese objetivo, el exdirector de comunicación Pablo García Cuervo le envió a su teléfono el texto que quería que le mostrase a la jugadora porque era necesaria "su aprobación" para poder sacar ese comunicado.
Entonces se acercó a la jefa de prensa, Patricia Pérez, que estaba unos asientos por detrás, y esta le dijo que no sabía nada, y, como comunicación "estaba ya con ello", al llegar al aeropuerto el asunto "se queda ahí", y ella ya no supo más del comunicado, que ha asegurado que leyó "a posteriori", y que desconoce quién lo elaboró.
En el momento en que bajaron del autobús, ha relatado, sufrió "una fuerte reprimenda del presidente" porque no había hablado con Hermoso como éste le había pedido.
"Se me había pedido que hablara con Hermoso y la reprimenda es por eso. Yo no participo en la orden a Jenni de bájate del autobús (para suscribir el comunicado) porque yo estoy en la parte de delante", ha insistido.
También ha sido preguntada sobre el protocolo contra el acoso y si durante el Mundial había una figura de protección en temas de violencia y acoso, y ha señalado que esa figura era el psicólogo, y ha añadido que no "tiene noticia" de que se activara ese protocolo.